Después de tres años y la desaparición de US$30 millones, el proyecto resurge con 1200 unidades a la venta, laguna y reserva natural
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La historia del proyecto Blü - Comunidad del Lago en Pilar es complicada desde antes de haber iniciado las obras que le darán vida. La crónica incluye fideicomiso, estafa, autogestión y ahora parece que tendrá un resurgimiento notable. Emplazado en un terreno de 300 hectáreas a la altura del kilómetro 50 del Ramal Pilar de la Panamericana, se trata de un megadesarrollo inmobiliario que quedó trunco luego de la presunta estafa del grupo Hope Funds, de Enrique Blaksley Señorans, en 2017.
El juicio a Blaksley, conocido como el “Madoff argentino” (por Bernard Madoff, el cerebro detrás de la estafa más grande en Wall Street), comenzó el pasado 18 de febrero y el Tribunal Oral Federal N° 4 acaba de otorgarle la prisión domiciliaria con una fianza de $450 millones luego de haber estado preso en Ezeiza desde 2018 (donde se hizo amigos como de “El Pata” Medina, hombre fuerte de la UOCRA de La Plata). Los delitos por los que fue juzgado son los de asociación ilícita, estafa, lavado de activos de origen delictivo e insolvencia fraudulenta.
La historia de los estafados en este proyecto, originalmente llamado Verazul, empezó ya en el 2017, cuando desaparecieron casi US$30 millones. Esa era la suma que ya habían aportado diversos compradores por casi 450 lotes (398 propietarios), los cuales se abonarían en cuotas. Algunos incluso habían completado el pago por sus terrenos. Cuando los compradores descubrieron, en pleno desenlace del escándalo Hope Funds (la estafa más grande en la historia de la Argentina) que el dinero se habría usado para cubrir insolvencias del grupo a cargo de Blaksley, el panorama era negro. Sin embargo, la figura jurídica del proyecto era la de un fideicomiso. Es decir, la propiedad de las tierras no se vio afectada ni sujeta a los embates de los acreedores de Hope Funds, ya que el fideicomiso genera un patrimonio aparte y sólo responde por sus propias deudas. La plata no estaba, pero los terrenos estaban a salvo. Y todavía faltaban cobrar unos US$8 millones de las cuotas remanentes. Los estafados conformaron un consorcio, por fuera del fideicomiso, para mantener el proyecto a flote. Solventaron los “gastos de supervivencia” (seguridad del predio para evitar una toma, sueldos para la administración fiduciaria, impuestos municipales para no ir a remate) con aportes voluntarios, y se pusieron en campaña para relanzar.
En el 2018, los compradores constataron que la tramitación de permisos faltantes, planificación financiera, contratación de proveedores, comercialización, etc. los excedía por completo, y contrataron a la desarrolladora M2Spaces, quien se hizo cargo del proyecto. Así, se procedió al cobro de los aproximadamente US$8 millones que los compradores aún no habían adelantado como pago por las cuotas. La plata que se había salvado de la estafa de Hope Funds. Comenzaron a tramitar los permisos municipales nuevos (tras el cambio de administración política en Pilar, los requisitos ambientales se modificaron), encargaron un rediseño del masterplan al estudio BMA Arquitectos y, tras meses de parálisis por la pandemia y la cuarentena, esperan iniciar obras en aproximadamente dos meses. “Teníamos planificado arrancar en mayo pasado, pero la pandemia lo hizo imposible. Ya licitamos la obra, estamos haciendo los trámites finales en la municipalidad y esperamos arrancar en 60 días”, dice Daniel Silva, CEO de M2Spaces. Con el inicio de obra, comenzarán a vender los lotes y unidades restantes, equivalentes a casi el 60% del proyecto.
El proyecto hoy
El emprendimiento se construirá alrededor de una laguna de 40 hectáreas, con una profundidad promedio de 40 metros. La laguna se alimenta directamente de la napa, por lo que el agua es absolutamente potable. Aprovechando las condiciones ideales de profundidad y cristalinidad del agua, planean abrir una escuela de buceo dentro del predio.
Además, aproximadamente 100 hectáreas se destinarán a una reserva natural. Ubicado en un área inundable en la ribera del Rio Luján, es una zona de humedales y pastizales de pampa húmeda. Con el asesoramiento de la ONG Aves Argentinas (la entidad dedicada a la conservación más antigua de Sudamérica), crearán un sitio público-privado dedicado al avistamiento de flora y fauna, la conservación y la educación ambiental, con características similares a las de un parque nacional. Tendrá senderos, miradores y programas de visitas, y estará abierto a instituciones públicas, organizaciones sin fines de lucro, colegios y público en general. “Con este proyecto no solo no vamos a avanzar sobre el ecosistema, sino que vamos a colaborar activamente con su preservación y ponerlo en valor”, afirma Silva. Además, la sustentabilidad la relaciona también al modelo de negocios: “Creemos que este concepto será generalizado en un futuro cercano. La gente tiene cada vez más conciencia ambiental. De la misma manera que hoy a nadie se le ocurre comprar un auto sin airbag o sin cinturones, a nadie se le va a ocurrir comprar en un lugar que no se incorpore la variable ambiental en la planificación del territorio”, continúa el desarrollador.
Serán cerca de 1200 unidades, entre lotes y departamentos. Los lotes, que en promedio tienen 900 m² -los más pequeños de 700m²-, se dividen en perimetrales, centrales y sobre el agua (estos últimos abarcan el 20 y el 25% de los terrenos). Además, habrá una zona de chacras de hasta 5000 m² cada una. Los perimetrales cotizan a US$80 por m², los internos a US$110, los que están sobre el agua a US$220 por m² y las chacras a US$450 por m².
El proyecto tendrá la típica variedad de amenities en desarrollos de este tipo: área deportiva (fútbol, tenis, hockey), un área comercial con co-working y negocios de cercanía, y hasta ya hay un acuerdo para abrir un colegio con una conocida red educativa de zona norte. A ello se le suman la mencionada área de buceo y una escuela náutica para deportes a vela.
La primera etapa de obras, ya en marcha, tiene una inversión de US$15 millones y consiste en infraestructura y arquitectura central (club house y accesos). Además, ya se observan movimientos de suelos, vallado perimetral y hasta una casa de muestra. La segunda etapa comenzará cerca de abril y consiste en el desarrollo de la infraestructura de la reserva natural y la finalización de las obras en el área comercial y deportiva. Así, la inversión total llegará a unos US$30 millones.
Víctima de una estafa multimillonaria, luego sujeta a los cambios de exigencia regulatoria propios de los vaivenes políticos, después congelado por la pandemia, el proyecto Blü Pilar se enfrentó a desafíos de todo tipo y color. Pareciera que por fin está en marcha definitivamente, dispuesto a recuperar el tiempo perdido y a consolidarse como uno de los proyectos estrella de zona Norte.