Victoria Villarruel traza una agenda propia y se distancia de las negociaciones por el futuro gabinete
La vicepresidente electa se reunió con autoridades de distintas fuerzas de seguridad, en un claro gesto de autonomía; niegan tensiones por la confirmación de Patricia Bullrich como ministra
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La primera semana de Victoria Villarruel como vicepresidente electa corrió en paralelo a la de Javier Milei. Lejos del piso 18 del hotel Libertador, donde se cocinan los nombres que acompañarán al libertario a partir del 10 de diciembre, la abogada se dedicó en las últimas horas a trazar las principales directrices de una agenda propia. Mientras la mesa chica de La Libertad Avanza negociaba los nombres del futuro gabinete, Villarruel no solo se acercó al Senado para protagonizar una cordial reunión de transición con Cristina Kirchner. También tuvo tiempo de visitar varias dependencias de las fuerzas de seguridad y las fuerzas armadas, en lo que puede interpretarse como un claro gesto de autonomía.
Una palabra-concepto sobresale en el planteo a futuro de Villarruel: “concordia”. Así, al menos, tratan de instalarlo desde su entorno, justo cuando arrecian las versiones acerca de supuestos malestares internos a partir de la confirmación de Patricia Bullrich como virtual ministra de Seguridad. El retorno de la dirigente de Pro a ese cargo, el mismo que ocupó durante toda la presidencia de Mauricio Macri, no hizo más que alimentar las suspicacias. Es que durante la campaña se había informado que era Villarruel quien se pondría al frente de las decisiones de ese área en caso de que Milei llegase al poder.
Sin embargo, cerca de Villarruel niegan tajantemente la existencia de algún tipo de tensión en el vínculo entre ella y Milei. “Los acuerdos previos siempre estuvieron supeditados a las necesidades del Presidente”, aclaran, para después añadir que la danza de nombres que se observa por estas horas es, en realidad, producto de “negociaciones que tienen que ver con equilibrios políticos que el Presidente definió”.
En ese sentido, se despegan de la elección de los nombres que hubo hasta el momento. “No tienen que ver con Victoria”, sostienen. Y en línea con la política oficial de La Libertad Avanza, subrayan que todo lo que se sepa de acá hasta la asunción será informado por la Oficina del Presidente Electo.
“Sea Patricia Bullrich o sea cualquier otra persona, siempre va a contar con el apoyo de mi gestión como vicepresidente de la Nación y como Presidente del Senado”, apuntó Villarruel este viernes, durante su visita al edificio Centinela, donde se reunió por más de una hora con las autoridades de Gendarmería. La por ahora diputada electa descartó además que las carteras de Seguridad y Defensa vayan a fusionarse en un solo ministerio (“Cada uno tiene su ámbito y así continuará”).
Se trata de dos áreas de sumo interés para Villarruel. Sin ir más lejos, a lo largo de los últimos meses, fue ella la referente libertaria en la temática: la vice electa trabajó para conformar equipos y planes para seguridad y defensa, con su think tank Oíd Mortales. El mentor de esa fundación es Jorge Vives, un coronel retirado con especialización en inteligencia que durante el gobierno de Cambiemos fue director de Investigaciones de la Aduana. Hoy es uno de los que suenan como virtual ministro de Defensa de Milei. Sin embargo, algunos libertarios señalan que en el combo a negociar con Pro también entraría esa cartera, con el radical Luis Petri también entre los favoritos. En esa lista además se anota la mano derecha de Villarruel, el diputado electo Guillermo Montenegro.
“Memoria completa”
Mientras tanto, es una incógnita la traducción política que tendrá en el próximo gobierno una de las principales banderas levantadas por Villarruel: la reivindicación de las víctimas de las organizaciones guerrilleras de los 70. El acto que encabezó en septiembre pasado en la Legislatura porteña, y sus consiguientes repercusiones, escenificaron la inminencia de un nuevo clima de época. Siempre desde el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), la vicepresidente electa fue toda su vida una activista de agrupaciones que se autodenominan de “memoria completa” y una acérrima crítica de las políticas de Derechos Humanos del kirchnerismo. Sin embargo, en La Libertad Avanza aseguran que no buscarán imponer, sino convencer: “Ella viene tratando de reivindicar una verdad que es sostenida por mucha gente y va a intentar trabajar desde la generación de consensos”.
En el espacio libertario aseguran que no intervendrán en el terreno judicial. Deslizan que no harán “kirchnerismo al revés” y que los militares condenados por delitos de lesa humanidad seguirán presos. “No vamos a abrir las causas para amnistiarlos, pero tampoco vamos a tener un Estado levantando la bandera de los DD.HH. desde la mirada tradicional”, apuntan. Todo quedaría en manos de una línea que, a priori, se desplegaría más inorgánicamente. “A lo mejor, el homenaje a las víctimas de la guerrilla hecho en la Legislatura, lo tenés hecho en el Congreso o en el Ministerio de Defensa”, señalan.
En Villarruel hay conciencia de que el espacio libertario es una fuerza política nueva y que tiene por delante el desafío de “gobernar para todos”. “Las convicciones no las dejamos en la puerta de entrada de donde trabajamos, las convicciones las llevamos adentro, pero a nosotros nos votó el 55% de las personas y tenemos la obligación de dedicar nuestras fuerzas a mejorar la situación de todos los argentinos”, afirman, magnánimos.
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