Las calles de la zona supieron mantener la esencia a lo largo de los años, pero en el último tiempo tuvo una importante transformación
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La esencia de barrio residencial de casas antiguas y calles adoquinadas que escapan al bullicio del tránsito aún predomina en este lugar, pero en los últimos años Villa Devoto se fue modificando: bares y locales gastronómicos, con importantes nombres del rubro, desembarcaron para darle una vida distinta a una zona que está en plena transformación.
Su gran cantidad y variedad de árboles es uno de sus rasgos más particulares que lo convierten en “el jardín de la ciudad”. En la antigüedad, Devoto tenía lujosas quintas y caserones que marcaron esa herencia en las casas actuales que saben convivir con los edificios modernos. Pero, a pesar de que en los últimos años experimenta un notable aumento en la demanda de viviendas, el barrio porteño mantiene su identidad y es un imán para los que buscan su hogar.
“Algunas de las principales razones por las cuales ‘el jardín de la ciudad’ atrae a los compradores es la tranquilidad de sus calles, su característica arquitectura y, sin dudas, la Plaza Arenales”, asegura Sebastián Orlandi, presidente de Flamma Real Estate. Esta última se extiende por cuatro manzanas y está delimitada por las calles Bahía Blanca, Mercedes, Nueva York y Pareja.
Por otro lado, Devoto también ofrece una gran variedad de instituciones educativas y de espacios culturales, que se suman al centro comercial y al polo gastronómico en continuo auge.
Hoy en día, casi no hay cuadras que no tengan desarrollos en construcción, algo impensado hace menos de 10 años. ¿Quiénes eligen vivir en Devoto? El público que busca hacer del barrio fundado por Antonio Devoto su hogar, “son personas que ya viven en la zona y no quieren irse de allí”, cuenta Orlandi. Pero también, suma el desarrollador: “Mucha gente del conurbano compra su vivienda en el lugar, vienen de San Martín, Ramos Mejía o Castelar buscando un barrio que aporte seguridad en la ciudad de Buenos Aires, pero que no esté explotado de grandes proyectos”.
Un dato clave es que “la zona se está renovando con los desarrollos de edificios de mediana altura que respetan el estilo arquitectónico del área, contribuyendo a una densidad habitacional equilibrada. Este crecimiento urbano se extiende hacia la zona de Panamericana y Monte Castro, donde el desarrollo de nuevos proyectos sigue en aumento”, Martín Piantoni, CEO de Alton Desarrollos.
“Villa Devoto se destaca por una mezcla única de espacios verdes, construcciones de baja altura y una comunidad consolidada. Espacios que no sólo ofrecen calidad de vida, sino que también se presentan como una atractiva oportunidad de inversión a largo plazo”, afirma Martín Piantoni, CEO de Alton Desarrollos. Y comparte números: el valor del metro cuadrado creció aproximadamente un 40% en la última década, lo que es un claro indicativo del creciente interés en la zona. A diferencia de otros barrios más densamente poblados, Villa Devoto mantiene su aire de barrio, caracterizado por las casas bajas y una escasa cantidad de edificios en altura, agrega.
Además, muchas familias que han vivido en casas grandes en la Ciudad de Buenos Aires están optando por mudarse a departamentos de tamaño cómodo, eligiendo continuar su vida en el barrio que aman. Esta tendencia demuestra el apego emocional que los residentes tienen hacia estos barrios. “En este sentido, la oferta de servicios también ha crecido significativamente. La plaza Arenales se transformó en un polo gastronómico, con una variedad de restaurantes y cafeterías que atraen tanto a vecinos como a visitantes. Además desde hace dos años funciona el Distrito del Vino, eje que comparte con Paternal y Villa del Parque, promovido por el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción del Gobierno.
En cuanto a las microzonas del barrio, “los desarrollos de alrededor de la plaza están apuntados a familias locales, todo lo que suele edificarse en esa zona es de alta gama y es la parte más aspiracional del barrio”, afirma Ximena D’Adam, titular de Century 21 D’Adam, y agrega que en el resto de la zona, “se sigue la misma línea donde las ofertas deben ser atractivas y de buena calidad, ya que las construcciones de bajo costo no tienen buena recepción en los compradores que eligen a Devoto”.
“La gente de Devoto quiere vivir como en una casa”
La zona de la plaza y la periferia de ella se encuentra con protección histórica (APH36) limitando la altura de los potenciales edificios, por lo que, las empresas constructoras apuntan a calles un poco más alejadas que dan posibilidad de edificar más metros cuadrados.
Tal es el caso de un proyecto ubicado a 250 metros de la plaza, sobre Salvador María del Carril, que comenzará a construirse a finales de 2024. Serán alrededor de 10.000 metros que se construirán en cuatro pisos, con 30 unidades premium de tres, cuatro y hasta cinco ambientes que irán desde los 80 hasta los 290 m² cubiertos, de las cuales seis contarán con su propio SUM y piscina privada. “Con este proyecto esperamos mantener el característico verde de Devoto, por lo que tendrá muchas plantas autóctonas de la zona”, cuenta el presidente de Flamma Real Estate.
Otro desarrollo se encuentra sobre la calle Navarro al 5000. El proyecto, que ya tiene el 88% de sus unidades vendidas, comenzó en septiembre de 2023 y espera entregarse a mitad de 2025. Incluirá ocho unidades de dos, tres y cuatro ambientes, que van desde los 60 hasta los 137 m² totales. Las unidades de dos ambientes tienen un valor total de US$116.000 con un precio de US$1841/m²; los tres ambientes cuestan US$136.000 y tienen un valor de US$1888/m²; y los cuatro ambientes se comercializaron alrededor de los US$260.000, con un valor de US$1897/m².
A una cuadra del proyecto de Salvador María del Carril, en la calle Pareja al 3600, un edificio de ocho unidades, de las cuales solo queda una en venta, está próximo a entregarse. Son departamentos de cuatro ambientes y alrededor de 300 m², con un valor de US$4000/m² y la unidad que aún se comercializa tiene un ticket total de US$1.200.000.
En esta construcción, también el verde tiene su protagonismo: “Cuenta con una terraza verde, un jardín vertical de ocho metros de altura y un jardín en el que plantamos dos fresnos adultos y otras especies para generar un pulmón verde”, asegura Orlandi.
Con una palmera dentro del mismo lote, en Cantilo al 4600, se encuentra en la última etapa de desarrollo un edificio de cuatro pisos que lleva vendidas el 75% de sus 30 unidades, que van desde estudios hasta cuatro ambientes. Con una inversión inicial de US$10 millones, los departamentos arrancan en los US$3000/m² y llegan hasta los US$4000.
Un proyecto distinto es el que se está realizando en Salvador María del Carril al 5000, pero que no deja de perder la esencia del barrio: tendrá más de la mitad de sus superficie destinada a espacios verdes. MilAires comenzó a desarrollarse en 2021 y se llevará a cabo en cinco etapas, de las cuales se está por comenzar a entregar la primera de ellas. Se trata de 220 unidades de las 870 que tendrá el proyecto completo, divididas en cinco torres. Los departamentos van desde uno a cuatro ambientes y tienen un valor promedio de US$3400/m². Del total del proyecto, en poco más de dos años, se vendió el 80% del emprendimiento, logrando una revalorización del 70% con una inversión de US$140 millones.
De cara a futuro, “la expectativa es que el valor del metro cuadrado siga creciendo, impulsado por la demanda de nuevos desarrollos y la constante renovación de la infraestructura”, asegura Piantoni.