Zulemita Menem celebró en Twitter la absolución de su padre: “Todo pasa”

Lejos de la polémica que generó el fallo judicial que lo benefició en la causa por el contrabando de armas, a los 88 años Carlos Menem pasa sus días recluido en su casa del barrio de Belgrano, acompañado por su hija, Zulemita , y prestando especial atención a las sesiones importantes en el Senado.

De hecho, desde el año pasado Menem cambió su perfil como legislador. Luego de ser eje de críticas por sus permanentes ausencias durante su primer mandado como senador (2011-2017), después de conseguir la reelección, el expresidente rompió más de un pronóstico malicioso y apareció en sesiones claves.

Así, soportó hasta casi las cuatro de la mañana el maratónico debate por la legalización del aborto, que votó en contra. La misma conducta había mostrado unos meses antes, cuando votó junto a la bancada que conduce Miguel Pichetto (PJ-Río Negro), el proyecto opositor para retrotraer a noviembre del año pasado las tarifas de los servicios públicos.

En ese sentido, en el último año y medio entabló una relación simbiótica con Pichetto. El rionegrino lo apoyó cuando la Cámara Nacional Electoral le impidió ser candidato y lo integró al bloque.

Menem devolvió esas gentilezas votando cuando el bloque lo necesitó, como con las tarifas. No fueron esas las únicas sesiones en las que ha participado a lo largo del último año y medio.

Lo que no ha variado es su escasa predisposición a estar en su despacho de la planta baja del Senado. En la Cámara alta adjudican esa conducta a la avanzada edad de Menem.

Sin problemas de salud graves, lo que sí es notorio es el deterioro físico del expresidente, a quien se lo ve siempre acompañado por una persona en sus desplazamientos por el Senado.

En sus últimas apariciones lo hizo del brazo de su hija, quien se ha convertido en una de sus principales colaboradoras. Hoy, gran parte de los pedidos de audiencias o entrevistas con el expresidente deben pasar el filtro de Zulemita. En su equipo de colaboradores también se destaca su histórico secretario privado, Ramón Hernández, siempre al lado de su jefe.

Ayer, Menem celebró su absolución con un mensaje en Twitter. "A todos los que me hacen llegar tanto cariño les digo que los llevo en mi corazón, que no bajaré los brazos y que pueden tener la absoluta seguridad que no abandono la lucha política, que ha sido y es la existencia y la razón de mi vida. Que Dios los bendiga", se pudo leer en su cuenta. Por su parte, Zulemita escribió: "Todo pasa..., y esto también pasó. Te amo viejito", acompañando el tuit con una foto en la que se la ve acostada en un sillón con la cabeza sobre el regazo de su padre.

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