Un misil letal de Cristina que impactó en el círculo íntimo del Presidente
Tras el escándalo de la foto en Olivos, la exhortación de la vicepresidenta a Alberto Fernández se originó en su enojo y el de La Cámpora con “los funcionarios que no cuidan al Presidente”
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El mensaje de Cristina Kirchner no dejó lugar a segundas interpretaciones. “Alberto, poné orden donde tengas que poner orden”. El origen de la frase de la vicepresidenta fue el profundo malestar del sector mayoritario del Frente de Todos con los funcionarios que integran el círculo más cercano al Presidente.
“Estamos preocupados porque quienes deberían cuidar al Presidente no lo hacen”, dijo a LA NACION un dirigente de La Cámpora, la misma organización que Cristina Fernández elogió este martes en el acto de la Isla Maciel.
¿Quiénes son los que deberían cuidar al Presidente, en la opinión de Cristina y La Cámpora? Con nombre y apellido, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y el vocero Juan Pablo Biondi. Los dos estuvieron sentados juntos, lado a lado, a pocos metros del escenario desde donde la vicepresidenta le pidió a Fernández que ponga “orden”.
Se trata de dos funcionarios del círculo más cercano del Presidente, que lo acompañan a todos los actos y que se recluyen con él en Olivos cuando Fernández no está en la Casa Rosada. La confianza que Fernández deposita en ambos es absoluta.
Por eso, de hacerle caso a la sugerencia/orden de Cristina, el costo político del escándalo de la foto en Olivos será muy elevado para Fernández.
“En vez de andar operando en los medios que un saludo fue más o menos afectuoso con algún intendente, tendrían que trabajar para que estos descuidos no sucedan”, deslizaron desde un municipio kirchnerista del Conurbano. Desde el entorno del Presidente se defendieron: “Nosotros no operamos en los medios”, replicó un importante funcionario en contacto con LA NACION.
Para el kirchnerismo, el “descuido” no fue sólo el festejo de cumpleaños de la primera dama Fabiola Yañez el 14 de julio de 2020, mientras regía una cuarentena estricta decretada por el propio Fernández, sino la difusión de la fotografía que no debió haberse filtrado a la prensa.
“El entorno está para cuidarlo y muchas veces no lo hace”, abundaron las fuentes consultadas, como para que no quedaran dudas de que la referencia de Cristina Kirchner estaban dirigidas a los funcionarios de más estrecha confianza del Presidente.
De este modo, Cristina Kirchner y La Cámpora aconsejaron a Fernández una manera de dar por clausurado el escándalo de la foto en Olivos: fijar la responsabilidad en Biondi y Vitobello y despegarse del incidente lo antes posible, para que el affaire no afecte la campaña electoral del Frente de Todos.
“Alberto pidió disculpas por su error y eso es lo que nos diferencia. A este Presidente nunca lo escucharán pedir disculpas por cerrar ministerios, beneficiar con negocios a los amigos y hermanos, ni por crear una mesa judicial que persiga a los opositores”, razonaron los voceros kirchneristas.
Tras el acto en la Isla Maciel, el presidente Fernández se dirigió a la Casa Rosada junto a los tres miembros de su entorno más directo: el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, Vitobello y Biondi. “Me van a extrañar”, le había dicho uno de ellos a LA NACION días atrás. Aún no se sabía si estaba ironizando o si anticipaba su futuro afuera del Gobierno.
¿Resistirá Fernández?
Antes del cierre de listas del 24 de julio pasado, Fernández había resistido una fuerte presión interna para ceder a Cafiero como candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires. En ese caso, las objeciones del kirchnerismo y también del massismo estaban focalizadas en la marcha de la gestión del jefe de Gabinete.
En ese momento, el Presidente logró imponer la candidatura de Victoria Tolosa Paz a la cabeza de la lista bonaerense, que era el lugar reservado para Cafiero y que hubiera abierto un recambio anticipado del Gabinete, que Fernández tiene contemplado recién para diciembre próximo, después de las elecciones legislativas.
Pero ahora, los cuestionamientos internos se dirigen a los funcionarios que se encargan de la agenda y de la comunicación diaria del Presidente, quienes lo siguen a sol y a sombra tanto en la Casa Rosada como en la quinta de Olivos. En este caso, las críticas no se direccionan hacia la gestión sino a cierta “desprolijidad” en el entorno de Fernández.
La fiesta de cumpleaños de la primera dama fue, al decir lo menos, desprolija. La recomendación pública de Cristina a Fernández para que “ponga orden” también podría involucrar a Yañez y a sus colaboradores, que estuvieron en aquel cuestionado festejo. Pero lo central, para Cristina, es que al Presidente no le cubrieron las espaldas.
“¿Alguna vez viste que se filtrara una foto de Olivos cuando Cristina era presidenta?”, preguntó un dirigente oficialista al encuadrar el alcance de las palabras de la Vice. Por eso, el acto de esta tarde en Avellaneda no fue una simple muestra de unidad: en la alianza de gobierno sigue habiendo mar de fondo. Y la correntada podría arrastrar al círculo íntimo del Presidente.
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