Vinculan a Oviedo con el narcotráfico
Un informe de la DEA que compromete al ex golpista fue incluido por el cavallista Caviglia en una denuncia judicial.
Un informe de la DEA, que incorporó el dirigente de Acción por la República (AR) Franco Caviglia en una denuncia judicial, vincula al ex general Lino César Oviedo con organizaciones dedicadas al narcotráfico y a otros delitos graves, que operan, según consta allí, en las localidades paraguayas de Pedro Juan Caballero y Ciudad del Este.
El documento de la DEA, la agencia antidrogas de los Estados Unidos, es un memorandum interno del 3 de agosto de 1995. Está caratulado como "expediente 2240-Py/Lino César Oviedo s/Vinculación c/Actividades de Narcotráfico (ampliación)"; lleva la firma de Nils W. Scott, coordinador del Cono Sur, y tiene un sello: "Confidencial". Según ese escrito, "las actividades del mencionado en relación con el narcotráfico datan de 1974, cuando se desempeñaba como nexo entre el general Andrés Rodríguez (que fue presidente del Paraguay tras derrocar al ex dictador Alfredo Stroessner) y Fahd Yamil, representando los intereses del primero".
Caviglia contó con la venia del candidato presidencial por AR, Domingo Cavallo, Caviglia para presentarse ayer ante los tribunales federales de Comodoro Py, en Retiro. El candidato a diputado cavallista acopió pruebas sobre supuestas relaciones de Oviedo con el crimen organizado, con la excusa de solicitar su expulsión del país, al calificarlo de "delincuente común, vinculado con el narcotráfico y de alta peligrosidad".
Caviglia dejó constancia de que Yamil es, según la DEA, "un poderoso narcotraficante y oscuro personaje de la frontera paraguayo-brasileña". Otros puntos del informe dicen lo siguiente: l Oviedo se convirtió (desde 1974) en el enlace del general Rodríguez en todas las operaciones del narcotráfico en que éste intervino.
l Se recuerda que utilizó en varias oportunidades los "servicios" de conocidos asesinos (matadores), como Quintana y los Rocha.
l Desde 1989 comienza a operar en Pedro Juan Caballero (frontera seca paraguayo-brasileña) con el coronel Heriberto Lezcano.
l Simultáneamente, se dedicaba al robo de vehículos y contrabando de combustible, siendo su cómplice un sujeto de apellido Nara, que le fue presentado por Fahd Yamil.
l Luego de asumir el comando del ejército, extendió sus actividades al Alto Paraná, donde cuenta con el apoyo de Carlos Barreto Sarubi y ciertos grupos árabes y orientales residentes en Ciudad del Este. Coordina las actividades su cuñado Jorge Marin, bajo la fachada de despachante de aduanas.
Acompañaron a Caviglia durante su denuncia los diputados Luis Mendoza (Encuentro Nacional) y Julio Perrota (Partido Liberal), miembros de la coalición del gobierno de unidad del presidente Luis González Macchi y de la comisión bicameral que investiga el crimen del vicepresidente Luis María Argaña, ocurrido el 23 de marzo. Precisamente, Oviedo está procesado en Asunción por el juez en lo criminal Jorge Bogarín González como supuesto autor intelectual del magnicidio y de la muerte de siete jóvenes el 26 de marzo.
Una fuente de la Casa Rosada confirmó ayer a La Nación que, "por ahora, no habrá cambios en la situación" del ex militar asilado, que permanece en Tierra del Fuego. Sin embargo, se descuenta que ello no se extenderá más allá del 10 de diciembre, cuando asuma el próximo presidente.
Más aún, el presidente Carlos Menem, según sus allegados, conoce la intención de Oviedo de regresar al Paraguay para intentar desestabilizar al actual gobierno y retornar al poder. De hecho, desde el Sur, el ex militar convocó al "levantamiento del pueblo campesino".
El informe de la DEA coincide con una recomendación que el zar antidrogas de la Casa Blanca, Barry McCaffrey, formuló al ministro del Interior, Carlos Corach: los EE.UU. reprobarían el regreso de Oviedo al Paraguay por temor a un baño de sangre.
Menem, según fuentes gubernamentales, apuesta al regreso de Oviedo al poder, porque lo considera "un aliado de la Argentina". Pese a que Corach propuso expulsarlo, en la intimidad del Gobierno, ayer debió negar que la incitación al levantamiento que formuló Oviedo significara otra violación a las normas de su asilo.
"Nos limitamos a cumplir las condiciones del asilo y Oviedo también debe cumplirlas", dijo. Desde la oposición, en tanto, la diputada Elisa Carrió (UCR-Chaco) aseguró: "Oviedo quiere levantarse y el Gobierno está haciendo todo lo posible para facilitárselo. Acá -agregó- hay una cuestión mucho más fuerte y es un garrón que hay que comerse (el canciller Guido Di Tella calificó de garrón el caso Oviedo), porque yo creo que en el fondo hay una extorsión" al Gobierno.
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