Vacunas: en la Ciudad relativizan el costo político por el traspié en el operativo
Después de admitir el error en la instrumentación de nuevos centros de vacunación, en el entorno de Rodríguez Larreta creen que no tendrá un efecto político para el jefe de gobierno porteño
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En la cúpula del gobierno de la Ciudad minimizaban esta tarde el costo político que podría pagar el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, por el desborde que se produjo ayer en el operativo de vacunación para adultos mayores de 80 años. “Son temas de gestión”, repiten cerca del alcalde, quien venía de atravesar una semana turbulenta por su viaje familiar a Brasil, que le impidió asistir a la apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura.
Las imágenes de las aglomeraciones en las tres sedes que había habilitado el Ejecutivo porteño para continuar con el plan de inoculación alteró los ánimos ayer en Uspallata, sede de la administración porteña. Rápidamente, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, y los principales referentes del oficialismo porteño salieron a pedir “disculpas” por las demoras y anunciaron que habilitarían cinco nuevos vacunatorios. “Hoy no hubo problemas”, asegura un colaborador muy cercano de Rodríguez Larreta, quien mantuvo un bajo perfil durante el caos.
Con el correr de las horas en la Ciudad dieron por superado el traspié por los inconvenientes en el operativo de vacunación. En la larretismo comparan los errores en la organización de ayer con las imágenes del desborde de runners en parques y plazas tras el primer día de autorización para la actividad física en plena cuarentena. O las aglomeraciones que se vieron en algunos comercios de la Ciudad tras la habilitación nocturna para bares y restaurantes. “También tuvimos problemas con los runners y la apertura de bares y después se encaminó. No previmos que iban a ir todos juntos al mismo horario. El que tenía turno a las 10 fue a las 7, y el que tenía turno a las 11 fue a las 8”, argumentan en Uspallata.
Pese a la falta de previsión, en el entorno del jefe de gobierno defienden el operativo: “No pasa por la cantidad de centros, sino de que a veces es difícil anticiparse al comportamiento de la gente. Y la vacuna requiere menos 20 grados para su conservación”, apuntan. Y atribuyen el desorden de ayer en el Luna Park, una de las sedes habilitadas para los adultos mayores de 80 años, a que existe “una psicosis” en la sociedad por la falta de vacunas. “Por eso la gente salió desesperada”, justifican.
En medio de la catarata de críticas del Gobierno y del kirchnerismo porteño por las colas y demoras de más de 45 minutos en los centros de vacunación para adultos mayores, Rodríguez Larreta optó por bajarse de la visita al Luna Park. Y Quirós fue el encargado de salir a explicar los errores en el operativo. El vocero sanitario de la Ciudad desde que empezó la pandemia pidió “disculpas” y argumentó que no habían previsto la cantidad de acompañantes ni que los beneficiarios llegarían con tanta antelación a las tres sedes habilitadas. “El problema no era la falta de sitios, sino el volumen de acompañantes”, aseguró Quirós.
Hoy en la Ciudad todavía había malestar con el Gobierno y la titular del PAMI, Luana Volnovich, que intentaron capitalizar el caos en el operativo de vacunación de la Ciudad. Es más, Volnovich, referente de La Cámpora, hizo trascender que la semana pasada le había ofrecido al gobierno de Rodríguez Larreta diez centros de vacunación para inocular a afiliados al PAMI. Y dijo que no obtuvo “respuesta” de Quirós. “Concentraron todo en un lugar cuando podíamos hacerlo en diez a la vez”, remarcó.
Hoy Volnovich volvió a arremeter contra la Ciudad: dijo que hubo “falta de empatía” de la gestión de Larreta. “Lo que vimos en el Luna Park fue una barbaridad. ¿Qué pensás que se va a tomar el colectivo solo?”, planteó la funcionaria, en diálogo con Futuro Rock.
Atados al manual de la moderación de Rodríguez Larreta, los ministros de la Ciudad evitaron salir a confrontar con la titular del PAMI. “Eso es política. No vamos a entrar en el palo y palo con ellos”, aseguró un alto funcionario de la Ciudad.
En la sede de la administración porteña relativizan el impacto en la figura de Rodríguez Larreta del traspié en el operativo de ayer. Es más, en los despachos de Uspallata miraban con atención el revuelo que generó la confesión ante la Justicia de Beatriz Sarlo, quien señaló que Soledad Quereilhac, la esposa del gobernador bonaerense Axel Kicillof, fue quien le ofreció recibir la vacuna antes de que le llegara su turno.
Y contrastan el escándalo del “vacunatorio vip”, que sacude a la Casa Rosada, con el cuestionado operativo en la Capital –la Justicia investiga la presunta privatización del plan de vacunación-. “Esto es distinto. En la Ciudad nadie se adelantó en la fila. No tuvimos un caso. Y deben haber buscado hasta la última sobrina nieta”, afirman. Y vinculan las denuncias contra Ciudad por la distribución de las dosis con el kirchnerismo.
A su vez, en el larretismo consideran que el jefe de gobierno se beneficia con la radicalización del discurso de Alberto Fernández. En privado, el propio Rodríguez Larreta se muestra muy conforme con el contraste entre su discurso “antigrieta” y el tono confrontativo que empleó el Presidente ante la Asamblea Legislativa. “Me deja libre el centro a mí”, les dijo el alcalde a sus colaboradores. Hace tiempo que Larreta y Fernández no hablan.
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