Las inmobiliarias reportan que no alcanzan a contestar las consultas que reciben por los inmuebles publicados y aseguran que la mayoría encuentra inquilino en menos de 24 horas
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Los inquilinos porteños se encuentran ante un escenario difícil. Mientras los precios de los alquileres suben, las posibilidades de encontrar casa disminuyen y hacen que conseguir un lugar donde vivir se convierta en una odisea. Ante la importante demanda que reciben algunos propietarios por sus unidades, cada vez es más común que se armen listas de espera y que, a menos de 24 horas de haberse publicado, los avisos tengan que eliminarse porque las inmobiliarias no alcanzan a atender todas las consultas que reciben.
En concreto, de acuerdo al informe mensual que realiza el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), durante los primeros cuatro meses de 2022, la cantidad de departamentos ofertados para alquiler cayó en promedio 20 puntos porcentuales por debajo del valor del mismo período del año anterior. La estadística preocupa a los distintos actores del sector, que por estos días siguen de cerca el tratamiento de distintos proyectos presentados en la Cámara de Diputados para reformar la ley que regula el mercado. Tras un mes de trabajo en comisiones, se espera que esta semana haya novedades.
Según cuenta Soledad Balayan, titular de Maure Inmobiliaria, por estos días, lo más común es que, para cada propiedad publicada en alquiler se arme una lista de espera. “Ahora las colas no se ven, son virtuales. A veces hay que dar de baja el aviso porque no damos abasto a responder los mails y nos quedamos solo con los primeros que envían la consulta”, explica. Para ampliar el escenario, cuenta que hace poco publicó en alquiler un departamento ubicado en un tercer piso por escalera y pensó que, al no contar con ascensor, el aviso no despertaría mucho interés. “Tuvimos que darlo de baja a la hora de haberlo publicado”, concluye con sorpresa.
Aunque hay barrios más buscados, las historias de ese estilo se repiten en boca de brokers que se manejan en diferentes zonas. Juan Bautista Arnaude, director de la inmobiliaria Arnaude Brokers que se especializa en Palermo, cuenta que las listas de espera ya son moneda corriente. “Hace un par de semanas pusimos en alquiler un departamento de dos ambientes en Villa Crespo y, en 10 días, recibió 30 consultas y se armó una lista de 15 personas que querían visitarlo”, señala. “Lo que está en buen precio en una zona que gusta tiene sí o sí alta demanda”, resume.
Los datos de ZonaProp marcan que, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), cada aviso de alquiler es consultado por 26 personas distintas. El número refleja la demanda por publicación de acuerdo a la cantidad de avisos en cada barrio. Lejos del promedio, algunas zonas tienen más interesados: en Parque Chas, la interacción es de 156; en Parque Centenario, de 139; en Almagro y Caballito, de 79 y en Villa Urquiza es de 78.
Según Ariel Rodríguez, fundador y CEO de Value Bet Inmueble, hoy un inmueble de entre uno y tres ambientes en buenas condiciones y en un precio adecuado se alquila en menos de 24 horas. En el mismo sentido, Francisco Altgelt, presidente de Altgelt Negocios Inmobiliarios, indica: “Los alquileres siguen saliendo rápido, sobre todo los departamentos que son commodities, que tardan a lo sumo una semana en alquilarse. Si están a un valor razonable, recibimos hasta 20 consultas diarias por cada uno”. Agrega que las unidades grandes, de más de 180 m² demoran más en conseguir un inquilino, aunque en un contexto de baja oferta, finalmente lo encuentran a la brevedad.
Los brokers hacen hincapié en los precios al referirse a las consultas que reciben porque, ante la caída de la oferta y una demanda que sigue activa, los montos que piden algunos propietarios muchas veces se exceden de lo que está al alcance de los inquilinos. De acuerdo al index que realiza ZonaProp, los valores acumulan una suba del 21,2% en lo que va del año, una cifra similar a la inflación. Así, alquilar un departamento de dos ambientes y 50 m² cuesta en promedio $56.825 por mes.
“Los precios de los alquileres aumentan por la inflación general, la gran incertidumbre macroeconómica y una ley de alquileres que fracasó. Desde la sanción de esa norma, los precios aumentaron 143%, muy por encima de la inflación que fue del 110% para el mismo período”, plantea a LA NACION el presidente del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), Gabriel Mraida. La suba es preocupante sobre todo si se tiene en cuenta que, según precisa, el 35% de los porteños alquila. Ese porcentaje asciende al 70% al hablar del segmento joven.
Mraida sostiene que, para que la situación mejore, es necesario modificar dos artículos de la ley: la duración del contrato y la actualización del monto. “Por un lado, un contrato de tres años tiene beneficios para que una familia pueda planificar su futuro, pero hay que permitir que el propietario, al mes 18, pueda notificar al inquilino que a los dos años va a rescindir. Por el otro, el ajuste de precios no puede ser anual en un contexto inflacionario y de tanta incertidumbre macroeconómica, debería ser semestral”, plantea y agrega que una alternativa a índice de Contratos de Locación (ICL) que se emplea actualmente es el Coeficiente de Variación Salarial.
Por ahora, el panorama es complejo y se desconoce cuáles serán los cambios que se aplicarán a la ley. Este miércoles, la comisión de Legislación General escuchó a cada uno de los autores de los 23 proyectos presentados -la mayoría son de Juntos por el Cambio- y tres de ellos avanzan con sus propios dictámenes a la espera de una resolución final.
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