Lo que abunda no daña, dice un viejo refrán que usaban mucho nuestras madres y abuelas. Y cuando se trata de guiar a una persona para que comience a realizar actividad física, esta frase se adapta a la perfección. Por eso, aquí van algunos tips que siempre viene bien recordar para evitar lesiones u otros problemas de salud.
Visitar a un médico -preferentemente un deportólogo- para que le dé su apto físico.
Lo ideal para un principiante es hacer actividad física dos o tres veces por semana. En lo posible sumar gimnasio para lograr un balance muscular y evitar futuras lesiones.
Una alimentación variada es vital para todo aquel que quiera desarrollar una actividad física o algún deporte. Esta debe contar con hidratos de carbono, proteínas y grasas no saturadas en su porcentaje adecuado al perfil de cada persona, lo cual permitirá acelerar la recuperación después de un esfuerzo o trabajo físico, reparar tejidos que se rompen durante el ejercicio (para esto son fundamentales las proteínas), y sentirnos fuertes y con capacidad para poder realizar la actividad física planeada.
Hoy en el mercado encontramos ropa para correr muy adecuada. La telas sintéticas desplazaron al algodón que se humedecía o mojaba, convirtiendo la prenda en un elemento pesado y dificultando que el cuerpo mantenga la temperatura ideal. Por el lado del calzado, hoy hay para todo tipo de pie, así como para cada pisada, para supinadores, pronadores y pisada neutra. También encontramos diferentes sistemas de amortiguación y peso según el calzado que elegiremos.
No hay ningún tipo de impedimento para correr si se está físicamente apto. La edad y el sexo los tendremos en cuenta para el entrenamiento y la carga que planificaremos. Pero como al principio lo mencionamos, entre dos y tres veces por semana, con un tiempo de una hora o una hora y media alcanzará para ver logros más que aceptables.
Entre los errores más comunes encontramos:
1) Mito del corredor urbano: si correr cinco kilómetros es bueno, correr 10 o 15 es mejor. Este enunciado es completamente erróneo, dado que un aumento del volumen de kilómetros por correr sin tener en cuenta el perfil del corredor, nos va a dar más retrocesos que avances.
2) Mala técnica de ejecución en la corrida o en el desarrollo de cualquier ejercicio.
3) No elongar lo suficiente como para que los músculos afectados durante el entrenamiento recuperen su capacidad.
4) No escuchar al cuerpo cuando se manifiesta con algún dolor o molestia y seguir sin parar.
En estos cinco últimos años hay un crecimiento muy importante del running con más carreras de calle y de aventura, con la creación de running teams o grupos de corredores que se encuentran en todo el país con pautas claras y con un gran número de participantes, donde se presentan a veces al mes y con preparación y planificación adecuadas para el grupo y para cada participante o corredor. En ellos, siempre se encontrarán compañeros y profesionales dispuestos a ayudar.
Profesor nacional de educación física. Capitán de running team. Maratonista y triatleta