Vernet y Reviglio, con pasados polémicos
Santa Fe los asocia con escándalos
SANTA FE. - La llamada "cooperativa justicialista de Santa Fe", famosa por su pasado polémico al final de la década del 80, ha logrado revivir en el gobierno nacional. Dos de sus máximos exponentes integran actualmente el gabinete de Rodríguez Saá.
José María Vernet (canciller) y Víctor Reviglio (secretario de Política Sanitaria) no gozan de la simpatía de la mayoría de los habitantes de esta provincia. Tampoco en la Capital Federal, donde resonaron sus nombres en el cacerolazo de anteanoche debido a sus cuestionadas trayectorias políticas.
Vernet y Reviglio fueron gobernadores de esta provincia.
El hoy ministro de Relaciones Exteriores asumió aquel cargo a partir de 1983. Llegó a la política de la mano de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y del reconocido estudio jurídico Cerrutti, de la ciudad de Rosario.
Hasta su elección resultó sospechosa: en momentos en que el radicalismo saludaba el triunfo de Raúl Alfonsín como presidente, el recuento de votos en Santa Fe comenzó a mostrar inconvenientes en la transmisión de los datos a cargo del Correo.
El escrutinio parcial otorgaba el triunfo al candidato radical, Aníbal Reinaldo. Pero, de repente, "se cayó el sistema informático" y se consagró a Reviglio como nuevo gobernador santafecino. Algunos años después, algunos peronistas reconocieron que hubo en esos comicios una diferencia de unos 12.000 votos en favor del radical.
En su gabinete reapareció Reviglio como ministro de Acción Social y Salud Pública de la provincia.
La gestión de Vernet se sacudió con el escándalo que produjo la comprobación de irregularidades en la venta de partes del puente colgante, una de cuyas pilas se derrumbó durante su mandato. El material rescatado se llevó al puerto de la ciudad, donde quedó en custodia del gobierno provincial. Meses después, ese material fue vendido como chatarra.
Fue uno de los que impulsaron la renovación peronista, pero, vencido su mandato, se radicó en Mar del Plata. Ocupó el cargo de ministro de la Producción bonaerense durante la gobernación de Antonio Cafiero y estuvo en algunos cargos irrelevantes en el primer tramo de la gestión menemista.
Marcado por el escándalo
Reviglio, como gobernador, sucedió a Vernet en 1987. Durante su gestión casi todas las áreas de gobierno fueron denunciadas por supuestos actos de corrupción.
El hecho más resonante fue la destitución del vicegobernador Antonio "Trucha" Vanrell, cuando se descubrió una compra dispuesta por el Senado provincial por un millón de dólares en juguetes a empresas inexistentes.
En la gobernación de Reviglio también fue destituido el intendente de la ciudad capital, Carlos Aurelio Martínez, quien, a su vez, había sido el vicegobernador de Vernet, por compras irregulares durante su gestión.
Luego de aquellos escándalos -incluida la denuncia sobre vaciamiento del banco provincial-, Reviglio conformó un gabinete con hombres de mayor consenso y encontró en el sistema de lemas una elegante salida para que el PJ siguiera gobernando la provincia.
Después, durante la gestión del ex presidente Carlos Menem, fue embajador en Nicaragua; al regresar, se reinsertó en el escenario político provincial al integrar la lista interna que el actual gobernador, Carlos Reutemann, conformó dentro del peronismo santafecino el año último. Esta lista coronó presidente del PJ provincial al cuestionado senador Jorge Massat. Reviglio es actualmente miembro del Tribunal de Etica partidario.
Una ultramenemista
Un tercer funcionario del actual gobierno nacional que proviene de esta provincia es la ultramenemista, Liliana Gurdulich de Correa -actual secretaria de Tecnología y Ciencia-, senadora nacional (MC) entre 1983 y 1992, luego funcionaria del Ministerio del Interior y, hasta hace pocos días, titular de la Casa de Santa Fe en la Capital Federal.
Gurdulich de Correa cayó en desgracia en las filas de Carlos Reutemann cuando intentó imponerle su reelección legislativa y luego cuando manipuló los resultados del escrutinio de los comicios de 1995, lo que dilató el escrutinio cincuenta días.