Reforma judicial: una puesta en escena para encolumnar a todo el Gobierno atrás de la propuesta
Carlos Beraldi fue el último de los miembros del consejo consultivo en abandonar la Casa Rosada. Se fue unos minutos más tarde que el resto de los juristas, después de que todos mantuvieron una reunión grupal con Alberto Fernández, en el despacho presidencial. No hubo un encuentro reservado entre el Presidente y el abogado de Cristina Kirchner, aseguran los voceros oficiales. Se habrá demorado en algún pasillo, especularon, ante la consulta.
La presencia de Beraldi, principal blanco de las críticas de la oposición a la propuesta de reforma, es una decisión que en la Casa Rosada volvieron a defender ayer como propia, ajena a cualquier requerimiento de la vicepresidenta. "Alberto lo conoce desde hace cuarenta años, desde que estaba en el estudio de Righi [Esteban]. No se puede vivir condicionado por lo que nos vaya a decir la oposición", argumentan en el entorno del Presidente.
Como en la mayoría de los anuncios presidenciales, Cristina Kirchner estuvo ausente. En la Casa Rosada aseguran que la invitaron, pero que ella decidió no estar. Hay, de todos modos, un mensaje en esa ausencia y en los funcionarios que el Presidente eligió subir al escenario: el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Justicia, Marcela Losardo. Ella va a ser la vocera principal del proyecto, junto con la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra.
Los tres, Cafiero, Losardo e Ibarra, son funcionarios muy cercanos a Fernández, sin conexión con el mundo kirchnerista. "La reforma es un proyecto del Presidente", reforzaron en su entorno, para evitar que se repita la experiencia de la fallida expropiación de Vicentin, una iniciativa que la oposición le atribuyó a Cristina. La senadora Anabel Fernández Sagasti, partícipe de aquel anuncio sobre la intervención de la cerealera, también estuvo ayer en el Salón Blanco. Pero ocupó una de las sillas destinadas a senadores y diputados, de frente al escenario y al lado del presidente de la Cámara baja, Sergio Massa.
En la previa del acto, los funcionarios más cercanos a Fernández mostraron su enojo con los diputados y senadores de Juntos por el Cambio que rechazaron las invitaciones cursadas por el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, para participar del anuncio. Los enojos se concentraron en el expresidente Mauricio Macri y en el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, a los que atribuyeron la autoría del comunicado de la coalición opositora.
"Muchos nos habían dicho que venían y después nos tuvieron que pedir disculpas", deslizaron en el sector presidencial de la Casa Rosada, sin dar nombres. El capítulo del proyecto que replica una iniciativa del gobierno anterior es, entre otras cosas, un intento por neutralizar el rechazo de Juntos por el Cambio a la reforma. O, al menos, un ensayo para restarle argumentos a la coalición opositora en el debate público. Por eso, el Presidente se encargó de nombrar, uno por uno, a los legisladores de Cambiemos que presentaron la iniciativa.
Es hora de tener una Justicia independiente, sobre la que no influyan los poderes mediáticos, fácticos ni políticos. Si lo logramos, habremos saldado una de esas deudas que la democracia argentina aun tiene con la sociedad. pic.twitter.com/xASaPNdEcP&— Alberto Fernández (@alferdez) July 30, 2020
En el entorno de Fernández era todavía más notorio el enojo con los jueces de la Corte Suprema que faltaron: Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Carlos Rosenkrantz. Los organizadores del anuncio masticaban bronca porque los magistrados respondieron que preferían no asistir porque solo participan de actos institucionales de gran envergadura, como la Asamblea Legislativa para la apertura de sesiones ordinarias. "Cuando Macri presentó el proyecto de Justicia 2020 sí estuvieron", se quejó un ministro, en referencia al presidente del tribunal, Rosenkrantz.
La disputa con la Corte tuvo así una suerte de primer round simbólico, en el que la Casa Rosada empezó a ensayar argumentos. Cerca del Presidente subrayaron que en los últimos seis meses se conocieron muy pocas resoluciones del tribunal. Es una manera de empezar a poner de relieve aspectos de su funcionamiento, algo que Fernández le encargo al consejo consultivo.
En simultáneo, en el sector presidencial de la Casa Rosada advierten que el Presidente sigue manteniendo su posición histórica, contraria a la ampliación de los integrantes del máximo tribunal. "El funcionamiento de la Corte es uno de los temas que se le encargó analizar al consejo consultivo. Dentro de ese tema, la eventual ampliación es un subtema que quizás ni siquiera termina incluido en las recomendaciones finales", dijo un funcionario que conversó con el Presidente en la residencia de Olivos, antes del acto en la Casa Rosada.
En el entorno de Fernández afirman además que el dictamen del consejo no es vinculante y que no está en los planes del Presidente ampliar la integración de la Corte. Eso sí, por ahora nadie lo dice en público. "No podemos limitar el trabajo de los juristas a los que acabamos de convocar", argumentan, y piden esperar a que, al menos, arranque el trabajo de ese cuerpo asesor.
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