Tiene vistas panorámicas a la ciudad de Nueva York y lo vendió por US$8,5 millones pero lo había comprado por US$15,5 en 2014 y lo rebajaron tres veces hasta venderlo
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Help!, Let It Be o In My Life son algunos de los clásicos hits de Los Beatles que recorren el mundo desde la década del 60. John, Paul, Ringo y George fueron uno de los cuartetos más icónicos de la historia musical y muchos han soñado alguna vez con vivir su vida. De alguna manera u otra, hoy es posible acercase a la de uno de fabulosos cuatro porque McCartney vendió su departamento en la Quinta Avenida al 1045.
La unidad en la que vivió por siete años se comercializa por US$8,5 millones. Como si el paso de una estrella mundial fuera poco, el hecho de estar ubicado en Nueva York lo valoriza aún más dada su cercanía a puntos de interés turísticos y ligados al entretenimiento como museos y las estelares obras de teatro neoyorkinas.
El departamento se divide en dos pisos entre los que se distribuyen cuatro habitaciones y cinco baños. El elemento protagónico son las espectaculares vistas al Central Park en la Gran Manzana que se pueden disfrutar desde los ventanales.
El dúplex es parte de un edificio boutique de 12 unidades, construido en 1967 por el arquitecto Manny Duell, el cual se caracteriza por su fachada moderna que contrasta con las más clásicas construidas antes de la guerra. El departamento incluso había sido habitado por el mismo arquitecto, quien en el pasado lo había comprado como un regalo para su esposa. Vivieron en él hasta que falleció Duell en 2014 y unos meses más tarde McCartney recibió las llaves.
Aún con estas comodidades, la estrella y su esposa -Nancy Shevell- no hicieron un buen negocio inmobiliario. Ocho años atrás lo habían comprado por US$15,5 millones y luego de decidir que ya no lo querían más, lo pusieron a la venta por un total de US$12 millones. Sin embargo, según informa el Wall Street Journal, el precio de publicación tampoco triunfó, retasaron el valor a US$10,5 millones y los estragos de la negociación final devolvieron solamente US$8,5 millones al bolsillo de la pareja McCartney. En otras palabras, el músico perdió US$7 millones en ocho años.
En la descripción de venta, se describía la entrega de la unidad como una “White box” (Caja blanca), es decir que el departamento se entregó vacío y las imágenes corresponden a cómo lo compró el músico hace unos años. Las fotos del aviso mostraban una gran presencia de madera oscura en los muebles y los pisos que luego se contrasta con las paredes, techo, sillones y ropa de cama en tonalidades cercanas al blanco. Además, la claridad se potencia con la fuerte iluminación natural que entra durante el día por los ventanales.