Cuál es la diferencia de precio entre una casa con pileta y sin pileta; ¿conviene hacerla ahora y cuánto cuesta?
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En la segunda mitad del siglo pasado, una piscina era, sino un lujo, sí una instalación bastante exclusiva, sólo propia de grandes y casi cinematográficas mansiones. Luego, materiales y técnicas de construcción hicieron que la oferta se multiplicara, ganando presencia en diferentes tipos de casas de distintas latitudes del Gran Buenos Aires y también de la Capital Federal.
Cómo es lógico, los precios para concretar la idea de tener una casa con pileta tiene un rango de amplio y varían según la ubicación, ya que la tierra y su incidencia en el negocio mandan. Dicho de otro modo, el valor del lote siempre hace la diferencia. Pero las piscinas aportan los suyo.
A la hora de los ejemplos, Damián Garbarini, titular de DG Desarrollos Inmobiliarios, broker y desarrollador focalizado en el sur del GBA, comenta que las casas con pileta en la zona de Canning y Ezeiza oscilan entre los US$180.000 y los US$400.000. “Una casa promedio”, define. “También podemos encontrarlas con valores de media estándar de US$275.000, aunque hay casas que superan el millón de dólares”, especifica.
De acuerdo con el broker, en la actualidad, la oferta de inmuebles con pileta representan entre el 75% y el 80% de la oferta, lo que significa que resulta cada vez menos habitual encontrar parques sin piscinas en el corredor Canning, Ezeiza y San Vicente.
Con el GPS guiando hacia el Norte, Mariano Canedo, broker y martillero público de Century 21 Canedo, para responder la misma pregunta elige dos barrios de distintos perfiles. Según indica, una casa con pileta en Pilar del Este ronda en los US$160.000. “Por supuesto, las hay por valores inferiores, pero ese es el promedio”, comenta y aclara que se trata de una urbanización accesible en cuanto a valores. Asimismo, en el caso de Puertos, en Escobar, un conglomerado de perfil medio-alto, las casas con pileta están en alrededor de los US$280.000, siempre dependiendo de las ubicaciones de los lotes”, detalla.
Pero a la hora de hacer los números, cuánto suma a una propiedad contar con una pileta. “Este es un buen punto para aclarar”, responde. “La pileta va a ser una inversión necesaria para que el potencial comprador se incline finalmente por la propiedad que la posea, es decir, para que a la vista de la persona interesada se convierta en un gran plus que tiene el inmueble. Pero lo cierto es que no va a generar que el potencial cliente pague más porque haya una piscina. En resumen, no se verá reflejado en el precio, pero si va a provocar que la casa se venda rápido”, desarrolla.
En el Oeste, la zona de Castelar o el barrio inglés de Hurlingham alberga las casas con pileta más exclusivas de allí. Así lo afirma Facundo Carfi, director de Eduardo Carfi Propiedades, inmobiliaria con actividad en el área desde 1931, quien sostiene que hay opciones en oferta en alrededor de US$300.000. “Obviamente, también hay por menos. Y por mucho más. En el country Los Pingüinos, uno de los más reconocidos del área, por ejemplo, hay casas que oscilan entre los US$600.000 y los US$2 millones”, precisa.
También hay oferta en Ituzaingó y Francisco Alvarez, en un rango de precios menor. “La pileta ya es un básico”, asegura el broker, quien remarca que suma a la hora de vender, fundamentalmente, porque evita la molestia de tener que hacerla.
Finalmente, en Capital Federal, Miguel Di Maggio, director de la inmobiliaria Depa, dice que la oferta de las casas con pileta es escasa. De todos modos, asevera que pueden hallarse barrios como Belgrano R, Núñez, Saavedra, el bajo Belgrano y algún sector de Villa Urquiza donde haya casas con pileta.
“El margen del valor de una propiedad así en CABA es muy amplio. Depende de varios factores como el estado de la construcción, por lo que no es posible dar un precio concreto de referencia, a raíz de la multiplicidad de aspectos a tener en cuenta. Así y todo, en los barrios mencionados se ofrecen muy buenas casas que, en promedio, oscilan entre los US$400.000 y los US$500.000. De ahí, para arriba”, sentencia Di Maggio.
Hágala usted mismo
Para quienes deseen sumar una piscina a la propiedad, Luis Signori, gerente general de Compañía Gerenciadora Fiduciaria, desarrolladora de distintos barrios del Gran Buenos Aires, señala que el costo de una pileta de ocho metros por cuatro metros en construcción tradicional oscila entre los US$8000 y los US$12.000. “De todos modos, los valores pueden variar según el diseño y terminaciones tales como la colocación de iluminación, automatización o climatización”, aclara.
El desarrollador desgrana los costos, uno por uno: por ejemplo, un lote de 800 metros oscila entre los US$50.000 y los US$60.000, con una casa de unos US$150.000 aproximados (los costos para una vivienda unifamiliar oscilan entre los US$700 y U$S850/m², dependiendo de las terminaciones) y una pileta de U$S10.000. Estos números implican una inversión de entre US$200.000 y los US$210.000. Un producto que luego se revenderá entre US$250.000 y US$260.000. Es importante destacar que la variación de precios se encuentra en los lotes que se eligen y donde éstos se ubiquen”, enfatiza.
Otra visión tiene Garbarini quien afirma que hay piscinas que jerarquizan inmuebles y ascienden sus precios entre US$30.000 y US$40.000. “Una piscina de 21 m² (3x7), completa de hormigón, con borde de venecitas, equipamiento completo y tres luminarias led tiene un costo de $1 millón aproximadamente”. Por cierto, es posible encontrar piletas de fibra de vidrio a partir de los $350.000, a lo que hay que sumarle la colocación. De acuerdo con el comercializador y desarrollador, en el corredor Canning Ezeiza, de 10 obras nuevas, ocho se proyectan con pileta. “La pileta bien hecha, bien diseñada claramente es un upgrade que suma mucho”, remarca Garbarini.
De acuerdo con las fuentes, la pileta no es un condicionante a la hora de realizar un loteo, pero, tal como apunta Canedo, sí lo es al momento de planificar o diseñar la vivienda. “Por lo general las reglamentaciones municipales a la hora de lotear exigen un mínimo de metros cuadrados y siempre queda espacio para hacer la pileta”, adiciona.
El atractivo de la pileta es innegable. Así lo destaca el broker de la zona Sur: “Hay barrios de segmentos al costo que no tienen grandes amenities y, por ende, muchas veces no hacen pileta. Pero luego de ser entregados a los compradores y tras el armado de comisiones deportivas, los vecinos deciden hacer piletas comunes. Así, tarde o temprano, barrios planificados sin piletas comunes terminan teniéndola, y la comunidad se va armando cerca del espejo de agua”, finaliza.
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