Una obligación presa de la táctica coyuntural
El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, dejó en suspenso la concurrencia al Senado para cumplir con la disposición constitucional de asistir "al menos una vez por mes, alternativamente a cada una de las Cámaras del Congreso, para informar sobre la marcha del gobierno". Desde mayo de 2011 que el Gobierno no cumple con esta norma constitucional, cuando su antecesor Aníbal Fernández asistió también al Senado. La Cámara de Diputados no recibe la visita de un jefe de Gabinete desde noviembre de 2009.
La presentación del informe estaba prevista para hoy y sólo esta mañana se sabrá si finalmente se concretará. Una vez más, la visita queda presa de la táctica coyuntural, hecho que no contribuye a estabilizar una instancia de rendición de cuentas clave para mejorar la calidad de la dinámica entre el Gobierno y la oposición.
El jefe de Gabinete debería haberse presentado, desde agosto de 1995 hasta hoy, en 152 sesiones. Sin embargo, se registran sólo 60 visitas, apenas un 40% de lo dispuesto por la Constitución. Los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner alcanzan un 25% de cumplimiento de lo dispuesto por la Constitución (20 visitas efectivas sobre 81). El análisis detallado está en www.cippec.org.
El incumplimiento en la periodicidad de la visita informativa distorsionó su naturaleza: transformó un mecanismo de rendición de cuentas en un evento que el gobierno de turno procura evitar por el costo político adicional, y que la oposición asume como la oportunidad para "interpelar" al Poder Ejecutivo. Se convirtió en un espacio en el que la oposición acusa y el oficialismo se defiende.
En 2008, diversos bloques parlamentarios acordaron reformas para mejorar la dinámica de interacción entre el jefe de Gabinete y los parlamentarios. Sin embargo, esas modificaciones no fueron institucionalizadas. La clave está en promover las condiciones para un diálogo periódico sobre la base de una agenda específica y con pronunciamientos igualmente precisos.
Es fundamental cumplir con el mandato constitucional de asistir mensualmente a una de las Cámaras, en una fecha determinada. Así está establecido en el Reglamento del Senado -"las sesiones informativas del jefe de Gabinete deberían tener lugar durante la última semana de los meses que corresponden a su visita"-, aunque pocas veces se cumplió.
Es necesario estructurar una dinámica de preguntas y respuestas en vivo, precisas, de alto contenido informativo, y orientadas a evitar los prólogos que referencian a posicionamientos políticos de mayor envergadura. Es importante la repregunta y la transmisión de las visitas en los medios de comunicación.
Las visitas pueden escapar a la lógica de la acusación política y transformarse en un espacio de diálogo entre los legisladores y el representante del Poder Ejecutivo. Pero es fundamental que dejen de ser excepcionales y se conviertan en una instancia periódica de rendición de cuentas.
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