El edificio ofrece 545 pequeñas habitaciones con servicios de alta gama, apuntados a un público joven de entre 22 y 35 años que busca alternativas de vivienda en un mercado con pocos departamentos asequibles
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En el este de Londres, el edificio Old Oak se levanta como un pionero en el concepto de vivienda compartida a gran escala. Con 10 plantas y una apariencia que recuerda a un hotel de lujo, este innovador complejo abrió sus puertas en la primavera de 2016 y se convirtió en el epicentro de una nueva forma de abordar el alojamiento en una de las ciudades más costosas del mundo.
Administrar la escasez de viviendas asequibles y aliviar la soledad que a menudo acompaña a la vida en la metrópolis son los desafíos que el edificio Old Oak busca enfrentar. Situado en el noroeste de la capital británica, la construcción se destaca no solo por su tamaño imponente, sino también por su enfoque en el coliving a una escala sin precedentes.
Gestionado por el promotor privado The Collective, el edificio cuenta con una variedad de comodidades que lo hacen más parecido a un resort que a una vivienda común. Desde un spa y gimnasio hasta una biblioteca, un espacio colectivo, un restaurante e incluso un cine, el Old Oak ofrece un abanico de opciones para el entretenimiento y la comodidad de sus residentes.
Sus 545 habitaciones, ocupadas mayormente por jóvenes activos de entre 22 y 35 años, se destacan por sus amplios espacios comunes de estilo industrial, adornados con sillones coloridos y muebles de madera. Éstos van desde los salones comunales temáticos a las cocinas, los baños, las salas de estar, los lugares de trabajo conjunto y las terrazas en la azotea, todos espacios que permiten fomentar la interacción y el establecimiento de conexiones sociales, un aspecto clave en la filosofía del edificio.
La inversión en el Old Oak no es solo financiera, sino también emocional. Muchos de los residentes afirman que la facilidad para conocer a nuevas personas es uno de los aspectos más destacados de vivir en este edificio. Para aquellos que enfrentan los altos costos de vivienda en Londres, donde es común destinar entre el 40 y el 50% del sueldo neto al alojamiento, la comunidad y el ahorro financiero que ofrece el Old Oak son un atractivo irresistible.
Según los datos revelados por la agencia inmobiliaria Hamptons, en abril, alquilar una vivienda en la capital británica costaba en promedio £2210, marcando un nuevo récord. Por el contrario, el precio mensual de alquilar en Old Oak oscila entre £850 y £1100, y a pesar de la inversión, los residentes encuentran en este enfoque de alojamiento una respuesta a la crisis de vivienda que las autoridades públicas aún no han abordado completamente.
En un panorama donde las ciudades se vuelven cada vez más impersonales y las viviendas más costosas, el edificio Old Oak es una solución rentable y socialmente enriquecedora, dando a los londinenses una nueva forma de vivir, socializar y hacer frente a los desafíos urbanos contemporáneos.
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