La propiedad del músico que combina el estilo del músico y de artistas del país latinoamericano en la decoración fue alquilada por una pareja de brasileros
- 3 minutos de lectura'
Dos departamentos de David Bowie en Nueva York se volvieron icónicos. Bueno, todo se vuelve icónico dentro de un radio (literalmente) de unos pocos metros dentro del planeta Bowie. No iba a ser diferente en su hábitat. Una de las propiedades, con 1500 m², ubicada en el Soho, se vendió en julio del año pasado por casi US$17 millones. El otro está en el centro de Manhattan. Allí vivió durante diez años, entre 1992 y 2002, con su esposa, Iman. Es más “modesto”: mide 174 m² y tiene vista al rque Central Park. Fue comprado en 2017 por chinos que desembolsaron US$6,5 millones. Como extra, se llevaron el piano de cola que el músico tocaba en la sala de estar.
Ahora, el departamento de tres habitaciones entró en el mercado de alquiler. El piano desapareció de la imagen, al igual que la sala de pánico que Bowie instaló en el baño principal. Fue en este punto de la historia que un par de brasileros-que viven en Río, trabajan en el cine y prefieren mantenerse en el anonimato- se enamoraron de la propiedad y la eligieron como hogar para las temporadas neoyorquinas.
Lo poco que quedó de Bowie se guardó en el proyecto de decoración encargado por la escenógrafa Gigi Barreto, de CasaVidaCenário, y por el estudio de arquitectura Idipi. Los nuevos residentes querían sentirse como en casa cuando estaban allí. La consigna, entonces, la casa se volvió brasilera. Resultado: una propiedad en Nueva York que combina la pintura jaspeada elegida por Bowie para algunas paredes y un panel de cuero creado por el artista cearense Mestre Expedito Seleiro. Tiene un vestidor bañado en oro creado por la estrella del pop y obras de jóvenes artistas plásticos como João Incert de Río y Derlon de Pernambuco.
“Exótico o no, todo lo que tenía lo conservamos”, dice Barreto. “Podría haber elegido obras de artistas brasileros de renombre internacional, pero preferí gente emergente. Creo que Bowie estaría feliz con la idea de hacer visibles nuevos talentos”, asegura la escenógrafa, contratada por los nuevos habitantes.
Entonces, surgió otro desafío: reunir referencias de Brasil y honrar al ex residente, tanto en la elección de muebles y objetos para crear un homenaje físico. Un ejemplo: se seleccionó un sofá de terciopelo rojo, que al escenógrafo le pareció del estilo de Bowie, así como las diez sillas de la mesa del comedor.
Pero hay un rincón en medio de todo eso que es más Bowie que todos los demás. Es ahí, en una especie de foyer del apartamento, entre dos columnas, donde cuelga ese cuadro jaspeado de fondo de una foto del cantante hecha por Brian Aris. Vestido con un traje verde, con una puerta rosa de fondo, el artista parece transportado a Mangueira. Y esa era la idea.
“Esa foto la vi en una exposición en honor al estilista Thierry Mugler y en su momento me acordé de Cartola”, cuenta Barreto. En la casa, hay varias obras. Una de ellos, firmada por Bruno Veiga, transporta hasta allí piedras portuguesas desde las aceras de Rio. Otra, de Marc Ferrez, abre sus brazos sobre la Bahía de Guanabara.
En una entrevista con MTV Brasil en 1997, Bowie dijo que era un “buitre cultural” y solía explorar el arte de cada país que visitaba. Estuvo dos veces en Brasil. En una de esas visitas, declaró que era fanático del estilo de Oscar Niemeyer. “Creo que es casi una procesión ir a Brasilia a ver obras de Oscar Niemeyer”, dijo.
Otras noticias de Real Estate
- 1
Por qué a este pequeño pueblo europeo lo creen “maldito” y está abandonado
- 2
Los empresarios que pelean por una codiciada esquina de Palermo
- 3
La “letra chica” de un crédito hipotecario: entre tasas e impuestos pueden sumar un costo extra de hasta 5%
- 4
Solo viven 700 personas: la ciudad de Estados Unidos que regala terrenos para que la gente se mude