Por la pandemia, muchos buscan ambientes de verano más privados o seguros, y los dueños se hacen de un dinero extra; el resultado es un mercado que explotó
- 4 minutos de lectura'
“Una escapada local. Disfruta los lujos de tu propia pileta privada sin la carga de tener que ser dueño de una. Un recreo de la oficina o una juntada al sol con amigos y familia, o simplemente un merecido descanso. Todo es posible con Swimply”.
Así reza el encabezado de Swimply, una de las apps de moda en el verano de los Estados Unidos. El concepto es similar al de Airbnb: se crea un usuario (hay que ser mayor de 21), se ingresa la ubicación, y la plataforma muestra piletas en alquiler por hora en la zona que se elija. Se ven las fotos, los posibles amenities extra (parrilla, un quincho o sistema de sonido) y se muestra el precio. Una vez decidido, la plataforma “matchea” consumidor con vendedor, propietario con (muy temporal) inquilino. Otra forma en que la tecnología ayuda a poner en uso bienes subutilizados para así generar ganancias para unos y proveer servicios buscados para otros.
La app, que no es la única de su tipo, tiene unos 13.000 dueños de piletas en 125 localidades del país norteamericano, incluyendo todas las grandes ciudades. Este particular nicho es uno más de los que salieron ganando con la pandemia. Desde que comenzó el 2020, tuvo más de 130.000 reservas. Durante el 2019 habían sido 36.981. Con piletas públicas cerradas, propietarios buscando hacer un dinero extra durante meses complicados, y clientes buscando ambientes más seguros y privados para reunirse, el escenario estaba dado para una explosión. Fundada en 2018, la compañía creció 4000% durante el último año. Asher Weinberger, uno de los fundadores, le dijo al Wall Street Journal que los propietarios de pileta ganan en promedio entre US$5000 y US$10.000 por mes, y que la empresa le cobra el 15% a los anfitriones y el 10% a los clientes. La mayoría de los dueños, según Weinberger, cobra entre US$35 y US$50 la hora, y las reservas usualmente incluyen entre cinco y siete personas. De tener el espacio alquilado durante buena parte del día y de manera intensiva durante el demandado verano, las ganancias de este sistema pueden ser estratosféricas: un usuario le comentó al Wall Street Journal que esperaba ganar unos US$110.000 solo durante este año (aunque con una pileta deluxe).
Peerspace es otra de las aplicaciones que compite en este mercado en auge. Al principio una plataforma para alquilar lugares para eventos o para filmaciones, rápidamente vieron que en el contexto pandémico el mercado de exteriores era considerablemente más lucrativo, y actualmente tiene publicadas miles de piletas que se alquilan por hora. Las búsquedas en la app durante junio aumentaron 360% con respecto a mayo, y 550% desde el 2019, según la compañía.
Splacer es otro competidor, con 5000 propiedades en Nueva York, Miami, Chicago, San Francisco y Atlanta. ”La gente pide estar afuera, en jardines o terrazas; la demanda se duplicó con respecto al 2019″, le comento Adi Biran, director ejecutivo de Splacer, al New York Times. Según esta compañía, algunos anfitriones han ganado hasta US$60.000 desde abril.
Como todo servicio de este tipo, las apps como Swimply no están exentas de riesgos con respecto a la seguridad, responsabilidades u obligaciones. El estatus legal de este tipo de alquiler es difuso. Los municipios o consorcios pueden tener reglas en lo que respecta al uso comercial de zonas o propiedades residenciales. O las compañías de seguros podrían no responder ante reclamos que teóricamente no cubren. Una persona lastimada o ahogada, destrucción de propiedad o hasta denuncias de vecinos por ruidos molestos; no es fácil saber cómo se procede legalmente con el alquiler de una pileta o jardín. Weinberger, de Swimply, explicó al New York Times que muchos dueños eligen quedarse en sus casas mientras tienen inquilinos en su pileta y parque, y que la empresa ofrece seguros de responsabilidad por hasta US$1 millón.
Lo cierto es que el vibrante mercado norteamericano de consumo encontró una manera (más) de conectar consumidor con servicio de forma lucrativa. Piletas por hora, uno de los clásicos del verano en Estados Unidos.
Otras noticias de Piletas
- 1
Por qué a este pequeño pueblo europeo lo creen “maldito” y está abandonado
- 2
Los empresarios que pelean por una codiciada esquina de Palermo
- 3
La “letra chica” de un crédito hipotecario: entre tasas e impuestos pueden sumar un costo extra de hasta 5%
- 4
Solo viven 700 personas: la ciudad de Estados Unidos que regala terrenos para que la gente se mude