Una firma gigante de bajo perfil
Rovella Carranza SA es una empresa tan grande como desconocida para los que no están en el mundo de la obra pública.
Esta constructora empezó su crecimiento en San Luis, donde controla la distribución de energía, y dio el gran salto en la última década, cuando realizó obras de ingeniería, obras viales, pistas de aterrizaje, acueductos y puentes en todo el país, y hasta intervino en la obra del Metrobus porteño.
La empresa promociona que ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos 28 años y que más de 2500 personas conforman los distintos grupos permanentes de trabajo, afectados a la realización de obras en San Luis, Neuquén, Chubut, Formosa, Chaco, Entre Ríos o Buenos Aires.
Mario Rovella es su presidente, tiene 54 años y declara ante la AFIP el domicilio de la empresa en San Luis, donde está una de sus bases principales, aunque también atiende en Buenos Aires.
El vicepresidente de la firma es León Zakalik y los directores son Nidia Valeria Arena Gómez, Diego Omar Gerlo, Guillermo Luzza y Miguel Ángel JeanMaire y Fabricio Cattaneo, según la información del Boletín Oficial que transcribe la base de datos Nosis.
La firma empezó en San Luis con obras de repavimentación y otros proyectos viales hasta que en 2001 construyó un acueducto y el año siguiente, una planta de efluentes y el sistema cloacal en La Punta, San Luis, según el folleto que presentó en la Bolsa de Valores y que figura en su sitio en Internet.
Son tan fuertes en la provincia de los Rodríguez Saá que construyeron allí Terrazas del Portezuelo, la nueva, moderna y vidriada sede administrativa del gobierno local, una cárcel provincial, planes provinciales de vivienda, puentes y autopistas puntanas. En la provincia de Buenos Aires trabajaron en la ruta 3 y en la ruta 7.
Construyeron una de las pistas de aterrizaje del aeropuerto internacional de las Cataratas del Iguazú en Misiones, represas y diques en San Luis, y tramos de la ruta 40 y de la ruta 71, en el recorrido que atraviesa el Parque Nacional Los Alerces, en Chubut.
También, la pista con estándares de seguridad de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), diseñada para la Fórmula 1 en Villa Mercedes, San Luis, y parte del Metrobus porteño construido sobre la avenida 9 de Julio cuando Mauricio Macri era jefe de gobierno.
Rovella Carranza intervino en esa obra por 26.171.151 de dólares, que incluyó el uso de 3020 toneladas de concreto asfáltico, según la propia compañía.
Según sus balances de 2012, que surgen de Nosis, los activos de la firma ascienden a 1.223.853.285 pesos y su pasivo a 629.542 pesos. El patrimonio neto es de 594.307 pesos y sus ventas ascienden a 1.476.985.658 pesos. El resultado del ejercicio 2012 informado por la empresa fue de 176.451.810 pesos.
Rovella Carranza es además controlante de Edesal Holding, la empresa distribuidora de electricidad de San Luis, que fue la primera empresa de energía eléctrica privatizada en el interior del país.
Tiene el 78,44% de las acciones de la distribuidora eléctrica, mientras que el resto está en manos del Anses y una pequeña porción en otros grupos inversores.
Rovella Carranza se presenta además como un holding de empresas dedicadas también a otras actividades, como el petróleo, la energía, el agro, la cría de ganado bovino y el negocio inmobiliario. Según su sitio web, sus valores compartidos son "Orden y Disciplina, Honestidad, Compromiso, Integridad y Responsabilidad y Perseverancia".
A partir de ellos, señala Rovella, se estructuran sus expectativas, y cómo se debe comportar la empresa y relacionar con los otros, dentro y fuera de la firma.
Sin embargo, el fiscal Federico Delgado, a cargo de la causa por enriquecimiento ilícito de José López, parece haberse detenido poco en ese enunciado de principios y mucho más en los movimientos que habría hecho el ex funcionario para beneficiar a la empresa.