Uno de los jueces que benefició a Cristina termina la suplencia en el tribunal, que mañana tendrá un nuevo integrante
La Cámara de Casación sorteará entre al menos tres jueces postulados la silla vacante en el Tribunal Oral Federal 5, que eventualmente podría tener que definir otra vez en el caso Hotesur-Los Sauces
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El juez federal Adrián Grünberg concluyó hoy su suplencia en el Tribunal Oral 5, que benefició a la vicepresidenta Cristina Kirchner con el fallo firmado a contrarreloj el viernes pasado. La Cámara de Casación Penal realizará un sorteo mañana temprano para definir quién será el nuevo integrante de ese tribunal durante los próximos dos años.
Ahora hay tres jueces de tribunales orales que se postulan para cubrir esa vacante: Herminio Fernando Canero, Enrique Méndez Signori y Gabriela López Iñiguez.
Canero y Méndez Signori integran el TOF 7, que tiene a su cargo la causa de los cuadernos de las coimas, un expediente que si bien fue elevado a juicio oral, lejos está de su concreción. Según reconstruyó LA NACION, ambos se identificaron en algún momento de su carrera con la Lista Bordó, que suele tener posiciones críticas sobre la política judicial del kirchnerismo.
A su vez López Iñiguez es jueza del TOF 8. Este año estuvo al frente de la audiencia en la que Cristina Kirchner pidió su sobreseimiento en el caso por la firma del Memorándum con Irán y votó a favor de sobreseerla a ella y a todos los acusados, junto con sus colegas Daniel Obligado y Antonio Michilini.
En la sentencia que condenó a Lázaro Báez a 12 años de prisión por lavado de dinero, se diferenció de sus colegas Palliotti y Néstor Costabel (quienes habían considerado que el dinero que lavó Lázaro Báez procedía de la corrupción en la obra pública y de la evasión fiscal) y dijo que el delito precedente era únicamente el delito de evasión.
No es menor que López Iñiguez haya fijado esa postura: en el caso Hotesur-Los Sauces la acusación sostenía que el dinero que lavaban los Kirchner a través de los negocios hoteleros era proveniente de los contratos que recibió Báez de manera irregular entre 2003 y 2015. Obligado y Grünberg refutaron esa parte de la acusación y, cuando sobreseyeron a los acusados, dijeron que no hubo lavado porque, entre otras cosas, ese dinero era lícito.
Si a partir de la apelación del fiscal Diego Velasco la Sala I de la Cámara de Casación revocara los sobreseimientos, una nueva definición sobre el destino de la causa quedaría en manos del TOF 5. En ese caso, no solo habría una nueva integración por el reemplazo de Grünberg, sino también por el posible reemplazo del juez Daniel Obligado, que al haberse pronunciado ya sobre la cuestión de fondo con una valoración de la prueba, debería excusarse de volver a intervenir en la causa. Pero esa disyuntiva quedará para después de la respuesta del máximo tribunal penal al planteo del fiscal.
La Sala I de Casación es la que deberá abordar y resolver la apelación del fiscal Diego Velasco. Hoy está integrada por los jueces Diego Barroetaveña, Daniel Petrone y Ana María Figueroa. Por estas horas, la política sigue de cerca cómo quedará configurado el tablero en este tribunal, que elegirá a su nuevo presidente este jueves, lo cual inevitablemente generará movimientos y cambios en la integración de algunas de las cuatro salas.
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