Con la expansión del crédito hipotecario y la llegada de las hipotecas divisibles, el mercado inmobiliario de 2025 podría convertirse en un escenario de intensa competencia. En este contexto, surge una pregunta inevitable: ¿cómo lograrán las desarrolladoras destacarse en un mercado donde el acceso al crédito promete estimular la demanda de propiedades?