El proyecto de ley propone eliminar un beneficio clave que beneficia a los propietarios; se discutirá el jueves 28 de diciembre
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El gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof buscará aumentar el impuesto inmobiliario hasta un 300%. La medida forma parte del proyecto de Ley Impositiva Fiscal 2024 que mandó a la legislatura provincial y que se discutirá en el parlamento el 28 de diciembre. La misma norma también dispondría aumentos del impuesto a los automotores y la solicitud de endeudamiento por US$1800 millones.
En caso de aprobarse este proyecto, de acuerdo al valor del inmueble y lo que el propietario tenga a su nombre los ajustes serían de entre 140% y 300% sobre el monto que pagó el año anterior (en este caso 2023).
¿Qué es el impuesto inmobiliario?
Se trata del tributo sobre la propiedad inmobiliaria que aplican todas las provincias argentinas y la ciudad de Buenos Aires. En el caso de la Provincia de Buenos Aires, es recaudado por la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA). El tributo “básico” corresponde en forma individual a una propiedad y el impuesto “complementario” se carga en caso de poseer un conjunto de inmuebles dentro una misma planta.
Los cambios en el impuesto inmobiliario
La propuesta pretende cambiar una dinámica de cobrar el impuesto que afectaría el bolsillo a lo largo del año.
1. Busca que todos estos impuestos se ajusten de forma progresiva
De acuerdo a fuentes oficiales, se establecen topes progresivos de crecimiento del gravamen respecto al año anterior, los cuales son ascendentes a mayor patrimonio. Es decir que el valor del impuesto va a aumentar progresivamente a lo largo del año en relación al impuesto total pagado el año anterior.
El 90% de los contribuyentes tendrán aumentos iguales o menores al 200% y el 10% restante tendrán subas del orden del 300%. ”Si tenemos en cuenta que la inflación acumulada entre enero 2023 y febrero 2024 se proyecta en más del 300%, la mayor parte de las partidas tendrán aumentos por debajo de la inflación”, explicaron.
El porcentaje de aumento se determina según la base imponible del impuesto, o sea, la valuación fiscal de la propiedad. Esto se calcula según la posición que ocupe en la tabla y se le suma el porcentaje por el monto excedente. Ese cálculo tiene un tope en comparación con el año anterior, en este caso el 2023. “Podría suceder que por los valores de la nueva tabla, el propietario se encasille en un aumento superior al de antes pero de acuerdo al tope que le aplica quizás el aumento sea menor para el 2024″, dice el contador tributarista Sebastián Domínguez.
- Para los propietarios cuya base imponible es de $5.054.912, el aumento máximo puede ser del 140%.
- Si la base imponible supera los $5.054.912 pero no los $9.310.820, el aumento sería de 170%.
- Si el valor fiscal del inmueble es mayor a $9.310.820 y menor que $31.465.000, el tope de aumento es de 240%.
- Si el monto está entre los $31.465.000 y los $121.800.000, el aumento máximo sería del 300%.
A modo de ejemplo, el contador ilustra: “Si el año pasado el impuesto inmobiliario fue de $100.000 y la base imponible era menor a $5.054.912, en 2024 el tributo podrá ajustarse hasta un 140%. Es decir que pagaría un total de $240.000″.
Domínguez detalla lo que sucede si el propietario tiene más de un inmueble en la provincia de Buenos Aires: “Cada inmueble se analiza por separado y después se examina en qué escala cae de acuerdo a la sumatoria de bases imponibles para determinar el aumento que le corresponde”.
En la ciudad de Buenos Aires este mismo impuesto se actualiza en función del Índice de Precios al Consumidor de la misma ciudad. En detalle, se aplica el índice de cinco meses para atrás. Por ejemplo, en enero del 2024 se aplica el IPC de CABA de agosto 2023, en febrero el de septiembre y así sucesivamente.
Para el especialista, la línea divisora de la General Paz define qué tan brusco es el impacto del aumento. “En la ciudad hay una actualización pero no es tan brusca como la que se pretende en la provincia”, dice. En ese sentido, explica que para el propietario de una sola vivienda que tiene la menor base imponible, el impuesto le aumentaría un 140% sobre el total que pagó el año pasado, por debajo de la inflación. En cambio, para la minoría que el tributo se ajustaría 300%, la actualización podría correr por encima de la inflación si la misma cierra el año por debajo de esa cifra.
2. Eliminaría la posibilidad del pago anual
La norma que rige actualmente le permite a los contribuyentes elegir pagar el tributo en un pago con un beneficio por pago anticipado o en cinco cuotas fijas, dependiendo de la categoría. Dado que el gobernador pretende actualizar el monto del impuesto según el avance de la inflación, si se aprueba el proyecto de ley quedarían limitados a los cinco pagos mensuales.
El impuesto distingue tres categorías de inmuebles según su planta: urbana edificada, urbana baldío o rural. Lo que varía en este aspecto es el cálculo del importe a abonar y las fechas de pago. Por ejemplo, el inmueble urbano edificado puede cancelar el pago del tributo en cinco cuotas y el rural en cuatro.
Según pudo saber LA NACION, las alzas más importantes se registrarán en las alícuotas del impuesto inmobiliario rural. De acuerdo al artículo 139 de la Ley Impositiva, los dueños de tierras con valuación fiscal superior a 39 millones de pesos tendrán que pagar una cuota más del inmobiliario rural.
El impuesto a nivel país
Debido a la creciente relevancia de una corrección de precios relativos, un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) evaluó la dinámica de los impuestos patrimoniales provinciales en los últimos 13 años, ya que, la inflación significativa experimentada en los esos años ha resultado en un deterioro real de la recaudación de estos impuestos.
En cuanto al impuesto inmobiliario, analizaron que “el valor real de la recaudación consolidada del impuesto inmobiliario provincial en el periodo 2011-2023 tuvo un aumento constante hasta el año 2018, y luego descendió de manera también constante hasta llegar a un nivel 43% menor al punto máximo en 2018. Es decir, si en 2024 se buscara retornar a la recaudación real del impuesto de 2018, el tributo debería crecer un 75,4% y mantenerse a la par de la inflación del próximo año”.
Teniendo en cuenta la recaudación del impuesto en relación al tamaño de la economía, expertos sostienen que la dinámica del impuesto es similar a lo real. Con respecto al año de mayor recaudación en términos del PIB (2018), 2023 tendría una reducción de 0,19 puntos porcentuales del PIB.
“Para recuperar el nivel real de recaudación del año 2018 en el próximo año, el aumento promedio de los dos tributos (inmobiliario y de patentes) debería ser del 66%. Si se aumentara la recaudación de ambos impuestos al nivel de 2018, los ingresos crecerían 0,28 puntos porcentuales del PIB, lo cual equivale al 30% de la pérdida de ingresos provinciales proyectada para 2024 de 0,93% del PIB”, concluyen.
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