El economista Federico González Rouco escaneó la realidad del sector inmobiliario y definió de cuánto tendrían que ser los sueldos para poder acceder a un crédito
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La adquisición de una vivienda es una de las decisiones que más se meditan a largo plazo. “Por eso la certidumbre es esencial”, aseguró el economista Federico González Rouco, autor de los libros El Relato y Dueños o Inquilinos: ¿cómo pensar el acceso a la vivienda?. En un análisis general del mercado inmobiliario que realizó en el 7mo. Summit de Real Estate oganizado por LA NACION, analizó el revoltoso contexto macroeconómico en el que intervienen la inflación, falta de crédito, ley de alquileres, entre otros factores de gran peso.
“Estamos parados en un momento de inestabilidad e incertidumbre económica y política. Tuvimos tres ministros de economía en un mes, algo que no había pasado desde la salida de la convertibilidad. A esto se suma una inflación que no vivíamos desde la salida de la hiper y no necesariamente está llegando a su pico. También los salarios, en dólares, están un 60% por debajo comparando con 2017, y con la actividad económica intentando recuperarse, pero con muchas trabas”, resumió el panorama actual González Rouco.
El camino a una macro desestabilizada se construyó a partir de grandes hitos que sucedieron concentradamente desde 2016 a esta parte: se dieron créditos UVA (el nivel de créditos hipotecarios de 2016 y 2017 solo se habían visto en la Argentina en la primera presidencia de Perón y en una parte de la de Menem) que luego, a partir de la devaluación que empezó en 2018, se terminaron rápidamente. A esto se sumó el congelamiento de los alquileres, la nueva ley que los regula, los consiguientes aumentos de los mismos. “Esto hizo que fuera difícil pensar a futuro”, concluyó el autor.
Es en ese marco contextual que González Rouco opina que los sueños de vivir en un lugar propio empiezan a desvanecerse: “Estamos en un momento de quiebre, en el que se rompe el aspiracional de toda una generación de acceder a la casa propia”, y agregó: “Hoy no hay demanda, y el segmento que podría darle volumen al mercado está por fuera. No puede entrar por la falta de crédito hipotecario. Actualmente, en la Argentina, para acceder a un préstamo se necesita tener ingresos por encima de los $800.000″.
Plan B
Para González Rouco una posible respuesta al problema habitacional con el que nos encontramos es crear fondos de compensación, una iniciativa que tiene de positivo que todas las partes están de acuerdo en apoyar. Para este referente, lo que ahora falta es agilizar la decisión de implementarla.
¿Por qué se necesita dar ese paso? “El nivel de escrituración viene siendo el peor durante los últimos tres años. Es cierto que hay poca actividad en el mercado y que eso genera oportunidades para quienes pueden comprar, pero también hay poca actividad porque no hay referencias ciertas de valores.”
en esa línea, sumó algunas estadísticas que completan la radiografía. “Los precios en CABA cayeron un 11% con respecto al mínimo de los últimos ocho años, pero eso apuntado al valor en dólares del metro cuadrado. Esto sucede por la salida de la demanda, y al mismo tiempo no es fácil saber el valor real por las pocas operaciones que se cierran. Nos preguntan: ¿van a seguir cayendo los precios? Vemos pocas posibilidades”, señaló.
El drama de los alquileres
En la Argentina 2,5 millones de hogares alquilan, una cifra que creció un 16% desde 2016. El 75% de esas viviendas están distribuidas en cinco provincias.
“A esas personas, pagar cada mes el alquiler les insume el 39% de sus ingresos, cuando hace un par de años implicaba un 30%. Esto se explica por dos factores: tres puntos corresponden al aumento del valor del alquiler en sí, pero los otros seis son por la pérdida del poder adquisitivo. Hoy los alquileres aumentan por inflación anual promediada con el salario, eso nos da aumentos relativos del 65%, pero en los próximos meses será del 75% al 80%”, explicó el economista.
El peor momento de la última década fue en enero de 2012, cuando el alquiler representaba un 49,5% del ingreso promedio. En esa época, el sueldo era de $5352 y el alquiler promediaba los $2655 por mes. En el otro extremo, la situación más favorable en este sentido se dio en abril del 2020, en el comienzo de la cuarentena por la pandemia de coronavirus en la Argentina, cuando el alquiler representaba un 35,2% del ingreso.
En la construcción están las oportunidades
Para el economista, la construcción está en niveles altos comparando la última década, e incluso hay margen para que siga creciendo. Sin embargo, el flagelo se radica en que “la brecha entre el costo de construcción y los salarios es alta, entonces hay oportunidades para los desarrolladores, pero no alcanza para que las propiedades sean accesibles para la demanda”, afirmó González Rouco.
En este contexto, “ya no hay tiempo para tomar iniciativas, porque hay una generación que espera poder acceder a la vivienda. Si la macroeconomía se ordena, el resto también lo hace”, concluyó.