Wado De Pedro recordó el holocausto judío en Jerusalén y lo asoció con los desaparecidos en la dictadura militar
El ministro del Interior encabezó la visita al museo de la Shoá de la misión comercial y política que está en Israel; repaso por la actualidad israelí y encuentro con el canciller Yair Lapid
- 4 minutos de lectura'
JERUSALEN (Enviado especial).-Esta vez no lloró, como lo hace a menudo cuando alguna situación lo complica emocionalmente o lo conecta con su historia familiar. “Soy papá de dos chicos, y además fui durante unos meses una de esas fotos por unos meses”, dice Eduardo De Pedro luego de salir del Museo del Holocausto, Yad Vashem (“Memoria y nombre”), todavía conectado con el recordatorio del millón y medio de chicos judíos asesinados por los nazis, un espacio en el que miles de velas y lucecitas acompañan una sala repleta de oscuridad y nombres que se escuchan como un mantra.
La conexión entre el Holocausto y los desaparecidos es natural para De Pedro, hijo él mismo de militantes peronistas asesinados durante la dictadura y capturado en adopción ilegal hasta su restitución a sus tíos, cuando tenía tres años. “A algunos argentinos se nos cruza un poco todo esto con los campos de concentración y exterminio, el museo y la energía puesta en que la sociedad recuerde y mantenga viva la llama de la memoria”, dice el ministro en una mesa del Museo de Israel, ya fuera de Yad Vashem, y en rueda con periodistas que cubren la misión argentina en Israel, que se extenderá hasta el jueves.
A su lado, la embajadora de Israel, Galit Ronen, asiente aunque establece un matiz entre ambas situaciones. “Es un poco distinto, aquí hubo un genocidio, lo de allá fue una tragedia enorme”, afirmó la diplomática, aunque De Pedro insistió en que lo ocurrido en Argentina durante el período 1976-1983 “entra en una de las categorías de genocidio” aceptados internacionalmente.
Más allá de la discusión semántica, De Pedro y Ronen formaron parte de la nutrida delegación que recorrió, durante casi dos horas y dividida en grupos, las instalaciones del museo del Holocausto, establecido en 1953 por medio de una ley de la Knéset (parlamento israelí).
A paso lento, la misión recorrió en forma cronológica y con guías especializadas los bruscos cambios en la vida cotidiana de los judíos de Alemania y Europa toda producida a medida que el avance del nazismo se acentuaba, a través de las leyes raciales, los primeros pogromos, los asesinatos y hacia fines de 1941 la solución final que decantó en el asesinato de 6 millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Luego de la recorrida, De Pedro avivó la llama perpetua y depositó una ofrenda floral en la denominada cripta del recuerdo, donde están escritos en el piso los nombres de los campos de concentración nazis, establecidos en territorio polaco, como Auschwitz-Birkenau, Treblinka o Majdanek. El agobiante recorrido terminó con el memorial de los niños, un paso tan breve como conmovedor.
“De Europa nos escapamos con una maldición en la boca, a Argentina llegamos y nos fuimos con una bendición, todo lo que muchos somos se lo debemos a ese país”, dijo el director del museo, el argentino y excónsul de Israel en New York, Dany Dayán, en un discurso posterior al recorrido y ante los miembros de la delegación. “Es necesario hacer el luto, saber todo lo que pasó, sentirlo y aprender sus lecciones”, continuó Dayán, a quien De Pedro le ofreció viajar a firmar un convenio para facilitarle cualquier información sobre el Holocausto que pueda encontrarse en el Archivo General de la Nación, que depende de su área.
“Cuando vean antisemitismo no esperen, enfrenten esa amenaza como sea”, recomendó Dayán, y agregó que “cuando Teherán (Irán) habla de destruir Tel Aviv no se refiere sólo a los edificios”, en referencia al régimen iraní, y sin menciones al polémico Memorándum de Entendimiento firmado por el kirchnerismo con Irán, en 2013 y con el declarado objetivo de resolver el atentado a la AMIA.
Luego de la visita al Museo del Holocausto, y en un día brumoso y cálido, la delegación llegó a un almuerzo en el Museo de Israel, también en esta ciudad, donde fueron recibidos por el director de la división política de la cancillería israelí, Alón Bar, quien realizó un pantallazo de la relación de Israel con sus vecinos árabes y los repetidos y recientes disturbios en la ciudad vieja protagonizado por terroristas palestinos.
Habló allí el vicejefe de gabinete Jorge Neme, quien recordó que “el general Perón inició la relación diplomática” entre Argentina e Israel” y se mostró optimista en poder ser “socios privilegiados” de Israel en diversas áreas. Sin periodistas, la delegación se trasladó a la cancillería israelí para un encuentro con el canciller Yair Lapid, también primer ministro alterno de ese país (asumirá esa función en ocho meses por un acuerdo de rotación con el actual premier, Naftali Bennet).