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Puede tratarse de una planta baja muy oscura. O estar en un edificio con un palier sacado del Tren Fantasma. O peor: tener al CEAMSE de Colegiales como “vista privilegiada”. Muchos propietarios que quieren vender su unidad saben que no la van a tener nada fácil si quisieran desprenderse de ella porque ella es... difícil. Pero, así y todo, no deben desesperarse: no existe la propiedad “invendible”. El principal problema al que se deberán enfrentar es el de sus expectativas. El objetivo siempre será sacar el mejor precio posible, pero cuando la propiedad tiene debilidades muy marcadas algo habrá que ceder. De acuerdo a la mirada de los expertos, podríamos decir que hay tres grandes caminos a seguir a la hora de vender una propiedad difícil. La más obvia es bajarle el precio. La otra alternativa tradicional es invertir en alguna reforma que permita sostener o aumentar su valor. Y hay una tercera opción, un poco más moderna, a la que se conoce como home staging, que consiste en una serie de técnicas para mejorar la presentación del inmueble sin incurrir en grandes gastos. Cuál de ellas elegir dependerá de la propiedad y de las ganas o del bolsillo de su dueño. Pero aquí van algunos tips o consejos que pueden ayudar a decidirse por la más conveniente.
- Una cuestión a tener en cuenta a la hora de pensar en vender una propiedad es que, en sociedades urbanas tan heterogéneas como las actuales, el ideal de vivienda posible es muy relativo. Esto es: lo que para algunos puede resultar inaceptable para otros puede ser una gran opción. Un ejemplo bien clásico de esta diferencia de perspectivas son aquellas plantas bajas chicas y oscuras: esas “cuevas” pueden servir perfectamente para instalar allí un consultorio.
- En lugar de admitir las malas condiciones de la propiedad rebajando su valor, se puede invertir en mejorar aquellas debilidades más notorias o incluso en reformas un poco más ambiciosas que la vuelvan mucho más atractiva. Si bien para esta alternativa hay que disponer de cierta espalda financiera, los expertos sostienen que la inversión (en pesos) siempre es muy inferior a lo que se puede llegar a obtener de adicional por las reformas (en dólares).
- ¿Quién no se encontró, buscando una propiedad por internet, con la foto de un baño que tiene la tapa del inodoro levantada o una cortina ennegrecida? ¿O ropa tirada arriba de una cama en la imagen de una habitación? Es tan increíble como común. Por eso, tanto a la hora de tomar las fotografías como de abrir la unidad a las visitas es necesario cuidar mucho la presentación.
- Si se quiere ir un poco más lejos con el tema de las imágenes a publicar de la unidad, se ofrecen servicios de fotografías súper profesionales especializadas en propiedades, como también recorridos virtuales, renderizaciones 3D, vistas con drones y modelos virtuales. Un tip: hacerlo en días de buena luz.
- Un consejo del home staging para cuidar la imagen de lo que se quiere vender es despersonalizar los ambientes, es decir quitar todos aquellos objetos demasiado personales: nada de juguetes tirados, portarretratos, bandeja sanitaria del gato o comida del perro. Baño y cocina deben estar celosamente ordenados y limpios (por ejemplo, sin envases de shampú a la vista). Al potencial comprador le gusta imaginarse la casa con sus propias cosas, por eso el minimalismo ayuda mucho en estos casos.
- Otra de las técnicas del home staging consiste en una intervención de los espacios de manera de suavizar aquellos puntos flacos de la propiedad. En un ambiente oscuro, por ejemplo, se pueden iluminar las esquinas con lámparas de pie. O poner maceteros con flores en las ventanas.
- En el caso de que se pueda, conviene incluso retirar muebles para resaltar espacios y generar una buena circulación. La sobre carga de muebles no permite ver las dimensiones reales de la propiedad o imaginarse el potencial de cada ambiente.
- Cuando los defectos de la casa no se pueden eliminar, es mejor blanquearlos en lugar de esconderlos.
- La primera impresión que tiene el potencial comprador es muy importante. Hay estudios que aseguran que ese impacto es el de los primeros 90 segundos de la recorrida por la propiedad. Por eso conviene poner especial atención en el ambiente de entrada y acompañarlo con un mensaje claro sobre alguna de las virtudes de la unidad.
- Es muy importante la paciencia. Las propiedades difíciles requieren un poco más de tiempo para ser vendidas y en estos tiempos de mercado quieto, más.
Con algunas de estas recomendaciones más un buen asesoramiento profesional es muy probable que toda propiedad catalogada como “invendible” termine encontrando un nuevo dueño.
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