La casa de ski en Aspen promete ser la más cara en la historia de ese destino: está en la cima de la montaña y tiene acceso directo a un circuito para salir esquiando desde el jardín
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Para los amantes de la nieve, la ciudad estadounidense Aspen es una de las más populares del mundo: el año pasado su centro de esquí fue visitado por casi un millón y medio de turistas. Un dato que lo consolida como un destino aspiracional con una oferta inmobiliaria única en el país.
En la cima más empinada de la montaña un circuito llamado Little Nell ski run tiene construido un grupo selecto de cinco mansiones de mega lujo.
Una de ellas está en venta y su dueño pide una suma extraordinaria por la misma. En caso de concretarse la operación en una cifra similar a la publicada, será “la casa más cara jamás vendida en la codiciada localidad”, según TopTenRealEstateDeals.com.
A más de 2300 metros de altura, la mansión en las rocosas montañas nevadas se vende a US$100 millones, una cifra que supera con creces el récord de US$72,5 millones, el monto al que se vendió la mansión más cara de esa zona hasta el momento.
Los valores contrastan fuertemente con la mediana de precios que allí se maneja, que ronda los US$9,5 millones, y que lo consolida como uno de los barrios con el mercado de real estate más caro del mundo. Un dato no menor es que al precio descomunal de publicación se le suman los US$86.143 que sus dueños pagan de impuestos por año.
Construida en 1979, la propiedad de 1300 metros cuadrados formó por muchos años parte del patrimonio del empresario manufacturero de Detroit Joel Tauber.
El ejecutivo compró la propiedad por poco más de US$9 millones en 1996, según informó el Wall Street Journal en julio del 2022 cuando la propiedad volvió a estar en venta.
El inmueble con fachada de piedra desprende exclusividad por donde se lo mire. Dado que fue renovada en 2015, está diseñada con una impronta moderna que atraviesa sus tres pisos completamente.
La propiedad tiene 10 dormitorios, varias salas de estar, un gran hall de recepción, un gimnasio, un comedor formal, una sala de juegos, un bar, una oficina y una sala donde guardar los equipos de esquí.
Los 460 metros cuadrados de terrazas y patios exteriores son uno de sus puntos más destacados, ya que los residentes pueden disfrutar de la vista a la cadena montañosa mientras toman un poco de sol desde la comodidad de sillones.
El terreno donde está construida la casa mide más de 5600 metros cuadrados y tiene un diferencial invaluable en el mundo del ski: cuenta con acceso directo a la pista para salir y entrar esquiando a la mansión.
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