Un integrante del clan Menem se suma a la mesa chica de la Casa Rosada bajo la órbita de Karina Milei
Se trata de Eduardo “Lule” Menem, sobrino segundo del expresidente y mano derecha de su primo, el titular de la Cámara baja, Martín Menem; tuvo un rol activo hasta ahora en el Congreso
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LA NACIONCecilia Devanna
Eduardo “Lule” Menem, sobrino del expresidente Carlos Menem y mano derecha de su primo, Martín, titular de la Cámara baja, será oficializado en las próximas horas al frente de una de las subsecretarías que depende de la secretaria general de presidencia, Karina Milei. De perfil bajo y larga experiencia parlamentaria tras haber trabajado desde el regreso de la democracia, junto a su otro tío, Eduardo Menem, en el Senado de la Nación. Su llegada a Balcarce 50 se esperaba desde fines del año pasado, pero siempre se barajó que se concretaría una vez terminado el trámite de la ley ómnibus en el Congreso, dado el apoyo central que “Lule” significa para el titular de Diputados.
“Lule” es hasta ahora asesor ad honorem en el Congreso, pero su llegada a Casa Rosada se concreta en el área que depende de la hermana del presidente, con quien trabó una excelente relación desde que se conocieron a través de un asado en la casa de Martín Menem, en 2021.
Padre de ocho hijos e hincha de River, como el resto de su familia, a Lule Menem se lo ubica detrás del armado político que permitió que La Rioja fuera la primera provincia que Milei visitó y también de buena parte de lo que sucedió con la organización de La Libertad Avanza (LLA) en todo el país. Algo que, aunque con las enormes diferencias de época, había hecho con su tío Carlos, el ídolo del hoy presidente.
“Este es el más Menem de los Menem”, cuentan que solía decir el expresidente Carlos Menem de su sobrino segundo, en referencia a que “Lule” es hijo de Mohamed y Fátima, dos primos del expresidente, que entre ellos no eran parientes, y se casaron en Yabrud, Siria, el pueblo de donde vino la familia a instalarse en La Rioja.
Desde que comenzó la administración libertaria, Menem, de 59 años, acompañó a diario a su primo Martín, titular de la Cámara Baja, ocupando un rol central en las negociaciones alrededor de la frustrada ley ómnibus. “Hablaba con todos”, resumen en las filas libertarias.
Desde las distintas filas le destacan su buenos modos y su conocimiento del mundo parlamentario, que adquirió al formarse desde los 20 años junto al exsenador Eduardo Menem, padre del hoy titular de Diputados. La relación es de extrema cercanía “Lule es como el hermano mayor de todos ellos”, cuentan en referencia a Martín y sus hermanos, Adrián y Fernando. Fue precisamente Eduardo el que lo trajo de La Rioja a Buenos Aires en plena primavera democrática, 40 años atrás. Una formación que oficialistas y opositores le reconocen después de las semanas agitadas en el Parlamento.
Por su tío Eduardo cuenta que tiene “admiración y adoración”. Desde 1983 acompañó a su tío en el trabajo parlamentario y conoció a muchos de los actores que siguió viendo durante casi las dos décadas siguientes. Junto a Eduardo estuvo entre 1984 y 1999, período en el que también participó de la Convención Constituyente en la que se reformó la Constitución Nacional.
Entre el 2000 y el 2002 volvió a La Rioja, su provincia natal, para trabajar en tiempos de la gobernación de Ángel Maza. Desde allí saltó a acompañar a su tío Carlos en la campaña para las elecciones de 2003. No era la primera vez que lo hacía. Antes del retorno de la democracia había empezado a militar con los jóvenes peronistas y trabajó en la campaña que llevó a su tío a la gobernación riojana.
También integró el equipo que acompañó al expresidente en el Senado hasta que falleció, hace exactamente tres años. Apenas unos meses después de eso, también en 2021, Lule conoció a Milei. Fue en el asado en la casa de su primo Martín, poco antes de las elecciones de medio término y cuando su primo se preparaba para lanzarse a la política. Quienes lo tratan cuentan que Lule siempre resalta la “franqueza” del hoy presidente. Allí también estaba Karina, con quien trabó una excelente relación, y se convertirá en su superior en la Secretaría General de Presidencia.
Por Cecilia Devanna
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