Vacunas vip: Alberto Fernández en México, bajo el agobio de las noticias del escándalo
CIUDAD DE MÉXICO.- Alberto Fernández apenas había aterrizado en México para iniciar su visita de tres días cuando el escándalode las vacunas VIP ya comenzó a atosigarlo. No lo dejó en paz en todo el día. En la Argentina, el escándalo crecía a pesar de los esfuerzos de la Casa Rosada para dejarlo atrás y opacaba un viaje estratégico, y en México, su anfitrión, el presidente Andrés Manuel López Obrador, lanzaba fuego amigo justo por esas horas al brindar una fuerte crítica a la "vacunación secreta para los de arriba" en su habitual conferencia matutina, la "mañanera", en el Palacio Nacional.
Las nuevas revelaciones que surgieron en la Argentina a raíz de la peor crisis de su gobierno fueron seguidas minuto a minuto. Fernández voló a México en un avión privado –alquilado por el gobierno nacional a Lionel Messi– y arribó muy temprano al hotel Presidente Intercontinental junto a la Primera Dama, Fabiola Yáñez, y los integrantes de la comitiva.
Rodeado, caminó rápido a los ascensores sin querer hacer declaraciones, ni siquiera sobre sus expectativas sobre un viaje estratégico. A unos pocos kilómetros del hotel, al hablar sobre la vacunación, y sin referirse específicamente al escándalo argentino, López Obrador marcaba diferencias con la Argentina al afirmar que en México "no hay preferencias para nadie".
"Van a haber vacunas para todos, y no hay preferencia para nadie", decía López Obrador en su conferencia de prensa en el Palacio Nacional. "Y es evidente. Nos ha dado Covid a los servidores públicos del gobierno del más alto nivel, al Presidente, al secretario de Marina, al secretario de la Defensa, al subsecretario responsable de la campaña contra el covid. Y a muchos otros. Y no se ha abusado. Toda esta situación que se ha presentado en varios países de que hay vacunación secreta para los de arriba", agregó.
"Es muy importante esto, porque antes todo era el influyentismo, las agarraderas, yo tengo una buena palanca –continuó el mandatario mexicano, que basó su campaña presidencial en la lucha contra la corrupción–. Y como no predicaban con el ejemplo los de arriba, pues todos, todos sentíamos que esa era la única manera de poder obtener las cosas. La mordida, la palanca, el influyentismo. Todo eso lo queremos desterrar del país".
Apenas se conoció la frase, la comitiva presidencial le restó importancia, al indicar que López Obrador y Alberto Fernández pensaban de la misma manera, y que de hecho eso había quedado demostrado en las decisiones que había tomado el presidente argentino después de que explotó el escándalo sobre las vacunas VIP.
A eso se sumó también que López Obrador se bajó de la visita al laboratorio Liomont, donde se termina de preparar la vacuna de Oxford y AstraZeneca que se elabora en la Argentina, una ausencia que dio lugar a suspicacias y versiones de que el cambio de agenda se debía al escándalo, algo que causó fuerte malestar en el entorno presidencial. Iba a ser la primera foto, su primer encuentro. No ocurrió. Nadie dio un motivo claro. En el Gobierno adujeron que fue por un cambio más de último minuto. "Debe tener su agenda también", se esgrimió. El gobierno mexicano no dio un motivo concreto.
Durante todo el día, el Gobierno buscó dar vuelta la página al escándalo. El desgaste y la frustración eran palpables. Nada parecía ser suficiente. Las alertas desde la Argentina llegaban una detrás de otra. Antes de viajar, Fernández ya había reemplazado a Ginés Gonzáles García por Carla Vizzotti, y ya en México desde la comitiva buscaban cambiar los ánimos al remarcar los envíos de vacunas que llegarán en las próximas semanas al país, y que acelerarán una campaña teñida ya de indignación. El propio Fernández había publicado antes de volar un hilo en Twitter en el que prometió que "el ritmo de vacunación comienza a acelerarse con la llegada al país de más vacunas", y que habrá más controles.
Ya instalado en el Hotel Presidente Intercontinental, Fernández se abocó a su agenda, que incluyó una extensa reunión con empresarios que dejó señales de sintonía entre su comitiva y los hombres de negocios, y un encuentro en la embajada argentina con intelectuales, funcionarios del gobierno de AMLO y de su coalición partidaria, MoReNa.
Con medio gobierno en México y la otra mitad en Buenos Aires, el oficialismo había jugado ya su última carta: la revelación de la lista de vacunados VIP, que por la mañana temprano había sido descartada de plano, y, unas horas después, recibió la luz verde.
"Todo lo que había que hacer ya se hizo", dijo Fernández a Clarín, antes de partir a la visita del laboratorio Liomont, donde se preparan las vacunas que serán enviadas al país.
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