Colores claros y ambientes compartidos predominan en la casa destinada a un uso netamente familiar
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El pop latino es un género musical que pisa cada vez más fuerte en el mercado mundial. Más allá de sus estrellas emergentes, los clásicos son inmortalizados como referentes del ritmo. Enrique Iglesias, Cristian Castro, Shakira, Thalía y Chayanne son algunos de los exponentes con trayectorias ilustres desde hace décadas Otro ícono que forma parte de ese selecto seleccionado es Ricky Martin, quien a sus 50 años todavía mantiene vivo su reconocimiento hit tras hit. Su casa, en cambio, no centra su estilo en la fiesta que evocan sus canciones sino en su presente: sus hijos y la vida familiar.
Junto a su marido (se casaron en 2017), el artista Jwan Yosef, le dijeron adiós a su vida en Las Vegas y desde 2016 viven en Beverly Hills, Los Ángeles. El cantante de Livin´ la vida loca se despierta cada mañana en su casa de 279 metros cuadrados construida en 1953. La pareja apenas estuvo a la caza inmobiliaria, ya que al tercer día su búsqueda finalizó y desembolsaron US$13,5 millones por la mansión modernista. Si bien la construcción original apenas tenía cuatro habitaciones y dos baños, en 2014 un privado la había comprado por US$3,5 millones para ampliarla y dejarla con las dimensiones con las que Martin se encontró satisfecho.
El contacto con la naturaleza es propiciado por el diseño de la casa, ya que uno de los comedores se sitúa en la galería, decorado con sillas bistró y una mesa redonda. Asimismo, la pileta climatizada está rodeada de muebles y almohadones para alentar un ambiente de conexión donde compartir el día.
Su misión principal era buscar un ambiente cómodo para vivir con sus cuatro hijos: los mellizos Matteo y Valentino de 14 años, Lucía de tres y Renn de dos. Quien lo ayudó a lograr este objetivo fue el diseñador Nate Berkus, un conocido por amigos en común que también mantiene fuertes lazos sociales con la famosa presentadora de televisión Oprah Winfrey. Los mellizos tienen su habitación en el piso superior decorada en tonos azules y blancos. Una cama cucheta de madera con escalera incluida y una silla colgante con piel de oveja son los muebles que más destacan, además de la alfombra azul que contrasta con el piso de madera.
En sólo dos meses, el diseñador se encargó de ambientar la casa tal como la soñaba Ricky. Por ejemplo, el esposo del cantante es un pintor sueco de origen sirio, por lo que Berkus sintonizó sus raíces artísticas en la suite principal de la mansión e instaló una obra de arte de Kerry Skarbakka colgada sobre el respaldo de la cama. La habitación también tiene almohadones y lámparas colgantes de marcas reconocidas. Además hay una chimenea y en el baño integrado tiene una ducha de vapor.
Cuando los padres quieren salirse un poco de la vida familiar pueden ir a ambientes destinados al entretenimiento o lo social, como una sala de cine con bar integrado que puede servir vinos almacenados en la bodega privada con capacidad de almacenamiento para hasta 800 botellas. El músico incluso puede explorar su gusto por los vehículos y guardarlos en su garage con lugar para nueve autos.
La casa canaliza sensación de paz y bienestar ya que las tonalidades claras elegidas para los ambientes se potencian con la luz natural que entra por los ventanales. Es así que la sala de estar tiene sillones en L color arena y otros individuales, una mesa blanca ratona alargada y una planta que termina de decorar el living para darle un toque de frescura y color. Si no, pueden optar por pasar el rato en la sala de bienestar privada de 186 m².