Los proyectos frente al mar en los alrededores de José Ignacio, entre el lujo y la discreción, atraen a inversores internacionales para tener sus casas de verano en un destino con identidad propia
- 7 minutos de lectura'
En diciembre del 2012, casi por capricho, el productor televisivo alemán Ingo Schirrmann canceló su pasaje a Courchevel y decidió viajar a Punta del Este. Las playas de América del Sur le sonaban más exóticas (y cálidas) que las pistas de los Alpes franceses, recordó. Pero nunca imaginó que unas vacaciones cortas de Año Nuevo se iban a convertir en un nuevo estilo de vida.
Se dirigió directamente a José Ignacio, la península bohemia-chic a unos pocos kilómetros al Este de Punta, y lo pasó tan bien que terminó comprando un terreno cerca del mar, en el que finalmente construyó una casa modernista diseñada por un aclamado arquitecto local, Martín Gómez. Schirrmann, que vivía en Hamburgo, tenía la intención de usar la casa durante el verano del hemisferio sur, pero cuando comenzó a pasar tiempo en José Ignacio se sintió cautivado por la atmósfera amistosa y relajada. Tiempo después, la pandemia consolidó su decisión de convertir la casa de verano en su residencia principal.
“Hace cinco años, si me decías que estaría viviendo en un pequeño pueblo en Uruguay, no lo habría creído”, dijo. “Lo que hace especial a José Ignacio es la gente que viene aquí. Es fácil conectarse con personas de ideas afines de diferentes partes del mundo, y todo es muy relajado “.
José Ignacio es un pequeño pueblo de menos de tres kilómetros cuadrados. Resulta que también es el rincón más cosmopolita de Uruguay. En los últimos años, lo que era un enclave de pesca poco conocido se convirtió en un imán para los viajeros adinerados con un gusto por lo rústico. Al igual que Gómez Schirrmann, muchos de los europeos y estadounidenses que viajan a la costa uruguaya durante las vacaciones terminan comprando una segunda vivienda allá, uniéndose a lo que es un grupo creciente de residentes de América del Sur.
Hay un famoso restaurante de playa, La Huella, que invariablemente deleita a los clientes con sus mariscos a la parrilla y su decoración de madera gastada. Las calles de gravilla y arena están salpicadas con boutiques fotogénicas. Pero lo más importante es que hay playas extensas, cielos abiertos y ningún recordatorio del estrés de la vida moderna. La proximidad a Punta del Este, un centro turístico más grande y urbano, es tanto una conveniencia como una posible contra.
“La costa de Uruguay es un punto de encuentro internacional”, dijo Alejandro Perazzo, agente inmobiliario afiliado a Sotheby’s International Realty. “Para los compradores del exterior, este país tiene muchos beneficios en relación con el resto de la región. Las reglas de juego acá no cambian, sin importar quién esté en el gobierno, y esta previsibilidad es atractiva. También es seguro“.
Perazzo implícitamente compara a Uruguay con sus vecinos Brasil y Argentina, dos países con una historia de tumultos políticos y económicos. Argentinos y brasileños han estado veraneando en Punta del Este y José Ignacio durante décadas. Pero últimamente, dada la estabilidad de Uruguay y el anuncio de beneficios fiscales para los inversores extranjeros, muchos de ellos se quedan por períodos más prolongados. Las solicitudes de residencia permanente en Uruguay por parte de argentinos, por ejemplo, se triplicaron el año pasado a casi 10.000 pedidos, según los medios de comunicación locales.
Todo eso explica que el mercado inmobiliario se ha convertido en un hervidero, especialmente cuando se trata de residencias de lujo con vistas espectaculares. En José Ignacio y sus alrededores se están llevando a cabo una serie de desarrollos de lujo -pero apropiadamente discretos- frente al mar.
Muy cerca de José Ignacio, en un pueblo conocido como Manantiales, el diseñador de moda y desarrollador inmobiliario argentino Federico Álvarez Castillo desarrolló Colette, un condominio frente al mar con una estética minimalista de concreto y vidrio. Para mezclarse con el entorno pastoral - dunas cubiertas de hierba, pinares y chalés con muros de piedra - Álvarez Castillo diseñó cuatro edificios de poca altura separados por patios frondosos. Son 42 unidades, a partir de los US$1.3 millones que sale una propiedad de tres habitaciones y 150 m², con vista a una playa que parece interminable.
Álvarez Castillo no dudó en invertir en materiales de alta calidad como mármol italiano, accesorios alemanes y madera de lapacho brasileña, pero ejerció cierta moderación al planificar las comodidades del edificio. Su idea era mantener las expensas a menos de US$2000 mensuales por unidad, por lo que hay una pileta al aire libre y un pequeño gimnasio, pero no mucho más.
“Muchos de nuestros compradores tienen otras casas y querían tarifas de mantenimiento bajas. “Lo que les encanta de esta área es la amplitud, la cercanía al océano y la ‘vibra de pueblo chico’”, afirmó.
A diferencia de Punta del Este, donde el horizonte ha ido subiendo poco a poco (el nuevo Fendi Château Residences, un complejo de cuatro edificios, tiene unos 27 pisos), José Ignacio y sus alrededores tienen estrictos códigos de construcción destinados a preservar el medio ambiente y la identidad rural de la zona (los edificios no pueden exceder los seis metros). En un momento en que la gente en todo el mundo está reconsiderando la vida en la ciudad, la promesa de rusticidad y buen gusto es muy atractiva, pero obviamente tiene un precio.
Los terrenos frente al mar, que se están volviendo escasos, pueden costar por encima de los US$1600 por metro cuadrado, muy por arriba de los terrenos en zonas costeras uruguayas que están menos de moda. Una casa construida por un arquitecto local requerido arranca en los US$2150 el metro cuadrado. Gómez Schirrmann completó recientemente una residencia de 465 m², construida en las dunas de arena de la Playa Mansa, conocida por sus espectaculares puestas de sol. Incluyendo la tierra, la casa costó alrededor de US$4 millones.
Todavía quedan algunas oportunidades por encontrar. En La Juanita, un vecindario que se desarrolla lentamente solo un kilómetro y medio al Oeste del pueblo, los terrenos ubicados a unos 300 metros de la playa cuestan entre US$320 y US$430 por metro cuadrado.
Pero muchos compradores, especialmente los extranjeros, pueden no tener muchas ganas de supervisar una construcción desde cero o encargarse de la logística del mantenimiento de la casa a distancia. El cercano Costa Garzón ofrece casas diseñadas a medida y servicios estilo condominio como limpieza, jardinería y más. Concebido por Alejandro Bulgheroni, un magnate argentino de la energía que tiene en la zona un campo de golf de nivel mundial y una bodega galardonada, Costa Garzón está preparada para ser el desarrollo más exclusivo de la zona, si no de todo el país.
Ubicado justo en la Playa Brava de José Ignacio y a solo cinco minutos en auto del centro del pueblo de Garzón, esta colección de parcelas junto al mar -que van desde los 1115 m² a los 1500 m² y que arrancan en los US$1.7 millones-, vienen con una variedad de extras, incluida la membresía al Garzón Tajamares Golf Club y a la Bodega Garzón, donde los miembros pueden crear sus propios vinos utilizando varietales de cualquiera de los viñedos de Bulgheroni en Uruguay, California, Italia, Francia y Australia. Costa Garzón tendrá un “club de playa” con un restaurante formal y una opción más relajada, con los pies en la arena, llamada El Chiringuito de Mallmann (por el famoso chef argentino, Francis Mallmann). El emprendimiento ya tuvo su “inauguración a medias” en el 2020. A la hora de construir, los compradores pueden contratar al equipo de Costa Garzón o traer su propio arquitecto, siempre que el diseño se ciña a determinadas pautas estéticas.
Si bien Bulgheroni apunta inconfundiblemente al jet set, es consciente de la importancia de respetar el estilo rústico de la zona. “Creo que este lugar va a seguir atrayendo a más gente, pero nunca fue pensado para personas formales; es relajado y bucólico”, concluyó.
Otras noticias de Punta del Este
Más leídas de Casas y Departamentos
Desde Palermo hasta Villa Devoto y Caballito. Subastan 9 propiedades a precios irrisorios y se pagan en pesos
Ranking. Cómo están los precios de las propiedades en la Argentina en comparación con otros países de la región
Créditos hipotecarios. Un nuevo banco se suma a los que dan préstamos UVA y acepta sumar los ingresos de 4 personas
Historias. La insólita decisión que tomó un empleado de Google porque no podía pagar el alquiler