Carlos Zannini: el "monje negro" que cuida las espaldas judiciales de Cristina Kirchner desde las sombras
De bajo perfil pero con altas dosis de poder, el procurador del Tesoro Carlos Zannini es señalado como un "monje negro" incluso desde las filas del kirchnerismo, donde le atribuyen pelear por los objetivos de Cristina Kirchner.
A cargo del cuerpo de abogados de todo el Estado -casi unos 7000-, en uno de los frentes más judiciales importantes, que es el juicio que se lleva adelante contra la Argentina en los tribunales de Nueva York como consecuencia de la expropiación de YPF, Zannini cuida la espalda de Cristina. Busca que en ese proceso la recolección de pruebas sea lo más ajustada posible. Y en otro, el de la firma Correo Argentino, es una de las espadas jurídicas contra la familia Macri.
Cuando se conoció su nombre para el cargo que hoy ocupa, las versiones atribuían ese nombramiento a la vicepresidenta. Alberto Fernández resaltó que "nadie lo impuso" y que él mismo elegía reivindicar a Zannini por la temporada que pasó detenido por la firma del Memorándum con Irán. Pero varias voces del oficialismo consultadas por este medio coinciden en ubicarlo lejos del núcleo del Presidente y ultra cercano a Cristina Kirchner, de quien tiene su confianza.
"Él quiere que no lo vea nadie, siempre se mantuvo oculto", lo describió un dirigente del kirchnerismo en diálogo con LA NACION. Quizás por eso, agrega esta fuente con ironía, a Zannini le dolieron más los escraches que sufrió poco tiempo después de su derrota en las urnas junto a Daniel Scioli, en abril de 2016 (uno en la Bombonera y otro en un avión que volaba hacia Estados Unidos, con tan solo 24 horas de diferencia), que los meses que pasó detenido con prisión preventiva en el penal de Ezeiza por orden del fallecido juez Claudio Bonadio.
A través de su abogado Mariano Fragueiro Frías, Zannini lleva adelante la estrategia de defensa más efectiva en la causa por la que pasó ocho meses detenido: la del Memorándum de entendimiento con Irán, donde también está acusada Cristina Kirchner.
El último movimiento en ese expediente se dio la semana pasada gracias a un pedido de Zannini; una audiencia preliminar del juicio fue suspendida porque su abogado pidió que sea postergada hasta que se resuelva la situación sobre las declaraciones como testigos de los ex directivos de Interpol Ronald Noble y Joel Sollier.
La impronta en el cuerpo de abogados del Estado
Aunque Zannini cambió a todas las personas a cargo de las direcciones y cargos jerárquicos más importantes de la Procuración del Tesoro, no hubo en esa dependencia despidos masivos ni cambios abruptos en su estructura. Pero sí regresaron caras conocidas, que habían estado en la gestión de la exprocuradora Angelina Abbona (gestión 2011 2015) especialmente para dirigir áreas clave.
Sus segundos en la Procuración son los subprocuradores Sebastián Soler y Horacio Diez. Diez fue subprocurador de Abbona y está enredado en algunos conflictos judiciales por su paso durante esa gestión. Está procesado -pendiente de juicio oral- por utilizar recursos públicos para defender a Cristina Kirchner en la causa del memorándum con Irán.
Soler es un abogado rosarino especializado en Derecho Financiero con posgrado en Harvard y con experiencia sobre litigios en Estados Unidos, según consta en su currículum. Con un perfil público más alto, Soler solía escribir hasta el año pasado columnas de opinión en el sitio El Cohete a la Luna, que creó el periodista Horacio Verbitsky.
Otra área neurálgica, que es la Dirección Nacional de Asuntos Judiciales, está a cargo de María Fernanda Arcuri. Hija del histórico dirigente peronista Antonio Arcuri, está a cargo de la defensa del Estado en más de dos millones de procesos judiciales. Pese a su ascendencia peronista, trabajó durante el gobierno macrista en la Jefatura de Gabinete. "Es muy sólida y está muy preparada", recordaron cerca de su exjefe, Marcos Peña.
En el área de Dictámenes fue nombrada como subdirectora la abogada Virginia Lynn, que ya había pasado por la Procuración del Tesoro durante de la gestión de Abbona, a la vez que su pareja, Julián Álvarez, se desempeñaba como secretario de Justicia de Cristina Kirchner.
Como parte de las medidas adoptadas en la Procuración, la Escuela de Abogados del Estado (EAE) y la Universidad Tres de Febrero (Untref), cuyo rector Aníbal Jozami es cercano al kirchnerismo, firmaron hace menos de un mes un convenio para relanzar la Maestría en Abogacía del Estado.
Los frentes más calientes de la Procuración
El expediente por el concurso de la firma Correo Argentino nunca se movió tan rápido, en casi 20 años, como los primeros días en que Zannini desembarcó en la Procuración del Tesoro. Pidió la intervención total de la empresa, después motivó el cambio de interventor judicial y también solicitó que se acelere el proceso de cramdown (que ya comenzó), que abre una instancia para que otras empresas puedan ofertar para quedarse con la empresa y, en última instancia, se dicte la quiebra.
Incluso pidió que el recurso extraordinario presentado por la el Grupo Socma para llegar a la Corte Suprema fuera desestimado por haber aplicado el tamaño de la letra incorrecto en un párrafo del pedido.
En el entorno del expresidente Mauricio Macri consideran que Zannini actúa de manera "teledirigida" para quebrar a la empresa Correo Argentino y achacarle la responsabilidad a la familia Macri.
"Tiene los objetivos de Cristina", agrega esa misma fuente, que a la vez señala la estrategia de Zannini en el frente abierto en el exterior contra la Argentina por la expropiación de YPF como enfocada en cuidar la espalda de la vicepresidenta.
En ese proceso, de extrema complejidad, mientras el fondo Burford pretende un discovery profundo sobre la expropiación de la petrolera en 2012, el Estado Nacional e YPF -en una suerte de estrategia conjunta- pretenden un discovery más ajustado y acotado solo a algunos aspectos legales relacionados con la expropiación de la empresa. Al momento de la expropiación Zannini era secretario de Legal y Técnica de la presidencia de Cristina.
En su momento, Zannini tuvo entre sus objetivos, además, que la petrolera de Techint, Tecpetrol, abandonara la demanda judicial que le inició al Estado en enero de 2019, cuando denunció que el macrismo modificó los criterios de la resolución 46 en el programa de subsidios al gas que se extrae de Vaca Muerta.
En julio de este año Cristina Kirchner había compartido un artículo de Página 12 en el que se señalaba a Techint como la expresión de la derecha empresaria. En ese entonces Zannini bajaba el pulgar en uno de sus dictámenes del caso Tecpetrol, mientras la empresa buscaba continuar con la demanda.
La demanda hacia atrás sigue vigente, pero en una suerte de acuerdo político que se dio cuando Alberto Fernández almorzó con Paolo Rocca, en el que se conversó sobre la posibilidad de que Techint reingresara al Plan Gas (un hecho que ya se concretó). La empresa accedió a renunciar a la demanda "hacia delante" a partir de la entrada en vigencia del Plan Gas.
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