Unidos y Organizados moderó las críticas y prepara su propia marcha
La militancia planea un gran festejo para el 25 de Mayo, por los diez años de kirchnerismo
En poco más de un mes, la Plaza de Mayo volverá a ser escenario de una manifestación multitudinaria . Los dirigentes kirchneristas que lideran Unidos y Organizados, el frente de agrupaciones más cercanas a la Presidenta, preparan una gran marcha para el 25 de Mayo, para festejar los diez años del kirchnerismo en el poder, la "década ganada", en palabras de los oficialistas.
La manifestación, la más multitudinaria en la historia del kirchnerismo, según los planes de las agrupaciones, se viene organizando desde principios de año, mucho antes de que se conociera la convocatoria para la protesta de anteayer. Los dirigentes kirchneristas se ocuparon de destacar ayer que no se trataba de una respuesta al 18-A, un hecho político que generó lecturas críticas entre los jefes de UyO, aunque moderadas si se las compara con las reacciones posteriores a la protesta del 8-N.
Los kirchneristas prefirieron centrar sus críticas en los opositores que participaron de la manifestación . "Hubo mucha menos gente y muchos más dirigentes", analizó el diputado Edgardo Depetri, conductor del Frente Transversal. "La oposición usó la marcha de manera oportunista y cachivachera para lanzar su campaña electoral. Son funcionales a la verdadera oposición del Gobierno, que son las corporaciones", agregó.
El jefe de la JP Evita, el diputado Leonardo Grosso, puso en duda el impacto político de la manifestación. "Puede haber habido mucha gente protestando, pero pierde peso político porque no van en la misma dirección", evaluó. "En la misma marcha estaban Victoria Donda, una nieta recuperada, y Cecilia Pando, que es cómplice de los represores que desaparecieron a los padres de Donda. Es una plaza que no puede avanzar en unidad ni dos metros", agregó el líder de la rama juvenil del Movimiento Evita.
A contramano de su estilo habitual, Luis D'Elía optó por un tono moderado. "Fue una marcha muy parecida a la del 8-N, con un tamaño similar, que expresa a sectores sociales. Fue más madura, porque tiene menos contenido antipolítico", destacó, en radio La Red. "Una dificultad que tiene la marcha es que subyacen cinco o seis proyectos presidenciales distintos. Cristina puede expresar al 50 por ciento del país, ahora para el otro 50 por ciento hay cinco o seis proyectos distintos", consideró.
Federico Martelli, líder del Movimiento de Unidad Popular (MUP), también apuntó contra la oposición. "Como gobierno diferenciamos claramente los reclamos legítimos de quienes necesitan más seguridad, controlar la suba de precios, de los intereses que se esconden detrás de esta movilización, organizada por sectores que históricamente se oponen al Gobierno", dijo.
Quizá porque es la tercera en siete meses, en la mesa chica de UyO el impacto de la protesta fue menor que en las dos marchas del año pasado. No hubo una reunión para fijar una bajada de línea sobre cómo reaccionar públicamente frente a la movilización, confió a LA NACION un dirigente que conversa habitualmente con "el Cuervo", el diputado Andrés Larroque, jefe de La Cámpora.
Esa misma fuente recordó que después del 8-N hubo inquietud y una reunión ampliada de la mesa de UyO, de la que participaron unos cien dirigentes. "Lo de ayer [por anteayer] lo tomamos como un hecho político más", explicó un integrante de otra organización.
En la agenda del frente de agrupaciones más cercanas a la Presidenta, el próximo gran acontecimiento es la movilización del 25 de Mayo. Como en toda cuestión importante del Gobierno, las últimas definiciones dependen de la Presidenta, por lo que aún no se conocen los detalles de la marcha. Todos los consultados anticipan, de todos modos, que se parecerá a la Fiesta Patria Popular, el festival que organizó el Gobierno, el 9 de diciembre pasado. Ese día hubo shows musicales y muestras culturales en Plaza de Mayo y alrededores, y participación de gente no alineada con ninguna de las agrupaciones.
"Vamos a reventar la plaza, vamos a ser medio millón de personas para respaldar a Cristina, que intenta ser destituida", sostuvo Depetri. "Podemos llenar una plaza, pero la verdadera diferencia entre el kirchnerismo y la oposición se va a ver en las urnas", señaló Grosso.
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