Uno por uno. Quiénes apoyaron y quiénes rechazaron el acuerdo con el FMI en la Cámara de Diputados
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Las disidencias dentro del Frente de Todos quedaron expuestas durante el tratamiento del proyecto de ley sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que pudo avanzar gracias al apoyo de la oposición. En total hubo 202 votos afirmativos, 37 negativos y 15 abstenciones.
La ruidosa renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura de la bancada oficialista por su desacuerdo con los términos del entendimiento con el FMI sorprendió a Alberto Fernández y fue el preludio de semanas de tensión y duros cruces internos. En el recinto, a la hora de votar, las fisuras quedaron expuestas al extremo: de los 118 diputados del espacio, 28 rechazaron la iniciativa, entre ellos Máximo Kirchner y los representantes de La Cámpora. Además, 13 legisladores del bloque se abstuvieron.
Con la nueva composición parlamentaria y la falta de votos oficialistas, la Casa Rosada tuvo que ceder ante la oposición: en el proyecto solo quedó contemplado el artículo resolutivo para avanzar en la refinanciación de la deuda y se eliminó el que detallaba las medidas dispuestas para cumplir con el plan delineado entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el organismo internacional. Juntos por el Cambio, al igual que otros bloques, evitó avalar el programa económico.
La postura de Juntos por el Cambio tampoco estuvo exenta de rispideces y reproches cruzados. El Pro había adoptado una postura más intransigente mientras la UCR y la CC se mostraban más contemplativos. Finalmente, con las concesiones obtenidas, lograron votar de manera cohesionada para habilitar el acuerdo, salvo por la negativa de Ricardo López Murphy, de Republicanos Unidos, socio de la coalición. Los bloques de izquierda y los libertarios Javier Milei y José Luis Espert expresaron su rechazo.
La próxima escala será el Senado, donde ya ingresó el proyecto. La bancada oficialista acompaña, por el momento, el silencio que mantiene sobre el tema Cristina Kirchner. El 22 de marzo son los próximos vencimientos; el Gobierno no tiene margen para dilaciones.