Tras recuperar 90 edificios, el casco antiguo de Folkestone es un ejemplo de reconstrucción y activación económica de la mano del arte y en sintonía con la comunidad, con alquileres asequibles como emblema
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Con la instauración del trabajo híbrido, muchos habitantes de Londres ven la oportunidad de cumplir el sueño de vivir cerca del mar. El boom de asentarse en la playa, a una hora de la capital inglesa, trae consigo un aumento del valor de los alquileres y las viviendas en las localidades costeras. Entre las ciudades balnearias más elegidas por los que quieren arena blanca y un estilo de vida más relajado, la costa de Kent ofrece las mejores opciones inmobiliarias.
En el sureste inglés, sobre el Canal de la Mancha, casi caída del mapa, la zona también es favorita de los nómades digitales que buscan un lugar donde radicarse temporalmente para una staycation repleta de cultura y naturaleza. Y eso no es todo: el destino resuena entre los turistas: “Nuestra costa fue nombrada como una de las mejores regiones del mundo para visitar por Lonely Planet. Los expertos en viajes han destacado a Kent’s Heritage Coast con el cuarto puesto de su ranking Best in Travel 2022″, cuenta Ellie Graham desde Visit Kent. El barrio Creative Quarter de Folkestone es, precisamente, una de las razones por las que la famosa guía de viajes les ha dado la distinción.
Así, su reciente explosión artística se suma al consagrado patrimonio histórico y paisajístico del área. “Estamos orgullosos de haber sido incluidos en la lista de los mejores sitios para visitar en el mundo. Fuimos elegidos por el compromiso con el turismo sostenible, porque tenemos grandes ambiciones para el futuro mientras celebramos el pasado”, describen desde Creative Folkestone, la ONG que está al frente de la revitalización del casco antiguo de la ciudad. Por cierto, el trabajo de restauración que esta asociación realiza se une a los esfuerzos por establecer una Reserva de la biósfera y asegurar el Estrecho de Dover como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En este contexto por demás favorable para los negocios de bienes raíces, Folkestone’s Creative Quarter propone algo diferente, en armonía con el espíritu vanguardista que la ha hecho renacer. Aunque está en el epicentro de la burbuja inmobiliaria, el proyecto prioriza mantener alquileres asequibles como emblema. ¿De qué manera? A través de la reutilización creativa de los edificios de su casco antiguo ofrece nuevas oportunidades residenciales y comerciales, a su comunidad y a los nuevos visitantes, a precios atractivos.
La llave es el arte
En otros tiempos, Folkestone fue la favorita del rey amante de la buena vida: Eduardo VII. Hoy recupera su bagaje histórico como un clásico de veraneo en Inglaterra a la vez que se posiciona como un lugar de residencia permanente. Folkestone se impone como el sitio para vivir e invertir. Si bien todos los polos costeros de Whitstable a Margate se han vuelto a poner de moda, a menos de 115 kilómetros de Londres, Folkestone es el diamante en bruto.
¿Cómo logró reinventarse y estar en boca de todos? De la mano del arte y a través de su patrimonio edilicio. El plan desarrollado por la organización benéfica Creative Folkestone se lanzó para revalorizar el casco antiguo de la ciudad con creatividad. Teniendo como máxima la conservación de la fachada, recuperaron 90 edificios, y hoy gestionan 80 viviendas, 115 oficinas y más de 50 tiendas. Su administración de propiedades ha convertido al Creative Quarter en un ejemplo fantástico de reconstrucción y activación económica.
El corazón de esta ONG está puesto en facilitar una regeneración innovadora de la pequeña ciudad. Junto a la comunidad, socios y stakeholders están transformando Folkestone en un mejor lugar para vivir, trabajar, estudiar y visitar. La asociación independiente tiene una visión disruptiva y la hoja de ruta para llevarla a cabo incluye iniciativas, eventos y actividades que contribuyen a la renovación de su arquitectura y la multiplicación de oportunidades para los habitantes. El arte como abre caminos.
Desde su espacio cultural Quarterhouse brindan una locación para espectáculos de teatro, música y cine, entre otras expresiones. También montaron Folkestone Artworks, la exhibición urbana de arte contemporáneo más grande de Inglaterra, dispuesta en las calles de la ciudad y la bahía. La muestra es única: 74 obras de 46 artistas (entre ellos Tracey Emin, Yoko Ono y Cornelia Parker) en un recorrido por la geografía, el legado y el futuro prometedor de Folkestone. La mayoría de los trabajos artísticos fueron realizados exclusivamente para ser emplazados como arte urbano, por lo que el medio ambiente y los transeúntes se integran en ellos a la perfección, como la sirena de la costanera.
El aporte cumbre de la fundación es el vibrante Creative Quarter, el barrio que ha cambiado la cara del casco antiguo reconvirtiendo casas georgianas, victorianas y eduardianas en tiendas, galerías, ateliers, cafeterías de especialidad, bares, hamburgueserías, restaurantes de autor y librerías vintage que también ofrecen una programación cultural cada verano. Situado en las calles adoquinadas más icónicas de la ciudad, entre sus pasajes repletos de historia y edificios de época, a tan solo unos pasos del mar, también es el lugar del bienestar, con locales que ofrecen de acupuntura a masajes, aromaterapia y sesiones de música sanadora.
Alquileres justos e inclusivos
El arte es el motor de su crecimiento, un imán que atrajo a una nueva camada de habitantes internacionales y londinenses emparentados con las disciplinas creativas: diseñadores, cineastas, músicos, escritores, desarrolladores web, ceramistas, arquitectos y animadores 3D. Entre ellos, la fotógrafa y curadora canadiense Chelsey Browne, el artista plástico parisino Alan Smith, la escenógrafa Alison Neighbour, el tatuador Prisonstyle, la escultora Candida Wright, el performer alemán Ernst Fischer, la ilustradora Deborah Crofts, el cantante y compositor Ebun Culwin, el publicista español Igor Emmerich, el DJ Jack Francis, el poeta Matt James Healey, el muralista checo Ondrej Benes y la artista digital Sue Bridge. Aimee Craddock hace joyería moderna artesanal; Claudius Fanusie, arquitectura experimental; Mark Sutherland, desnudos y retratos. En Harbour Yarn elaboran hilos y lanas teñidos a mano con pigmentos naturales mientras que en Harika realizan estampas para diseño de indumentaria e interiores.
¿Qué vienen a buscar a Folkestone y qué obtienen todos estos creativos? Lo que no es posible en otras ciudades costeras: alquileres asequibles. Departamentos desde £700 a studios, oficinas, locales y un escritorio en un coworking por £240 mensuales. Como el proyecto de recuperación está dirigido por la organización benéfica, el punto de partida de la administración de los inmuebles restaurados es evitar la especulación inmobiliaria y oponerse a la gentrificación que va asaltando a los suburbios de Londres, cada vez que un barrio se hace tendencia.
La reactivación del casco antiguo que hoy es Creative Quarter se da de una forma orgánica y respetuosa, con incentivos económicos para los que quieran desarrollar nuevos negocios relacionados con la inspiración. Actualmente, esta comunidad creativa alberga a más de 250 profesionales que se han visto beneficiados por esta política de alquileres justos. La ecuación es simple: un alquiler bajo permite a artistas, investigadores y emprendedores desarrollar sus ideas e invertir en su evolución.
Las familias que trabajan en las industrias creativas también son bienvenidas, por eso el proyecto tiene foco en la educación, con la misión de forjar niños involucrados y comprometidos con su entorno. Contrariamente a la discriminación que es moneda corriente a la hora de alquilar, los inquilinos de Creative Quarter son seleccionados de forma inclusiva para traer diversidad de culturas, saberes y talentos al crisol.
Este colorido balneario de terrazas victorianas, propiedades de estilo, pubs con vista al mar y una escena gastronómica imparable, tiene además un festival del libro y una trienal de arte. Sus activos culturales llaman, temporada tras temporada, a un récord de visitantes. El Creative Quarter de Folkestone is the place to be.
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