YPF dominó un debate en Nueva York

NUEVA YORK.- Daniel Artana, economista jefe de FIEL, acababa de decir ante inversores, analistas y ejecutivos de Wall Street, y empresas estadounidenses que el Gobierno depende cada vez más de la fortuna para sostener sus políticas, cuando una de las personas que lo escuchaba preguntó cómo iba a pagar la Argentina por la expropiación de YPF. "No va a pagar", respondió otro miembro de la audiencia. Varias risas celebraron la frase.

Ocurrió ayer, en el Consejo de la Américas, donde Artana, Fernando Navajas y Juan Luis Bour presentaron su visión sobre la economía argentina, a poco más de una semana del anuncio sobre la estatización de YPF, que volvió a llevar las miradas del mundo hacia la Argentina.

Eso quedó en evidencia ayer: no hubo sillas vacías y hubo mucho más público que el año anterior, antes de las elecciones presidenciales -FIEL hace esta presentación todos los años desde hace siete años-, y a los analistas de Wall Street, consultoras, y bancos y fondos de inversión se sumaron académicos, periodistas de agencias internacionales y ejecutivos de empresas estadounidenses.

YPF y el último gran hallazgo de la compañía, el yacimiento Vaca Muerta, fueron las grandes tópicos del encuentro. Bour abrió la presentación con un pantallazo poco más que pesimista sobre la desaceleración de la economía. A la caída de la inversión y la fuga de capitales, enumeró, se suman este año una menor cosecha, un declive en la construcción, además de síntomas de recesión en la industria.

Luego llegó el turno de Navajas, que hizo un recuento de la historia del sector energético de la última década, que resumió en una frase: "Los desequilibrios entre la oferta y la demanda, después de una década de populismo energético, que significa precios bajos, finalmente crearon una carga formidable para la economía".

Y en lo que fue la primera referencia a la expropiación, dijo que la decisión del Gobierno no solucionará los problemas energéticos del país. Lo justificó con un cuadro, donde aparecían todas las empresas que extraen petróleo en el país. Nueve mostraban números rojos en su producción en la comparación entre 2011 y 2010. "Es un problema general", indicó. La razón que ofreció no es nueva: falta de señales favorables a través de los precios.

Artana habló luego de otro tema añejo: las inconsistencias macroeconómicas, un clásico entre los economistas críticos del modelo kirchnerista. Dijo que este era el año para mostrar moderación y que para poder mantener el rumbo, el Gobierno necesita que suba el precio de la soja, que se aprecie el real, o que haya un "boom brasileño".

La expropiación de YPF no solucionará el problema fiscal, al menos en el corto plazo, agregó. Con todo, las necesidades financieras del Gobierno son manejables y alrededor del 80% de esos fondos se están consiguiendo a través de la inflación, completó.

Cuando las ponencias llegaron a su fin y se abrió la charla a las preguntas del público, YPF gobernó la conversación. Las preguntas giraron no sólo respecto del futuro de la compañía, cómo la Argentina pagará por la indemnización a Repsol, y la potencialidad de Vaca Muerta.

Navajas se encargó de enfriar cualquier expectativa: "El proyecto se tiene que revelar asimismo. Tenemos nuestras especulaciones, pero tiene que revelarse en términos de su tamaño, su naturaleza, tecnología y capital".

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