La propiedad no encontró comprador pese a que se ofrecía en venta por US$900.000, un precio más barato de lo que valía el terreno solo; buscan construir un edificio de cuatro pisos de 1650 m² en total
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Frente al mundo, a la Argentina se la puede resumir en la pasión por el fútbol y sus ídolos: Diego Maradona y Lionel Messi. Sin embargo, puertas adentro, la legendaria trayectoria del astro del fútbol que falleció en noviembre de 2020 no alcanzó para concretar la venta de una de sus propiedades. Se trata de la casa que Maradona le compró a sus padres en la década del 80, en Villa Devoto. Después de una subasta que atinó a recibir algunas consultas de las cuales ninguna llegó a cerrar la operación, los herederos de la propiedad optaron por otro camino y decidieron ampliar el abanico de posibles inversores en febrero pasado.
Frente a la ausencia de interesados, ahora se propone demoler el chalet de Devoto para construir un edificio. Adrián Mercado, el CEO del grupo que lleva su apellido a cargo de la subasta de la propiedad se lamenta por la decisión y aclara “que buscaron todos los caminos posibles para no llegar a esta instancia”. El broker detalla que la semana que viene tendría el masterplan del emprendimiento del que cada uno de los hijos del futbolista se quedaría con uno de los departamentos.
“El edificio no tendrá más de tres pisos, o cuatro con un retiro tipo balcón terraza al frente. Es una tierra que permite construir hasta 2100 metros cuadrados de obra y 1500 vendibles”, detalla Mercado.
De todas formas, si bien ya se está trabajando en el proyecto, la demolición de la propiedad debe contar con el consenso de los cinco hijos que participan de esta sucesión: Diego Junior, Dalma, Gianinna, Jana y Diego Fernando. Además de la aprobación de la justicia.
El lote, que se estima que vale aproximadamente US$1,3 millones, tiene potencial para construir una obra de 1650 m², lo que implica un valor de incidencia de la tierra de US$600 el metro cuadrado. Sin embargo, la tierra cuesta más barata ya que el precio de la casa es de US$900.000. Mercado reconoce que ese valor era una oportunidad especialmente atractiva por el bajo valor del terreno y la posibilidad de maximizar las ganancias a futuro. “Esos números generaban la posibilidad de duplicar el dinero en menos de dos años”.
La razón por la que tal vez no surgió ningún desarrollador interesado es que la mayoría no paga la totalidad del precio del terreno en dólares billete sino que se inclinan por pagar un pequeño porcentaje de esta forma y el resto canjearlo al vendedor por metros del futuro edificio. En este caso no podrían hacerlo porque el precio de la casa está fijado y no se podría canjear por unidades futuras. Sin embargo, para contrarrestar este punto, Mercado analizaba en febrero que el precio del terreno ya era más barato que lo que saldría normalmente: los desarrolladores podían comprarlo por US$900.000 mientras que realmente salía US$1,3 millones, entonces “están ganando US$400.000″, analizaba el broker en febrero.
Villa Devoto, un barrio que crece en altura
La posibilidad de este negocio surge de la evolución edilicia que atravesó el barrio en los últimos años. “La zona residencial de Villa Devoto está cambiando, un barrio que siempre fue de casas tradicionales de plantas bajas y chalets, es ahora uno donde los desarrollos inmobiliarios surgen y hay cada vez más obras. Por eso se pueden hacer construcciones de hasta cuatro pisos cuando antes era imposible que hicieran un edificio”, detalla. El código urbanístico efectivamente permite llevar a cabo obras de tres pisos más el retiro, que podría actuar como un cuarto nivel. Según el grupo Adrián Mercado, los cálculos realizados sobre el terreno de doble frente, que tiene 17,5 metros de ancho por casi 42 metros de profundidad, indican que se podrían hacer 26 cocheras en la planta baja.
En la zona también están prosperando otros proyectos inmobiliarios de esta escala que posicionan al barrio porteño como un lugar atractivo para invertir. En la misma manzana hay un edificio en construcción y a pocas cuadras se está llevando a cabo Mil Aires, el barrio cerrado urbano que constará de cinco edificios de dimensiones similares. Para Mercado, las obras allí no bajan de los 1000 m² para que el margen de ganancia sea productivo.
Villa Devoto es un barrio donde el metro cuadrado a estrenar promedia los US$3000, mientras que las unidades usadas se publican con precios menores, que rondan los US$2000. Sin embargo, el broker opina que el valor sentimental “va a ayudar muchísimo” a los desarrolladores para concretar futuras ventas. Al fin y al cabo, se “está vendiendo un pedacito de tierra donde Diego hizo su historia”, dice. Los compara con vender un departamento enfrente de la cancha de River o Boca, donde cualquier hincha pagaría un plus por tener vista a su templo deportivo.
Los desarrolladores interesados, que según Mercado ya son varios, tienen que dejar una garantía de US$20.000 que puede ser en dólares billete o en un cheque en pesos al tipo de cambio oficial. Tendrían entonces el plazo de un mes para conseguir los US$900.000, salvo excepciones en las que puedan juntar una parte en ese plazo y el resto en otros pocos días, lo que implicaría “hablar con la jueza para un permiso extraordinario”, comenta.
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