Luego de meses de aislamiento por la pandemia del coronavirus, en las celebraciones o juntadas esporádicas se da el reencuentro de familiares y amigos que llevan tiempo sin verse. La emoción de estar juntos deberá seguir manteniendo ciertas pautas de cuidado, distanciamiento y prevención. El máximo de personas permitidas es 10... pero ¿cómo hacer para que en un departamento no haya riesgos y se pueda disfrutar del evento si temores? Aquí te contamos algunas precauciones y medidas a tomar para hacer de esos eventos algo único y disfrutarlos con naturalidad.
La mesa, con distribución y distancia
Las reuniones sociales deberán tener un máximo de hasta 10 personas al aire libre, según recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Teniendo en cuenta esa cantidad de asistentes, ordenar sus lugares en la mesa y respetar los protocolos, es clave.
En la distribución de lugares se aconseja mantener la distancia de dos metros entre cada uno de los comensales y no mezclar grupos familiares: sentar al lado o enfrente a aquellos que sean convivientes o tengan contacto habitual.
Con calor y sin lluvia: aire libre
Organizar el encuentro en una casa que tenga espacios al aire libre como patios, terrazas, jardines, quinchos abiertos o balcones. Si la única opción es el living, evitar que sea un espacio cerrado o chico, mantener ventanas y puertas abiertas para generar una buena ventilación. De esta manera no solo correrá el aire, sino que también se evita encender el aire acondicionado, ya que es un elemento de contagio. Armar la mesa al aire libre protege a los más vulnerables. Y si hay balcón se podrá armar parte adentro y parte afuera.
Barbijos para los olvidadizos
El anfitrión podrá colocar una canastita con barbijos nuevos en la puerta del lado de afuera para ofrecer a quien se haya olvidado el suyo o se le rompió el elástico en medio de la velada. Si un asistente tiene que levantarse para ir al baño o salir a la calle a buscar algo, es indispensable el uso de barbijo siempre. Solo en la mesa deberían quitárselo.
Alcoholizados... en gel
Sectorizar la casa para dejar solo algunos ambientes “habilitados” para las visitas y distribuir alcohol en gel en aquellos espacios que tendrán circulación, por todos los rincones. Lo que abunda, no daña: en la mesa donde se comerá, en la cocina, en el baño, en el sitio donde puedan dejar carteras y regalos, y en espacios de paso estratégicos como un pasillo, una mesa ratona, la repisa de una biblioteca.
Desde ya, antes de que lleguen las visitas hay que esperarlas con la vivienda sanitizada: lavar objetos de uso compartido como picaportes, canillas, mesas, el botón del baño y el interruptor de las luces.
Conductor “de cocina” designado
Para evitar la circulación de personas es fundamental que haya alguien encargado de los alimentos y todo aquello que se necesite llevar y traer de la cocina a la mesa. Es indispensable que se sepa con anticipación cuál será el menú y qué querrá comer cada uno para elaborar las comendas, tener todo anotado y armar los platos de cada invitado al momento de sentarse. La persona designada para tener acceso a la cocina recibirá las comidas que lleven los invitados, será el único autorizado para sacar de la cocina los platos ya servidos y asistir en lo que sea necesario o haga falta. Siempre con guantes descartables. Así se evitará que todos compartan pinzas, cucharas, elementos para servir y manipular platos ajenos. ¡Vale darle un regalo extra al maître de la familia!
Utensilios anti-covid
Tanto antes como después de la cena es importante desinfectar los cubiertos y vasos que se utilizan durante la comida. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), es recomendable lavar con guantes desechables los platos y utensilios, usar agua caliente y detergente o, preferentemente, usar un lavavajillas. Al finalizar, quien limpió y recogió los elementos usados deberá sacarse los guantes y lavarse las manos.
Yo bebo, tú bebes
Es importantísimo no compartir el mismo vaso y también la misma botella. Para evitar que muchas manos manipulen el envase, lo ideal es incorporar a la cena de navidad bebidas individuales: botellitas o latas de 250, 330 o 500 ml. Hoy en día el mercado ofrece varias opciones tanto para las gaseosas como para las bebidas alcohólicas como cervezas, vinos, sidra, champán y hasta tragos.
Si se compran envases grandes, lo recomendable es que una sola persona (la misma designada para la cocina) sea la encargada de servirle al resto desde una jarra o botella.
Y cada vaso debe estar identificado con algún color o nombre en su exterior para que no haya confusiones. En este año atípico, el brindis tendrá que ser sin chocar copas. Pero mirándose a los ojos, siempre.
El fotógrafo de la cena
Después de un año marcado por la distancia de los seres queridos, el reencuentro de las fiestas amerita unas fotos para el recuerdo. Sin embargo, la distancia tendrá que seguir siendo la protagonista de la escena. En el momento de tomar la fotografía, evitar los acercamientos entre los presentes y usar ángulos o ubicaciones que favorezcan la distancia real aunque en la foto no se note. Designar quién será el paparazzi del evento que circulará en determinados momentos y no usar cámaras ni celulares ajenos. No hace falta sacar con diferentes dispositivos, luego las fotos se comparten.
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