Vencedores y vencidos celebraron: Juntos logró una victoria ajustada que habilitó los festejos del kirchnerismo
Santilli puso la mira en 2023 y destacó la derrota “histórica” del peronismo unido, que se abrazó a la remontada y al reparto efectivo de bancas para encarnar su propia fiesta
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Por un margen inferior al de las PASO y al de las proyecciones de las últimas semanas, la coalición opositora Juntos lograba esta domingo imponerse por poco más de un punto sobre el Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires. Al cierre del recuento provisorio de votos, la batalla en el principal distrito electoral se zanjaba por una diferencia que rondaba los 110.000 votos, cuando había sido de 356.000 en las PASO de septiembre.
La pulseada objetiva, por las bancas de la Cámara de Diputados, se saldaba repartiendo 15 legisladores para el oficialismo y 15 para la oposición, con la irrupción de Avanza Libertad en el tablero provincial (tres diputados) y el crecimiento de la izquierda: el FIT-U conseguía dos escaños.
La pulseada simbólica corrió por otro carril: la exigua brecha entre Juntos y el Frente de Todos habilitó a vencedores y vencidos a competir en el énfasis a la hora de los festejos.
Juntos celebró haber derrotado por primera vez “en la historia” a un peronismo que acudió unido a las urnas en su bastión. “Hemos hecho una campaña histórica”, destacó Diego Santilli, que de inmediato miró a quienes lo acompañaban en el búnker de Gonnet y pareció olvidar el escrutinio todavía en marcha, para poner la mira en 2023: “Hemos armado un gran equipo. Principalmente, hemos entendido ese cambio de rumbo que quieren para su provincia y su país”, dijo. Resta una eternidad y el resultado no definió el escenario para la coalición opositora en la provincia, pero Horacio Rodríguez Larreta ya puede marcar como propio el casillero bonaerense de Pro.
Pese a la derrota, el oficialismo exhibió como una reivindicación haber recortado a menos de la mitad la diferencia de cuatro puntos de las primarias. “El próximo miércoles, por el día de la militancia, llenemos la Plaza de Mayo y celebremos este triunfo como corresponde”, dijo el presidente Alberto Fernández desde el búnker en el barrio porteño de Chacarita. Ni Victoria Tolosa Paz ni Axel Kicillof o Sergio Massa, que lo habían precedido en la palabra, se habían animado a tanto.
Sí coincidieron, cada uno a su turno, en destacar las victorias parciales –y hasta personales– que consiguieron. El gobernador bonaerense destacó la otra pulseada real en juego: la Legislatura bonaerense. No solo retuvo la mayoría propia en la Cámara baja, sino, y sobre todo, logró despojar a Juntos del control del Senado bonaerense: a partir de diciembre, esa balanza se equilibrará en 23 senadores por bando. O, como destacó Kicillof, cada empate será definido ahora por la vicegobernadora, Verónica Magario. “¡Basta de palos en la rueda!”, arengó el gobernador, que habló de una “nueva mayoría”.
Massa eligió otra cuenta personal. “El Frente de Todos sigue siendo la primera minoría en la Cámara de Diputados”, celebró, luego de semanas en las que Juntos por el Cambio amenazó con intentar despojarlo de la presidencia de la Cámara. Cristina Kirchner, que se ausentó del escenario por indicación médica, no podría haber celebrado lo mismo.
Antes que todos ellos, Tolosa Paz había puesto el acento en la variable que le evitó al oficialismo una derrota profunda: el aumento de la participación electoral: del 68,5% de las PASO al 72,9% que marcaba anoche el escrutinio provisorio. “Quiero agradecerles a todo el equipo de intendentes e intendentas que dieron todo. Gracias al movimiento obrero. A los compañeros de los movimientos sociales”, enumeró.
Sucede que el Frente de Todos había identificado la baja participación como una de los causantes de la derrota de las PASO. Elevar esa participación en el conurbano bonaerense a través del músculo territorial de intendentes y movimientos sociales se convirtió en la prioridad máxima de la jornada de ayer.
Fue lograda con creces: en la tercera sección electoral, que agrupa a los municipios del conurbano ubicados al sur y sudoeste de la Capital Federal, y donde el kirchnerismo recuesta su fuerza, Tolosa Paz conseguía anoche casi 200.000 votos más que en las PASO. Juntos solo sumaba allí 70.000 electores.
En la primera sección electoral, al norte y noroeste del conurbano, donde Juntos esperaba estirar su victoria, Santilli conseguía otros 70.000 votos adicionales a la cosecha de las primarias. El Frente de Todos sumó 170.000 votos más. Salvo casos contados, el grueso de los intendentes peronistas defendió casi por igual la boleta propia y la nacional. Así, en toda la provincia, Juntos creció en poco más de 200.000 votos en dos meses. El oficialismo acaparó 440.000 voluntades más.
El escrutinio confirmó otro veredicto que asomaba en los últimos años: no hay lugar para la “tercera vía” en la provincia. Florencio Randazzo esperará el escrutinio definitivo, pero los números de anoche lo dejaban afuera del Congreso y Vamos con Vos tampoco sumaba legisladores provinciales. Por los extremos, en cambio, los libertarios y la derecha de José Luis Espert conseguían tres diputados nacionales y tres provinciales. Y el trotskismo del FIT-U consolidaba dos bancas en cada cámara.
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