La familia real británica tiene una serie de castillos y casas oficiales en las que pasa sus fines de semana, veranos, inviernos y días festivos
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Hace ya 70 años que la Reina Isabel II fue coronada para liderar el Reino Unido y los otros catorce Estados independientes constituidos en reino. Desde su nacimiento en 1926, Isabel Alejandra María pasó sus días en distintas residencias oficiales en las que vivió su infancia, guerras mundiales y la creación de su familia. Sean castillos milenarios, palacios o casas, en las propiedades abunda el arte, jardines de rosas impecablemente cuidados, reliquias de la monarquía y lujos extravagantes.
Palacio de Buckingham
Como la Quinta de Olivos en la Argentina o la Casa Blanca en Estados Unidos, el Palacio de Buckingham es la residencia oficial de la corona del Reino Unido. Inaugurado en 1705, el palacio es una de las propiedades más famosas de la monarquía británica y se encuentra en el centro de Londres, donde los turistas pueden ver los cambios de guardia.
La propiedad neoclásica mide 75 metros de alto y se extiende por 77.000 m². Tiene 775 habitaciones, entre ellas, 52 habitaciones reales y de invitados para las visitas de Estado y ceremonias oficiales, 19 salas estatales, 188 habitaciones para el personal, 92 oficinas y 78 baños.
Castillo de Balmoral
En Aberdeenshire, un consejo en Escocia, la familia real también se hospeda en el Castillo de Balmoral en los días veraniegos de julio a septiembre. Las actividades que la reina realizó allí fueron exclusivamente por placer y ocio, ya que -aunque allí sirva la guardia real- no se lleva a cabo ninguna actividad pública oficial. En el resto de las estaciones, la propiedad construida en 1390 y donde el príncipe Carlos y Diana pasaron su luna de miel, queda abierta para las visitas de turistas.
El castillo de 11 habitaciones tiene un lugar especial en el corazón de la reina, ya que fue donde se comprometió con el príncipe Felipe en 1946. Actualmente es donde estaba pasando su último verano y donde la monarca recibió atención médica en estos últimos días.
Castillo de Windsor
En el condado de Berkshire se encuentra la que fue “la casa de fin de semana” de la Reina Isabel II. Se trata de una fortaleza cuya arquitectura combina las corrientes gótica, victoriana y georgiana, donde vivieron 40 monarcas desde el inicio de su construcción en 1070. Allí se encuentra la Capilla de San Jorge, espacio donde está enterrado Enrique VIII y donde se casaron el príncipe Harry y Meghan Markle. El Castillo de Windsor fue el hogar que la recibió junto a su hermana Margarita durante la Segunda Guerra Mundial. En los últimos años, fue la residencia elegida por la Reina para pasar la cuarentena por Covid y donde vivió sus últimos días su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, quien murió a los 99 años en 2021. A este castillo decidió mudarse la monarca en marzo de 2022 abandonando así su residencia en Buckingham.
El predio de más de cinco hectáreas se encuentra abierto al público para que a través de visitas guiadas los turistas se adentren en la historia de la corona británica, visiten algunos museos y paseen por sus calles de piedra.
Palacio de Holyrood
Una semana al año, la reina acostumbraba a visitar Escocia. Le llaman la “Semana de Holyrood”, ya que en su visita la monarca solía quedarse en el palacio Holyrood, su residencia oficial de Edimburgo.
Allá por el 1128, su abadía -hoy en día en ruinas- supo funcionar como un monasterio. Con los años se construyó el palacio gótico y renacentista para hospedar en los años que le siguieron a varias figuras relevantes de la historia, como María I Reina de Escocia y el conocido político Oliver Cromwell, que convirtió a Inglaterra como la república del Commonwealth.
Sandringham
Otra residencia no oficial que no forma parte de los bienes del Estado pero que la reina solía visitar es la Casa Sandringham. Ubicada en Norfolk, una localidad destacada por sus bellas vistas, la gran propiedad con ladrillos a la vista inaugurada en 1870 es el lugar que la monarca eligió para sus inviernos. El evento más esperado por ella para pasar allí era la Navidad, cuando la Familia Real se reunía en sus tierras cerca de la iglesia de Santa María Magdalena que celebra los servicios navideños.
Castillo de Hillsborough
El castillo de Hillsborough fue la propiedad elegida por la reina Isabel II y su familia para radicarse cuando visitaban Irlanda del Norte.
Construida en la década de 1770, la propiedad de arquitectura georgiana está rodeada por jardines infinitos y también actúa como la residencia oficial del Secretario de Estado de Irlanda del Norte.
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