Está ubicada en Belo Horizonte, Brasil, y sus arquitectos atendieron el pedido de su dueño para construir una casa nueva que respetara la identidad estética y cultural del entorno
- 3 minutos de lectura'
Una pequeña y modesta vivienda de ladrillos, de 66 metros cuadrados, ubicada en plena favela de Belo Horizonte, en Brasil, fue elegida como uno de las mejores costrucciones del planeta según el reconocido portal de arquitectura ArchDaily. El inmueble, que se levanta en una de las estrechas calles del Aglomerado da Serra y que es propiedad del artista Kdu Anjos, integra desde hace pocos días la lista de los 75 mejores edificios del mundo. Kdu llama a su modesta morada “la choza” y la vivienda le robó el lugar a mansiones de diferentes países.
Esta sorprendente obra logró fusionar la línea academicista con el estilo de construcción de la favela (basado en los conocimientos intuitivos de sus habitantes). El trabajo arquitectónico que se realizó bajo la atenta mirada profesional de Fernando Maculan y Joana Magalhães -y que se caracteriza por la utilización de materiales sencillos- hoy cosecha elogios de todos los rincones del planeta.
Cuando Anjos contrató a Maculan y Magalhães dio una clara directriz: mantener en su pequeño terreno la identidad estética y cultural del entorno. Los arquitectos no sólo parecieron entender a la perfección el pedido de su cliente, sino que además estuvieron predispuestos a escuchar, una a una, las propuestas de los trabajadores (miembros del Colectivo Levante) que llevaron adelante el proyecto. Según Maculan, tanto el saber escuchar a los habitantes del lugar como el reconocer los valores de esa región son dos de las principales herramientas que no pueden olvidar -jamás- los arquitectos que pretenden hacer edificios funcionales y valiosos.
De esta forma se fue componiendo tanto lo relativo con las caraterísticas estéticas, como también funcionales del diseño del inmueble. “Con Magalhães sabíamos que esta obra debía contar con ladrillo a la vista, el cual forma parte de la identidad del entorno. Otro elemento que no podía estar ausente era el cemento quemado en el suelo. Este último recurso le aportaría, a la vez, un aire industrial y retro a la vivienda”, comentó Maculan.
Quizá para una mirada distraída, esta vivienda no cuenta con demasiadas diferencias con el resto de las construcciones del barrio, pero sus grandes particularidades están puestas en los detalles, como por ejemplo, su estructura reforzada. Para ahorrar material y para disminuir el tiempo de obra, Maculan y Magalhães, apelaron a la utilización de los ladrillos tumbados. Un método inusual en la favela, ya que allí los albañiles suelen ponerlos de pie.
Otra característica que diferencia al proyecto es su gran aislamiento tanto climático como sonoro. Esto se debe al mayor grosor de las paredes. Los ventanales, también, son protagonistas de la construcción, ellos le aportan el ingreso de mucha luz natural y le garantizan una gran ventilación, dos factores muy valorados -actualmente- en cualquier lugar del planeta.
Según Maculan, la simple nominación de la propiedad para integrar la nómina de los mejores edificios de 2023 es un enorme premio, que pone sobre la mesa mundial no sólo las problemáticas de las favelas sino también la impronta de sus culturas.
Otras noticias de Brasil
Más leídas de Propiedades
"¿Se desmoronan los alpes suizos?". Un pueblo suizo está en alerta ante por la posibilidad de quedar sepultado
Ranking. Cómo están los precios de las propiedades en la Argentina en comparación con otros países de la región
Créditos hipotecarios. Un nuevo banco se suma a los que dan préstamos UVA y acepta sumar los ingresos de 4 personas
"Pensé que veía tiburones pero no...". La historia detrás de la única casa de la costa diseñada por Clorindo Testa: dónde está