Una comunidad mapuche de Villa Mascardi denunció el apoyo del Estado a los grupos violentos que protagonizan las tomas

En medio de las tensiones que desató el operativo en Villa Mascardi que terminó con el desalojo de la comunidad Lafken Winkul Mapu, y luego de la reunión del presidente Alberto Fernández con integrantes de la comunidad mapuche ayer en Neuquén, la comunidad Lof Wiritray, reconocida oficialmente y presente desde hace años en la cabecera norte de Mascardi, planteó que es víctima de la “delincuencia organizada” que llegó al territorio en 2017 y apuntó contra el apoyo que el Gobierno presta a los violentos.

En un comunicado, la comunidad Wiritray denunció “el atropello del que constantemente son víctimas silenciadas tanto por parte de la delincuencia organizada que arribó a nuestro territorio en 2017 como de las autoridades del Codeci (Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas, un organismo provincial), la Coordinadora del Parlamento Mapuche, el INAI, y otros estamentos estatales que amparan, asisten y financian a los primeros”.

En ese sentido, denunciaron que no sólo los vecinos de Mascardi “sufren de vandalismo material ejercido por parte de los anónimos forasteros desde hace más de cinco años” y afirmaron: “Nosotros padecemos lo que supone la mala praxis ejercida por estos intrusos que nada tienen que andar escenificando sus fantochadas en nuestro territorio comunitario, sabiendo las consecuencias que acarrea en nuestra mapu el desequilibrio de fuerzas”.

Los Wiritray señalaron que “la gota que colmó” su paciencia fue “la pantomima mediática de pretender hacer una puesta en escena de una ceremonia de ngvillatun a orillas del lago en nuestro territorio”. Apuntan a la ceremonia religiosa que se realizó el lunes pasado la vera de la ruta, y que fue impedida por las fuerzas federales.

“Este acto inconsulto no sólo es una bajeza, una total falta de respeto, sino que además lesiona nuestra autonomía y autodeterminación territorial de la que tanto hablan y se llenan la boca en los medios de comunicación estos dirigentes”, plantearon y remarcaron que contó con la “plena anuencia, acompañamiento y participación de las autoridades del Codeci, que se supone debería conocer la profunda gravedad del asunto”.

Remarcaron que son “la única comunidad mapuche, histórica y genuinamente reconocida en los márgenes de la costa del Relmü Lafken”, tal el nombre que le dan al lago Mascardi, y los únicos que plantean una “lucha pacífica por el reconocimiento de derechos como pueblo originario, por la integración intercultural y por el derecho a coexistir en la diversidad de pensamientos”.

“Hoy se ve enchastrado y tergiversado por estos nefastos personajes que, en su ceguera ideológica, no logran ver que a quienes más perjudican es a nuestros hermanos, muchos de los cuales aún luchan por ejercer sus derechos soberanos en sus históricos territorios”, señalaron.

En ese sentido, la comunidad Wiritray repudió la violencia “vengan del lado que vengan” y afirmó: “Nuestro pueblo mapuche históricamente fue un pueblo que cultivó el diálogo y el respeto cómo filosofía de vida, eso es lo que nuestros mayores nos legaron, y eso nunca debe olvidarse”.

Reiteraron, además, que el único “sitio sagrado” (rewe) en la zona está en su comunidad y “fue debidamente relevado en su momento, por el reconocimiento jurídico catastral de la ley 26.160″.

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