El gobierno de Berlín comprará casi 6000 antiguas viviendas sociales propiedad ahora de una empresa inmobiliaria. Pagará por ellas 920 millones de euros. La operación forma parte de un conjunto de políticas con las que las autoridades de esa ciudad intentarán frenar la vertiginosa subida del precio de los alquileres en esa urbe. Según la ministra regional de Vivienda y Desarrollo Urbano, Katrin Lompscher, se trata de la mayor "recomunalización de la historia de Berlín".
El alcalde de la capital alemana, el social demócrata Michael Müller, explicó que a principios de año anunciaron que querían comprar viviendas donde fuera financieramente posible y tuviera sentido para estabilizar los alquileres. "Mientras, continuaremos construyendo nuevas propiedades y garantizando jurídicamente el tope del alquiler", dijo el funcionario
Lompscher explicó que se trata de antiguas viviendas sociales y que aunque no pueden deshacer "los errores que se cometieron en el pasado cuando se vendieron esas casas", sí pueden dar a los inquilinos la seguridad que perdieron durante la privatización. Y añadió: "Con la compra ampliamos significativamente las propiedades de las empresas públicas y contribuimos a preservar el equilibrio social en nuestra ciudad".
El Gobierno de la capital alemana (una coalición de SPD, Verdes y Die Linke) anunció el pasado junio que congelará los alquileres durante cinco años. El 85 por ciento de los habitantes de Berlín son inquilinos y han visto como sus alquileres se han disparado en los últimos años. En concreto, en la última década se han duplicado y el precio de venta creció en 2017 un 20,5 por ciento más que en ninguna otra ciudad, según los datos de Knight Frank. Una de las causas de la subida es la especulación desatada por la escasez de viviendas y la continuada demanda de una ciudad magnética que no deja de crecer. Cada año se mudan a Berlín unas 40.000 personas para trabajar, estudiar o como refugiados.
La compra, que se formalizará en diciembre de este año, se realizará a través de Gewobag, una de las empresas municipales de vivienda de Berlín. "Gewobag ha firmado un acuerdo vinculante con Ado Properties S.A. para la adquisición de 5894 unidades residenciales y 70 comerciales en Spandau -en el Suroeste de la ciudad- y Reinickendorf,- en el Noreste-", indica la empresa municipal en un comunicado.
Ado Properties es una empresa con sede en Luxemburgo que opera en Berlín. "Con la compra, incrementamos nuestro parque inmobiliario a 68.000 departamentos, para poder asegurar viviendas asequibles", añadió. El director de Ado Properties SA, Ran Laufer, dijo que estaban "encantados" de haber alcanzado el acuerdo con Gewobag. "La venta es consistente con la estrategia de la empresa, que pasa no solo por adquirir propiedades cuando cree que puede crear valor, sino también de vender selectivamente cuando se presenta la oportunidad de hacerlo en términos favorables para la empresa".
La operación ha provocado las críticas de los liberales, que no consideran que la medida vaya a solucionar la escasez de vivienda en la capital, y de los conservadores, que se preguntan por qué no se hizo antes cuando los precios eran más bajos. La extrema derecha (AfD), lo considera "un enorme gasto de dinero".
Junto a la adquisición de viviendas y la fijación de un tope para el alquiler, la construcción es otro de los ejes de la política municipal. Matthias Kollatz, ministro regional de Finanzas de la ciudad-Estado de Berlín, explicaba recientemente que "la respuesta prioritaria debe ser la construcción de viviendas, sobre todo sociales".
Berlín planea construir 6000 viviendas sociales al año y que el Gobierno adquiera otras 4000. El año pasado, aprobaron 3500 viviendas sociales y el plan consiste en incrementar esa cifra en 500 cada año hasta llegar a las 6000 anuales.
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