Carlos Corach, un soldado menemista al que escuchan peronistas y macristas

Carlos Corach es recordado como uno de los soldados más icónicos del menemismo y, también, por su influencia en la Justicia durante los 90. Quienes todavía lo frecuentan aseguran que, a los 84 años, el exministro del Interior está tan informado sobre la política nacional que hasta hace pocos meses aconsejaba periódicamente al ahora candidato a vicepresidente de Cambiemos, el senador Miguel Pichetto.

Pero también el exgobernador Daniel Scioli y el tucumano Juan Manzur suelen recurrir a los consejos de este histórico dirigente del Partido Justicialista porteño, recordado dentro de ese espacio por su mirada estratégica.

En el macrismo tampoco se privan de sus consejos: los ministros Rogelio Frigerio y Alejandro Finocchiaro valoran su diálogo, tal como contó la nacion en octubre. Maximiliano Corach, uno de sus hijos, es funcionario del gobierno porteño, que conduce Horacio Rodríguez Larreta.

Sin embargo, sus últimas apariciones públicas no ocurrieron en Buenos Aires sino en París, donde dio algunas clases en ámbitos universitarios.

Corach acompañó a Carlos Menem desde el principio de su mandato, como subsecretario de Presidencia; pasó por el Ministerio del Interior, y terminó como senador por la Capital. El funcionario fue protagonista de uno de los escándalos judiciales más recordados del menemismo, la "servilleta de Corach", que denunció el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo, en referencia a ese pedacito de papel en el que supuestamente Corach anotó los nombres de cinco jueces amigos del presidente Menem.

Corach fue uno de los arquitectos de la gran reforma del Poder Judicial que impulsó el menemismo en 1992, que, entre otras cosas, duplicó la cantidad de juzgados en Comodoro Py. Tanto sus amigos como sus enemigos coinciden en que buena parte de los jueces que ascendieron contaron con su aprobación ante el entonces presidente.

El exfuncionario todavía tiene amigos en la Justicia Penal, donde se instruyó el caso Siemens, y ya fue beneficiado con el cierre de su investigación por parte del juez Ariel Lijo. Otro conocido es Claudio Bonadio, que fue compañero en el Ministerio del Interior, antes de desembarcar en la Justicia.

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