Yabrán jura una dura venganza
Denuncias: el empresario impulsaría investigaciones sobre Cavallo, Duhalde, Caviglia, Patricia Bullrich, Manzano y los Cafiero.
"Al que le quepa el sayo, que se lo ponga, tanto sea político, empresario o periodista", dijo a La Nación Wenceslao Bunge, vocero y alter ego de Alfredo Enrique Nallib Yabrán, al ser consultado respecto de los dichos del ex empresario postal en una solicitada que se publica hoy en La Nación.
En ella, Yabrán dice que hubo "malicia" por parte de quienes "orquestaron una campaña en su contra". No da nombres. Excepto, una vez más, el de Domingo Felipe Cavallo.
En la solicitada, Yabrán hace una advertencia al afirmar que dedicará sus "próximos esfuerzos a la tarea de correr el velo tras el que se ocultan los que hacen del engaño un modo de vida", en obvia referencia a quienes, según él, lo han involucrado tanto en el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas como en un grupo mafioso vinculado con el poder político y encargado de manejar, entre otras cosas, el servicio de correo en la Argentina.
Yabrán fue recientemente desvinculado en forma pública de los negocios postal y aeroportuario cuando se conoció la compra por parte del grupo Exxel de las empresas OCA e Inversiones y Servicios, aunque desde la oposición política se insiste en sembrar sospechas sobre esa operación.
Lo cierto es que el traspaso de esas compañías atribuidas a Yabrán le habría sacado de encima al controvertido empresario (al menos esa sería su sensación) un lastre que lo mantuvo durante no poco tiempo hundido en la consideración de la opinión pública.
Ahora, a los 53 años y luego de las innumerables acusaciones que le hicieron Cavallo y dirigentes del Frepaso y, en menor medida, de la UCR, Yabrán parece haberse propuesto contraatacar.
Por lo pronto, acaba de pasar la Navidad en San Martin de los Andes y hoy sale del país para pasar sus vacaciones, hasta febrero, en el exterior. A la vuelta, ya aplacado el fervor informativo, emprendería su ofensiva, anticipada en buena parte en el contenido de la solicitada en cuestión.
La publicación surgió de una idea del propio Yabrán. El texto original no tenía más de diez líneas encabezadas por una foto ovalada del propio empresario, y con el mismo título ("Que la inocencia nos valga") con el que finalmente sale publicada.
El texto mencionaba los mismos personajes, con Cavallo a la cabeza, aunque de manera mucho más directa e irónica.
De acuerdo con fuentes muy cercanas al controvertido empresario, si bien esos personajes no son nombrados como lo es Cavallo, "muchos ya saben quiénes son".
Políticos en la mira
Está claro en la solicitada, y en los dichos del entorno de empresario, que para Yabrán su principal enemigo es el ex ministro de Economía y actual diputado nacional, "pero, en realidad, se trata de una trilogía cuya figura visible es Cavallo, pero cuya cabeza política es José Luis Manzano, y los votos son de Duhalde, quien vio en el ataque a Yabrán un simple negocio político", afirmó la fuente.
Según el informante, "Cavallo es feroz con todo aquel que se le opone; basta ver cómo trata ahora al presidente Menem. Cavallo ataca a Yabrán porque Alfredo no quiso negociar con él, que quería quedarse con el Correo para financiar su negocio político. De hecho, cuando (Haroldo) Grisanti estaba al frente del Correo, éste se hizo cargo de parte de la campaña de Gustavo Beliz", aseguró la fuente, como prólogo de lo que sería la contraofensiva del empresario respecto de los demás políticos.
El informante cargó, principalmente, contra "los Cafiero, a quienes", afirmó, "les paga una conocida empresa multinacional, de origen alemán, dedicada a las comunicaciones. Tanto Juanpi (Juan Pablo Cafiero) como los integrantes del Frepaso que se subieron al tren de lo que denunció el ex ministro en el Congreso (en agosto de 1995) fueron bancados, al principio, por el propio Cavallo para que lo apoyaran. Incluso Juanpi atiende, a veces, en las oficinas que Cavallo tiene en la calle Chacabuco, donde se trataban cuestiones de interés público".
La denuncia de la fuente, muy cercana al empresario, se condice con el duro cuestionamiento que el propio Yabrán hizo públicamente contra Antonio Cafiero, la primera vez que concurrió al Congreso, el 10 de abril último, a declarar ante una comisión investigadora.
Pero Cavallo y los Cafiero no serían los únicos blancos de Yabrán ahora devenido denunciante.
Muy cerca de él también se habló del "paladín de los periodistas empecinados en demostrar que Yabrán es un capo mafia. El trabaja en televisión, escribe en un diario y tiene estrecha relación con Carlos Ben, uno de los seis o siete hombres más próximos a (Eduardo) Duhalde. Prueba de esta relación es que algunos anunciantes de su programa son organismos bonaerenses", disparó un amigo de Yabrán.
Investigaciones propias
Y sin dar mayores precisiones, dejó entrever que otro blanco de las futuras denuncias de Yabrán sería el ex diputado Franco Caviglia, quizá el yabranólogo que más ha aportado, junto con Cavallo, al cúmulo de denuncias contra el empresario y, por ende, quien mayores dolores de cabeza le ha generado.
El amigo de Yabrán dijo también que a la ex diputada Patricia Bullrich, una de las impulsoras de la investigación acerca de los negocios del empresario realizada en el seno de la Cámara baja, le habría "pagado el 80 % de su campaña gente del grupo Born, específicamente Rodolfo Galimberti (ex jefe de la JP, en la que militaba Bullrich, y ex jefe de la columna norte de los Montoneros en la década del 70)".
Cuando se le preguntó acerca de la estrategia que utilizará el empresario para "correr el velo tras el que se ocultan los que hacen del engaño un modo de vida", el informante reconoció que aún no tienen pruebas contundentes, pero, al igual que sus detractores, se despachó con delicadas denuncias.
Por caso, expresó: "Nosotros hacemos nuestras propias investigaciones. Hemos investigado a muchos. Por ejemplo, a (Antonio)Cafiero que, cuando era gobernador le propuso a Yabrán que se hiciera cargo de todos los remises de la gobernación. O a Guillermo Seita, colaborador de Manzano, primero, y de Cavallo, después, que hace cinco años aproximadamente le sugirió a Yabrán que le aporte la recaudación de un mes de Ocasa, es decir 22 millones de dólares, para no hacerle la guerra".
Y agregó: "Pero todavía no sabemos qué va a pasar con todo lo que investigamos porque aún hace falta terminar con las investigaciones. No podemos hablar de estrategia porque todavía no tenemos todos los elementos".
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