El efecto pandemia generó un aumento de la demanda de compra de departamentos y casas ubicadas en la costa atlántica. Si bien hay muchas familias que decidieron mudarse definitivamente hacia esos destinos, sobre todo con hijos en edad escolar, la mayoría de quienes cierran operaciones de compra tanto en Pinamar, Cariló, Costa Esmeralda como en Northbeach – un emprendimiento de más de 300 hectáreas que promete convertirse en un destino en sí mismo-, son personas de buena posición económica que ante los cambios en su rutina eligen pasar parte del año lejos de la city porteña.
En general, dividen los días de la semana y combinan el cemento con la arena, otros alternan: van y vienen cada quince días o se instalan durante seis meses en la costa.
Entre las motivaciones, además de la posibilidad de combinar presencialidad y virtualidad en sus trabajos, está la necesidad de conectar con una vida más tranquila. “Hoy la gente no se va a vivir a Pinamar, sino que compra un departamento o una casa para ir a pasar fines de semana largos, instalarse durante el verano, o por periodos más largos como por ejemplo de septiembre a abril”, explica Martín Boquete, director de Toribio Achával. “Este año tuvimos más consultas y más operaciones porque la zona de Cariló, Pinamar, Northbeach, Costa Esmeralda está a aproximadamente 350 kilómetros, y es mucho más cerca que Mar del Plata, Miramar, Necochea”, agrega el broker. Otro punto no menor que, aclara, es su fácil acceso: “la ruta para llegar es casi toda autopista. Esto genera que haya quienes se animen a viajar un sábado para volver el domingo o irse un viernes y regresar el lunes, el viaje es bastante ágil”, señala.
Con la mirada de Boquete, coincide Enrique Shaw, vicepresidente de Pinamar SA, la principal desarrolladora de ese balneario. “En este tipo de lugares, hay mucho de lo que se llama población flotante: se trata de personas que quizás van y se pasan seis meses, o que viven intermitentemente entre la ciudad de Buenos Aires, La Plata y Mar del Plata”, relata.
A la hora de definir el perfil de quienes se animan al cambio de vida, Shaw explica que, en general es gente adulta con trabajos autónomos, independientes que disfrutan del deporte, de la pesca o el golf. “Se mudan pero no cierran todo en Buenos Aires, sino que van y vienen”, aclara.
Un análisis aparte merecen los casos de las familias con hijos en edad escolar que en busca de una vida más equilibrada deciden mudarse. En efecto, Juan Ibarguren, secretario de Turismo y Desarrollo Económico de Pinamar, asegura que “durante 2020 se registró un aumento de la actividad inmobiliaria registrándose muchas transacciones de venta de lotes. También aumentó un 50% la cantidad de construcciones respecto al año anterior, y el interés por invertir en nuevos desarrollos inmobiliarios”.
Los valores de venta
Respecto a los precios, los especialistas afirman que, a misma calidad siempre una casa es más cara que un departamento. “En Pinamar, hay departamentos buenos de dos dormitorios desde los US$250.000 hasta los US$500.000. Por ejemplo, en la zona de la avenida Bunge y en Northbeach -el proyecto ubicado al Norte de Pinamar- los departamentos de dos dormitorios arrancan en los US$300.000 y pueden alcanzar los US$800.000. En todos los casos son unidades en proyectos con amenities”, explica Celeste Domínguez, responsable de emprendimientos turísticos de Toribio Achával. Cabe aclarar que Northbeach es un proyecto de casi 300 hectáreas con 1200 metros de playa, bosque y lagunas para el que se proyectan, en el largo plazo, más de 70 edificios con 30 departamentos cada uno. En el mercado aseguran que proyecta a convertirse en un destino en sí mismo.
Cuánto cuesta una casa
Boquete afirma que en Pinamar los precios de venta arrancan en los US$500.000. “Son grandes y para un target de alto nivel adquisitivo, con tres dormitorios y jardín”, detalla. Además, asegura que, en estos casos, más del 80% de la gente compra con ahorros y alguna porción pequeña de la demanda busca comprar en pozo para poder financiar hasta en dos años la compra de la unidad.
Por su parte, Iván Renkine, titular de Dinamismo Inmobiliario amplia en que también hay opciones para quienes disponen de menos dinero. En números, especifica que el valor del metro cuadrado de un departamento usado ronda los US$1300 mientras que en el caso de que sea nuevo, el valor asciende a los US$2000.
Un departamento usado de dos ambientes con más de diez años de antiguedad tiene un ticket cercano a los US$65.000 mientras que los de tres se publican a US$95.000. En cambio, si es a estrenar, en el caso de un dos ambientes el valor oscila entre los US$100.000 y los US$140.000 para las unidades de tres ambientes.
En el caso de las casas, las usadas defienden valores de venta que promedian los US$1000 por metro cuadrado y si es nueva US$1300. En casos concretos, una casa de tres dormitorios con más de 15 años y 160 metros cuadrados ronda los US$160.000. Gustavo Nogueira, martillero y corredor público de Pinamar, agrega que los precios pueden variar dependiendo de las comodidades, calidad de construcción, zona y servicios ofrecidos, pero, por ejemplo, pueden encontrarse casas nuevas de aproximadamente 150 m2 a partir de US$180.000.
Los precios en Cariló
Si se busca comprar en Cariló, Santamarina señala que, por ejemplo, los monoambientes arrancan desde los US$ 150.000 en adelante, dependiendo del edificio y su ubicación y cercanía al centro y al mar, mientras que un departamento de dos ambientes está entre US$170.000 y US$180.000 y unoo de tres ambientes arranca en los US$190.000 y US$ 200.000.
En cuanto a casas, se pueden conseguir a partir de los US$200.000, siempre dependiendo de ubicación, superficie y comodidades.
Mientras que, en Costa Esmeralda, el proyecto de 1000 hectáreas, dividido en 16 barrios, con 3,2 kilómetros de playa, amenities, actividades deportivas y centro comercial, los valores de los terrenos varían según la ubicación: hay desde US$20.000 hasta US$300.000 para la oferta ubicada en la primera línea al mar. Respeto al valor de las unidades terminadas, Javier Filgueira Risso, de Terán y Filgueira Risso inmobiliaria y constructora, comenta que el valor de compra para un departamento, de un dormitorio es de US$140.000, de dos dormitorios US$ 225.000, y de tres dormitorios US$ 300.000. Se calcula US$3000 por metro cuadrado. “Las casas varían en su valor según características, pero aproximadamente el valor del metro cuadrado más lote que varía de acuerdo al barrio y ubicación es de US$ 700 a US$1000. El valor de una casa de tres dormitorios de 150 o 160 m2 cuesta entre US$ 170.000 y US$ 230.000.
Quienes opten por alquilar, en Pinamar, una casa se alquila todo el año por entre $45.000 y $ 50.000 al mes; un departamento de dos ambientes por $25.000 y un tres ambientes por $35.000. “Hay poca oferta y, por ende, los propietarios pueden pedir más”, aclara Renkine. “En Cariló si se busca alquilar una casa para todo el año, de tres dormitorios con dos baños en el bosque, no lejos del centro comercial, de 170 m2, el valor es de $50.000 a $60.000 por mes”, dice Jorge Santamarina, titular de Santamarina Propiedades. Mientras que para un departamento en un complejo cerca del mar de tres ambientes con cochera para cuatro personas está $40.000 para el primer año, más expensas y gastos fijos aparte.
En Costa Esmeralda, según los datos de JPU Desarrollos, un alquiler anual de un departamento es de US$600 mensuales promedio y el de una casa de US$1000 mensuales promedio. “Muchos propietarios optan por vivir en CABA y la Costa, sobre todo quienes tienen actividades laborales que lo permiten. También con la pandemia aumentó el número de propietarios residentes de 80 a más de 200 y seguramente siga creciendo este año”, asegura Filgueira Risso.
Casa o departamento
Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas. Los mayores beneficios de mudarse a una casa son: el ahorro en expensas, la independencia, la amplitud, la privacidad y la posibilidad de contar, en la mayoría de los casos, con un espacio verde e incluso hasta con piscina y parrilla propia. Como punto negativo podemos mencionar los costos fijos y de mantenimiento afrontado solo por un propietario, mientras que las mayores ventajas de mudarse a un departamento es la dispersión de los costos fijos estructurales mensuales, y en el caso de tenerlos, servicios comunes tales como laundry, piscina, gimnasio, entre otros servicios.
“Lo que está sucediendo es que cada vez más gente se fija en los costos de mantenimiento. La casa es más cara de mantener, por la jardinería, la pileta, seguridad, que tiene que afrontar el propietario. Por esta razón mucha gente que elige departamentos se fija en estos costos”, dice Boquete, de Toribio Achával.
La seguridad es otro aspecto que no se deja de lado. “En ese sentido, el departamento es muy superior sobre la casa, sobre todo porque la gente no usa la propiedad durante los 365 días del año. Es decir, lo habitan en promedio entre tres y cinco meses al año”, agrega el broker. Además, a la hora de elegir casa o departamento, la gente valora mucho la ubicación, “en Pinamar, uno puede conseguir departamentos muy cerca del mar o frente al mar, sin embargo, hay muy pocas casas que están sobre la costa, ya que suelen estar más alejadas. Los departamentos están mejor ubicados que las casas en Pinamar. Solemos recibir muchas más consultas por departamentos que por casas. El mercado de estas últimas es más lento porque son montos mayores y fundamentalmente por el tema de la seguridad, las casas no son muy buscadas”, sostiene Boquete.
El fenómeno de la casa de “escape” en la Costa, se aceleró con la pandemia. Renkine,coincide con sus colegas en que “hay mucha gente que se anima, se va adaptando y programando para vivir mitad acá en Pinamar y la otra mitad en Buenos Aires u otros lugares. No es difícil, se puede y permite salir de la monotonía”, finaliza.
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