Una desarrolladora prometió sortear una unidad de dos ambientes si Argentina ganaba el mundial y el ganador se enteró esta semana de la iniciativa
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Corría el minuto 123 del último partido del mundial cuando un silbato determinó que era hora de desempatar el 3-3 del marcador con penales. Después de una serie de aciertos para la albiceleste llegó el turno de Gonzalo Montiel, cuya pateada definiría el triunfo de la Argentina en caso de embocar la pelota. En ese momento, el jugador no era el único al que le corría sudor por la frente. A 12.000 kilómetros, Juan Manuel Tapiola tenía los nervios de punta. Es que dos meses atrás el CEO de la desarrolladora Spazios prometió sortear un departamento a estrenar si la selección argentina se llevaba el tan anhelado título... y estaba a punto de concretarse.
“Ya está, el departamento está entregado”, decía para sus adentros, ya haciéndose a la idea de perder las ganancias de la unidad a medida que la Argentina avanzaba a las últimas instancias. En diálogo con LA NACION, el líder de la empresa que tiene 66.168 metros cuadrados construidos en el corredor oeste del conurbano señala también que “cuando hicimos el sorteo lo di por perdido porque tenía mucha fe” en que la selección levantaría la copa.
Decidido, el futbolista pateó y el país estalló en un rugido infinito de gol. “La verdad que fue un momento de tensión”, admite Tapiola entre risas, pero a pesar del peso de sus decisiones nada podía sacarle la sonrisa de ver a los jugadores con sus medallas. Se podría decir que “viví el Mundial más fuerte que otros argentinos”, bromea.
Como si la alegría de que después de 36 años el país sumara otra estrella en la camiseta no fuera suficiente, el corazón de Silvestre David de 44 años terminó de explotar cuando coronó la semana de triunfos con una noticia increíble: se ganó un departamento en un sorteo del que no sabía que estaba participando.
El oriundo de Santos Lugares que desde hace tres años se encuentra desempleado confiesa que vivió la final del mundial como el resto de los argentinos. “Me enteré del sorteo hace un par de días así que viví la final como el resto de la gente”, dice icrédulo.
Para su sorpresa, en medio de los festejos de esta semana le llegó un mensaje de la desarrolladora a la que un mes atrás le había señado un monoambiente. Lo estaban invitando a formar parte de un sorteo. “Soy colgado, le dedico mucho tiempo a mis amigos y mi familia, entonces no le di mucha bolilla al mensaje”, confiesa, y agrega que si bien leyó por arriba que había un sorteo no indagó en conocer cuál era el premio.
No fue hasta el mismo día del sorteo cuando en el almuerzo con su mamá le llegó un recordatorio con las condiciones de la rifa. “Ahí me puse a leer bien y dije ´Ah mirá, sortean un departamento de US$70.000´″, le dijo cuando leyó bien. “Fui con mucho poder de convicción diciendo que me lo iba a ganar, hasta cuando saludé a mi mamá y una amiga les dije me voy porque hoy me gano ese departamento”, relata con la noticia de su buena suerte recién salida del horno.
Después de dos horas de espera y de sentarse junto a los otros 36 inscriptos, una niña se arrimó y sacó el papel con su nombre. “Cuando me llamaron no me sorprendí porque yo sentía que me lo iba a ganar. Veía el cartel y decía: ’Yo voy a salir en esa foto, este departamento es mío´”, pensaba en voz baja desde su asiento mientras veía el cheque gigante. Cuando finalmente lo declararon ganador, dice que sintió “la misma alegría que cuando ganó Argentina contra Francia”.
Contraria a la falta de conocimiento del sorteo, hubo algunos compradores que apuraron su inversión para llegar a inscribirse en el mismo. Un aspecto que no fue planeado es el de extender el plazo para el sorteo. Si bien estaba estipulado cerrar las inscripciones el 21 de noviembre, desde la desarrolladora decidieron estirar el cierre hasta después del partido de la Semifinal cuando la Argentina ya era finalista. “A esa altura la gente tenía fe en que podíamos ganar. Hubo clientes que por no quedarse afuera tuvieron que llamar a las 22 a su familia para terminar de juntar la plata del anticipo y correr a inscribirse el último día hábil del sorteo”, cuenta el CEO de la desarrolladora.
El premio
El ganador tiene hasta el último día del año, según estipulaba el contrato, para decidir si usa el premio para cancelar la financiación pertinente a la unidad que compró o suma otro departamento a su cuenta. “Entre Argentina campeón y esto no puedo pensar”, dice aturdido de buenas noticias, y cuenta que no sabe qué hará con el premio. Sí aclara que como la compra fue a modo de inversión -tanto para alquilar como para revender cuando el proyecto esté finalizado- se encuentra analizando si cambiará de proyecto, de metraje o si añadirá una cochera.
El premio para canjear en los proyectos es de US$70.000, monto que el ganador podrá usar de distintas maneras:
- Acceder a un departamento de dos ambientes que se venda a ese valor en alguno de los proyectos de Spazios.
- Acceder a un monoambiente y agregarle una cochera para llegar al monto, ya que de sobrar dinero no se puede pedir el excedente en efectivo. Por ejemplo, una de las unidades más accesibles que tiene la empresa disponibles es un monoambiente en Santos Lugares de 32 m² de US$49.000, que con cochera cuesta US$70.000. Éste podría abonarse pagando un anticipo de US$8200 y 360 cuotas de $58.000.
- Dado que el requisito principal para el sorteo es comprar una unidad, y teniendo en cuenta que la desarrolladora ofrece financiación de hasta 360 cuotas, una tercera alternativa para canjear el premio podría ser no adicionar una segunda unidad sino usar el dinero para cancelar cuotas pendientes.
- Podrá usarlo como un primer anticipo complementario bonificado para realizar un pasaje de obra.
- Podría elegir combinar las opciones, y destinar una fracción a la cancelación de cuotas y otra para la adquisición de un nuevo departamento desarrollado por la empresa.