Veto al financiamiento universitario: alivio en la Casa Rosada, que quiere avanzar en el interbloque con Pro, sin “cogobierno”
En Balcarce 50 celebraron el resultado de la votación y destacaron las negociaciones de Martín y Lule Menem, así como el rol de Macri; persisten las diferencias de aspiraciones entre uno y otro espacio
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En la Casa Rosada todo era satisfacción y alivio en los minutos posteriores a la votación en Diputados que dejó firme el veto presidencial de Javier Milei a la ley de financiamiento universitario. La decisión, que se construyó con más negociaciones y dificultades que la que blindó el veto de la administración libertaria por la movilidad jubilatoria, dejó también varias definiciones en las filas libertarias.
La primera de ellas es la convicción de que se “consolida cada vez más un bloque que juega con el Gobierno y otro que lo hace con el kirchnerismo”, según decían los más optimistas, desde las filas del asesor Santiago Caputo, en relación a cómo quedó el tablero parlamentario este miércoles, tras los giros y ausencias de diferentes sectores. El hecho de que ya sean dos las votaciones en las que desde distintos bloques sostienen los vetos del mandatario los anima a creer que esa base “cada vez más amplia” se sostendrá en el tiempo.
No obstante, no todos eran tan optimistas y no descartaban nuevos desafíos, ahora que deberá negociarse el presupuesto 2025. “Salió, pero costó mucho”, se sinceró un libertario con terminal en el Parlamento.
La segunda de las definiciones fue que “Mauricio Macri jugó bien”, en referencia a que el exmandatario ordenó a las filas de Pro para que apoyaran la decisión del Gobierno en pos de mantener el superávit fiscal. El líder de Pro tuvo la segunda de dos reuniones el último jueves con Santiago Caputo, principal asesor presidencial. Entre ambos existe una tensión de larga data, pero los resultados del encuentro fueron calificados como “muy buenos”, según fuentes muy cercanas a Milei.
En las filas libertarias siguen convencidos de que se debería avanzar hacia un interbloque con Pro. Pero en la Casa Rosada advierten que los intereses difieren en cada orilla: mientras ellos piensan en ese interbloque a nivel parlamentario, apuntan que Pro quiere “un cogobierno”, algo que descartan desde la cima del Poder Ejecutivo. “Nosotros aspiramos a un interbloque, pero Pro pide más”, insistió un funcionario.
En ese contexto ubicaban también las duras críticas que Pro le dedicó a la gestión libertaria en el comunicado con el que anticipó su apoyo al veto presidencial.
“Nosotros no pedimos lugares en el Gobierno ni pretendemos ser cogobierno. Queremos formar parte de las decisiones políticas en cuestiones que involucran al parlamento. Si quieren que pongamos la cara, o los votos, tenemos que estar en las decisiones. Por otra parte, no queremos ni nos interesa un interbloque, Pro va a seguir siendo un bloque con la fortaleza que tiene hoy”, dijeron fuentes del entorno de Macri.
En cuanto a las negociaciones que permitieron llegar al número de 85 votos en contra de la ley, y las cinco abstenciones y ocho ausencias que colaboraron también en sostener el veto presidencial, en la sede de Gobierno se encargaron de destacar especialmente el trabajo del presidente de la Cámara Baja, Martín Menem. “Se movió mucho y estuvo atrás de la gran mayoría de las negociaciones”, decían sobre él.
En la lista de negociadores también ensalzaban a su primo, Eduardo “Lule” Menem, subsecretario de Gestión Institucional a las órdenes de Karina Milei. “Siempre habla con él”, decían en la Casa Rosada sobre el vínculo de Lule Menem con el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, quien terminó jugando a favor del Gobierno a través de la ausencia de una de sus legisladoras, Fernanda Ávila.
El otro funcionario que movió voluntades fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, hombre de diálogo con la mayoría de las fuerzas políticas y pieza clave de las principales negociaciones parlamentarias. También el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán, de buen diálogo con los gobernadores.
A diferencia de otras oportunidades, donde la figura del legislador Miguel Ángel Pichetto fue muy elogiada, esta vez no pasó desapercibida la dureza de sus críticas. “Creen que ganan, pero en realidad pierden. Inevitablemente pierden, como perdieron también con un sector muy importante de la sociedad argentina que son los jubilados”, dijo en el comienzo de su presentación el jefe de bloque Encuentro Federal.
Con el correr de la tarde, muy cerca del Presidente vincularon la votación del Congreso con los últimos datos económicos: el riesgo país, que siguió bajando para ubicarse en 1121 puntos, y el dólar MEP, que llegó a 1150 pesos. Para el Gobierno esa es la señal de que los mercados confían en que el rumbo del déficit cero “no es negociable” y será sostenido también en el Congreso.
“El equilibrio fiscal es política de Estado: es absolutamente innegociable. Fin”, publicó el portavoz Manuel Adorni en su cuenta de X. Fue la primera declaración oficial tras la votación.
El equilibrio fiscal es política de Estado: es absolutamente innegociable.
— Manuel Adorni (@madorni) October 9, 2024
Fin.
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