Videla, el símbolo de la dictadura, murió en la prisión
Fue encontrado sin vida en el penal de Marcos Paz, donde cumplía una condena por delitos de lesa humanidad
Jorge Rafael Videla , uno de los responsables del golpe militar de 1976 y el máximo símbolo de la última dictadura, murió ayer, a los 87 años, en el penal de Marcos Paz, donde cumplía una condena a prisión perpetua por haber cometido graves delitos contra los derechos humanos.
Quien fue la figura más emblemática de la dictadura falleció en su celda, ubicada en el pabellón de condenados por delitos de lesa humanidad del Complejo Penitenciario Federal 2, de Marcos Paz. El parte médico oficial señaló que a Videla "se lo encontró en su celda, sin pulso ni reacción pupilar, por lo que se le realiza un ECC (electrocardiograma), constatándose su óbito, siendo las 08.25 hs del día de la fecha".
Según revelaron a LA NACION fuentes del penal, Videla comenzó a sentirse indispuesto durante la madrugada de ayer, lo que lo obligó a acudir al retrete de su celda. Por la mañana, las autoridades del penal lo encontraron sin vida. De inmediato se hicieron presentes expertos en Criminalística de la Delegación Morón de la Policía Federal para levantar rastros y, al cierre de esta edición, se esperaba el resultado de la autopsia, aunque las autoridades informaron que se trató de un deceso natural.
Fuentes de las fuerzas armadas informaron que no recibirá honores militares durante cuando sea sepultado, ya que había sido destituido del Ejército por violaciones a los derechos humanos.
Al momento de su muerte, Videla afrontaba un juicio por los crímenes cometidos por el llamado Plan Cóndor. El martes último se había negado a declarar ante los jueces del Tribunal Oral Federal N°1, que llevan adelante esta causa.
Sentado en el banquillo de los acusados, el ex militar se autodeclaró como un "preso político" y, ante una pregunta de la fiscalía, aseguró haber padecido una "crisis de memoria" (en ninguna de sus declaraciones, ni en la Justicia ni en las escasas entrevistas que concedió, dijo haber estado arrepentido de su accionar). Aquella fue la última vez que abandonó el penal donde estaba detenido.
Videla, como jefe del Ejército, encabezó la Junta Militar que, integrada también por Emilio Eduardo Massera (Armada) y Orlando Ramón Agosti (Fuerza Aérea), derrocó el 24 de marzo de 1976 al gobierno de María Estela Martínez de Perón. Con este golpe de Estado, la Argentina ingresó en uno de sus períodos más oscuros y sangrientos de su historia, el cual finalizó en diciembre de 1983 con la llegada a la presidencia de la República de Ricardo Alfonsín (UCR), electo por el voto popular.
Conocida la noticia de su deceso, la reacción de la dirigencia política argentina y de los organismos de derechos humanos fue prácticamente unánime: todos coincidieron en que Videla fue el ideólogo e impulsor de los miles de crímenes de lesa humanidad que se cometieron durante la última dictadura y destacaron que haya muerto juzgado, condenado y detenido en una cárcel común.
La presidenta Cristina Kirchner, que ayer por la tarde viajó a Santa Cruz, no se pronunció sobre la muerte de Videla. Sí lo hicieron, en cambio, varios integrantes del Gobierno, entre ellos el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda. "Videla murió juzgado, condenado, preso en una cárcel común y repudiado por todo el pueblo argentino", escribió Abal Medina en la red social Twitter.
Todo el arco opositor también se expresó sobre la muerte del dictador. "Videla nos recuerda lo que nunca más queremos en la Argentina", indicó el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri. "Murió Videla: lloramos a las 30.000 víctimas de su dictadura", sostuvo, por su parte, el líder de FAP, Hermes Binner.
"Videla será recordado como el responsable brutal de una de las dictaduras más aterradoras del mundo. Que muriera en una cárcel común cumpliendo una pena significa que en la Argentina hubo justicia", destacó, por su parte, el diputado Ricardo Alfonsín (UCR).
La noticia también recorrió numerosos portales informativos de la región y del mundo. "Murió el ex dictador Jorge Videla, que gobernó la Argentina con puño de hierro desde 1976 a 1981", titulaba ayer el portal del diario español El País.
El ex dictador cumplía una condena unificada a reclusión perpetua luego de haber sido sentenciado tres veces. Una de ellas ocurrió en 1985, tras el histórico juicio a las Juntas Militares. En 2010, un tribunal federal de Córdoba lo declaró responsable de los delitos de imposición de tormentos, homicidio calificado y tormentos seguidos de muerte de 31 personas. Asimismo, Videla fue condenado a 50 años por el robo de bebes durante la dictadura militar.
"La muerte de este hombre nos deja casi aliviados. El sentimiento no es de alegría, pero sí subrayamos que deja la faz de la tierra un genocida, dijo Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
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