Hábitat: sin jurar aún, Jorge Ferraresi ya tuvo su primera reunión en Gobierno y diagrama un cambio de prioridades
Los intendentes se lo hicieron saber a Alberto Fernández hace varias semanas: estaban muy disconformes con la política de vivienda en el conurbano. "No hay ejecución y tampoco hay diálogo con el ministerio", fue el mensaje que le transmitieron al Presidente, entre otros, Juanchi Zabaleta (Hurlingham), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Mariano Cascallares (Almirante Brown).
La salida de María Eugenia Bielsa del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat se veía venir desde hace tiempo. El Presidente y el jefe de Gabinete le venían pidiendo a la ministra saliente mayor compromiso, con una ejecución del presupuesto más ágil, una defensa política más activa y una mayor articulación territorial. Fernández dejó entrever, en una entrevista con El Cohete a la Luna, que le había dado un ultimátum elegante a la funcionaria. "Le dije a María Eugenia que yo soñaba con que a esta altura ella fuera la ministra estrella", reveló aquella vez.
El epílogo llegó el martes: Fernández convocó a Bielsa a la Casa Rosada y le pidió la renuncia. Le ofreció designarla como embajadora a la Unesco, el lugar que ocupaba Pino Solanas, que falleció la semana pasada. Pero la arquitecta santafecina aún no respondió a esa oferta.
El Presidente decidió reemplazar a Bielsa por el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi. que, además de su fidelidad a Cristina Kirchner –hoy en el Instituto Patria celebraron: "Estamos felices de la vida, es un compañerazo"–, asoma como un interlocutor eficaz con los intendentes del conurbano, una de las patas políticas en las que pretende apoyarse el Presidente. "Yo conozco las necesidades que tienen", dejó saber en las últimas horas Ferraresi, en alusión a los jefes comunales del Gran Buenos Aires.
"Está acá por ser intendente de Avellaneda, no por el Instituto Patria", aclaró hoy un funcionario de trato directo con Fernández. "Es un todoterreno en la gestión y le va a dar mucho dinamismo a la relación con los jefes comunales, sobre todo con los del conurbano", agregó.
Ferraresi mantuvo esta tarde una breve reunión del trabajo con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en la Casa Rosada. No se le tomará juramento hasta que Alberto Fernández termine su aislamiento por el caso de Covid-19 positivo del secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, que convirtió al Presidente en "contacto estrecho". Pero virtualmente el flamante ministro se pondrá en funciones en lo inmediato.
"Bob el constructor, a trabajar ya", bromeó hoy un portavoz de la Casa Rosada sobre lo que se espera del nuevo funcionario nacional. Cerca de Ferraresi se confiaron: "Va a dar vuelta el ministerio, si algo sabe es activar la obra pública y caminar la calle". El intendente saliente y Bielsa ya tuvieron una conversación y se verán mañana para iniciar el traspaso.
"Hablé con Cristina, estuvimos intercambiando ideas y me dio apoyo", dijo Ferraresi consultado por los periodistas acreditados en la Casa Rosada a la salida de la reunión con Cafiero. Preguntado sobre la toma de tierras, uno de los temas más sensibles de su área, dijo: "No es deseado ni por los que toman las tierras. ni por nadie. Vamos a trabajar articuladamente con otras áreas y con la provincia para generar la dignidad para la gente y que haya una resolución del Estado para los más vulnerables". Agregó que "hay que tener una política integral" que también contemple "a los que alquilan y para los que tienen un crédito UVA".
Además de una gestión expeditiva, el Gobierno espera que Ferraresi, a diferencia de su antecesora, se muestre "con más perfil político y menos perfil técnico". Quienes lo tratan frecuentemente aseguran que para el intendente de Avellaneda, que suele ser retraído en el trato, no será sencilla la alta exposición En las últimas 24 horas le llegaron varias decenas de pedidos de entrevistas y se mostró abrumado. "¿Esto va a ser siempre así?", preguntó.
Tendrá que acostumbrarse a las luces: en el Gobierno le vienen transmitiendo al gabinete que no hay más excusas y que "hay que defender la gestión".