La mayoría de los que eligen irse de Estados Unidos para vivir en la Ciudad de México están en momentos opuestos de sus vidas: son jóvenes nativos digitales o jubilados
- 5 minutos de lectura'
Dos meses atrás, Chad Balkum decidió hacer las valijas y dejar temporalmente su vida en Brooklyn, Nueva York, para mudarse a la Ciudad de México y continuar con su trabajo como diseñador en un ambiente con “una energía distinta”, atractivos sociales y culturales, un menor costo de vida y un mejor clima.
El vecindario en el que solía vivir en Nueva York se ha ido encareciendo notoriamente expulsando de allí a mucha gente. “Cada vez que sales por la puerta, en Nueva York, sientes que estás gastando alrededor de US$100, mientras que aquí puedes hacer un mejor uso de tu dinero. Las cosas del día a día, desde comer hasta los gastos de subsistencia y el entretenimiento, hacen que vivir aquí sea más asequible”, afirmó Balkum, de 35 años.
Su historia podría parecer atípica en el contexto migratorio habitual entre México y Estados Unidos, caracterizado por la emigración anual de centenares de miles de mexicanos a la nación vecina. Sin embargo, el caso de Balkum no es aislado, sino más bien común durante los últimos años en la capital de México y otras grandes ciudades del país, que resultan atractivas para estadounidenses y extranjeros de diversas nacionalidades, quienes protagonizan una corriente de migración inversa, impensable hasta hace relativamente poco tiempo.
Este fenómeno responde, fundamentalmente, a las ventajas que México les ofrece para asentarse y realizar su trabajo a distancia, al poder beneficiarse de un tipo de cambio que hace rendir su dinero más por el menor costo de vida en términos nominales comparado con sus países de origen. Según cifras del Gobierno de México, de enero a septiembre de 2022 las autoridades mexicanas expidieron 8412 tarjetas de residente temporal (TRT) a estadounidenses, lo que representó un aumento de 1574 solicitudes, o un 23% más con respecto al mismo período del año anterior, cuando se reportaron 6838.
El aumento se hace aún más notorio si se contempla el hecho de que muchos estadounidenses se establecen en territorio mexicano sin solicitar la TRT a las autoridades migratorias, ya que pueden estar legalmente como turistas por un período de seis meses ininterrumpidos, el cual pueden volver a iniciar con tan solo retornar a Estados Unidos por unos días para luego volver a pisar suelo mexicano.
Edyta Norejko, directora general de la agencia de bienes raíces ForHouse, declaró que, tal y como las cifras muestran, hay un boom de extranjeros viniendo a México en los últimos años, sobre todo estadounidenses. “Tenemos dos tipos de extranjeros que llegan a México: los primeros son jóvenes de entre 20 y 40 años, muchos de ellos nómadas digitales, y los segundos son jubilados, para los que es importante ahorrar dinero”, explicó.
De origen polaco y radicada en México hace 10 años, Norejko fundó una empresa en 2014 enfocada principalmente en clientes extranjeros que buscan alquilar o comprar viviendas en la capital mexicana, en especial por las colonias Condesa, Roma y Polanco.
El incremento del arribo de nómadas digitales estadounidenses y jubilados de ese país, a juicio de Norejko, se dio durante la pandemia de COVID-19, pero también como consecuencia del aumento del costo de vida en EE. UU., sobre todo en lo referente al acceso a la vivienda y los servicios de salud.
Asimismo, la entrevistada explicó que “la vida más abierta” de la capital mexicana y los “grandes atractivos culturales” de zonas como el corredor de los barrios Condesa-Roma-Polanco hicieron que la urbe sea uno de los destinos preferidos de los extranjeros. El corredor es una zona segura, con muchas cafeterías, restaurantes, elementos arquitectónicos, atractivos y espacios a los que se puede acudir para hacer cualquier cosa del día a día.
Allí es donde la mayor parte de los estadounidenses busca rentar “viviendas de dos habitaciones como mínimo y un espacio exterior a modo de balcón o terraza, con un precio mensual entre US$1000 y US$2000”, detalló Norejko.
El monto de la renta en esa zona de la Ciudad de México, inalcanzable para muchos mexicanos, contrasta con los costos de la vivienda en grandes ciudades de Estados Unidos, que han llegado a los US$5000 y US$6000 al mes.
Los residentes locales de la Ciudad de México han visto el fenómeno de la migración inversa con reservas y críticas, dado que constituye un ejemplo y potencial agravante de los llamados procesos de turistificación y gentrificación que han vivido varias zonas de la capital mexicana en los últimos años.
Uno de los que ha sido crítico con la afluencia de estadounidenses y extranjeros en general a la Ciudad de México, por sus consecuencias para la población local, es el profesor de filosofía y crítico cultural Fernando Bustos. En sus redes sociales, Bustos relató que, a veces, llega a un café en la colonia Roma y resulta ser el único mexicano allí, además de los que atienden. “Este fenómeno tiene un impacto inmobiliario directo. Durante toda la pandemia las rentas en la Roma y la Condesa nunca bajaron el precio porque había extranjeros mudándose para acá, porque aquí les sale muchísimo más barato y esto de alguna manera termina generando un proceso de gentrificación”, expuso Bustos, en un video que subió a sus redes.
XinhuaOtras noticias de México
- 1
Por qué a este pequeño pueblo europeo lo creen “maldito” y está abandonado
- 2
Los empresarios que pelean por una codiciada esquina de Palermo
- 3
La “letra chica” de un crédito hipotecario: entre tasas e impuestos pueden sumar un costo extra de hasta 5%
- 4
Solo viven 700 personas: la ciudad de Estados Unidos que regala terrenos para que la gente se mude