A medida que las ciudades se vuelven más densas y más personas pasan la vida en espacios reducidos, abarrotados y de concreto, el atractivo de la naturaleza se vuelve llamativo para el público, tanto que los arquitectos contemporáneos han comenzado a incorporar elementos naturales en las estructuras de las casas que diseñan.
Llevar el exterior al interior ha sido una filosofía en la arquitectura durante décadas, y contó con muchos adeptos. Pero el aumento del estrés en las ciudades acelera los tiempos y hace que esta tendencia comience a tomar, día a día, más fuerza.
El nuevo libro Garden City de la periodista y escritora Anna Yudina muestra cómo los arquitectos están integrando el mundo natural en las estructuras físicas de las casas privadas.
Tener jardines interiores que combinen con la arquitectura de una casa podría ser la manera ideal de combinar una vida de comodidades modernas con los beneficios psicológicos y mentales de estar rodeado de la naturaleza. " No podemos volver a la naturaleza natural en este momento, y, hasta me animaría a decir que, no nos gustaría", comenta Yudina. Y agrega: "Pero este tipo de coexistencia da cuenta de un beneficio mutuo y hasta logra convertirse en una solución para muchos inconvenientes".
Tomemos, por ejemplo, una casa y un estudio en Japón diseñados por Takashi Fujino de Ikimono Architects. Fujino construyó el espacio para sí mismo, con el deseo de estar lo más cerca posible de la naturaleza. La casa tiene paredes de concreto, pero su techo está hecho de vidrio irrompible para soportar el crecimiento de árboles y plantas que brotan directa y naturalmente desde el piso de tierra de la casa. Hay un jazmín que crece en la cocina y un árbol de goma con aroma a limón en el centro de la sala de estar.
Otra vivienda en el libro integra las plantas en las paredes mismas. Llamada "Stacking Green", es una residencia privada en la ciudad de Ho Chi Minh, Vietnam, con una pared que actúa como una serie de macetas verticales. No es solo decorativo (aunque se ve especialmente hermoso en el dormitorio). Las plantas también protegen contra la luz del sol y el ruido y la contaminación de la bulliciosa y congestionada urbe. Su presencia, combinada con la fachada permeable de la casa, el diseño abierto y el patio interior, garantiza una ventilación natural. Un dato fundamental, la propiedad de cuatro pisos necesita muy poco aire acondicionado eléctrico.
Otras casas son menos tradicionales y más abiertas al aire libre. Por ejemplo: Cut Paw Paw. Los habitantes del inmueble ubicado en Melbourne, Australia, le pidieron al estudio Austin Maynard Architects que les construyeran algo donde hubiera una fuerte conexión entre el interior y el exterior, pero los profesionales lo llevaron a un punto extremo, creando una estructura que casi parece incompleta.
De hecho, la edificación está terminada, pero hay poca delineación entre el mundo natural exterior y el interior de la vivienda. Por ejemplo, la bañera está abierta al aire libre, al igual que la mayoría de las habitaciones. ¿Maravilloso? Sí. ¿Práctico? No siempre. Pero a veces hay que sufrir por la naturaleza y la realidad es que vale la pena, aseguran los especialistas.
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